Lucha de poder en Vaticano: los cardenales, en contra del nuevo secretario de Economía

Nueva batalla entre los cardenales. Según información en poder del diario italiano L’Espresso, los más cercanos al PapaFranciscohabrían mantenido duros enfrentamientos por hacerse con el control de las finanzas del Vaticano. El citado medio asegura que la lucha se ha mantenido entre el australiano George Pell –al mando de la nueva Secretaría de Economía– y Pietro Parolin –secretario de Estado que sustituyó a Tarcisio Bertone–.

Pell y Parolin también se disputarían el poder de algunas entidades estratégicas como el IOR o Apsa, así como del hospital romano IDI. Bajo las siglas de IOR se esconde el Istituo per le Opere di Religione (Instituto para las Obras de Religión), más conocido como Banco Vaticano. Por su parte, Apsa es el nombre de la Administración de Patrimonio de la Sede Apostólica (Amministraziones del Patrimonio della Sede Apostolica).

Un documento recogido por L’Espresso confirma que el pasado 12 de septiembre los miembros del Colegio de Cardenales de Apsa mantuvieron una reunión al respecto. ¿El más perjudicado? Sin duda, George Pell. “Hay uno que hace todo y otros que no”, aseguró el neo camarlengo Jean Luis Tauran después de que el presidente de Apsa explicara que Pell quiere tener control también sobre el patrimonio inmobiliario vaticano.

Enfados por una "fase de sovietización"

“Estamos en una fase de sovietización”, definió Tauran. Con él está de acuerdo el cardenal Giovanni Battista, que también atacó al nuevo zar de las finanzas traído por Bergoglio: “Es peligro que la Secretaría de Economía tenga en su mano todo. De esta manera, el Apsa no tiene sentido”.
Los cardenales también han mostrado su rechazo a la nueva manera de actuar de Pell.

A los colegas de Pell no les han gustado los recortes que se están llevando a cabo bajo su mandato. Paradójicamente, le ha asignado más de medio millón de euros a su Secretaría, un departamento que aún no ha entrado en funcionamiento. Muebles de lujo, vuelos en primera clase y sueldos de hasta 15.000 euros por mes también están entre los gastos del cardenal australiano.

Además, su enfado aumentó después de que a finales de agosto del año pasado, el australiano y el nuevo presidente de IOR (Jean Baptiste de Franssu) decidieran no dedicar más ingresos al hospital IDI, el centro médico dermatológico más grande de Europa a los que el antiguo mando de la Secretaría de Economía había prometido 50 millones de euros.