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La cúpula del Banco Popular se asegura 77M en pensiones en pleno derrumbe accionarial
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aumenta la cantidad un 38% en tres años

La cúpula del Banco Popular se asegura 77M en pensiones en pleno derrumbe accionarial

El banco aumenta un 38% el dinero reservado a cubrir el retiro de sus consejeros, tanto los actuales como los antiguos, mientras diluye más de un 80% a sus accionistas

Foto: El presidente del Banco Popular, Ángel Ron. (Reuters)
El presidente del Banco Popular, Ángel Ron. (Reuters)

Pase lo que pase con el futuro del Banco Popular, la cúpula directiva de la entidad financiera que ha vuelto a pedir un sacrificio a sus accionistas mediante una nueva ampliación de capital tiene el suyo más que garantizado. Según el informe de gobierno corporativo, los principales directivos y consejeros del grupo bancario tienen derecho a percibir 76,6 millones de euros en concepto de pensiones, un 38% más que cuando solicitó a sus inversores el primer rescate en noviembre de 2012.

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Ese ejercicio, los consejeros ejecutivos de Banco Popular y los que lo habían sido con anterioridad tenían garantizado el cobro de pensiones por valor de 55 millones de euros. La mayor parte, 36,6 millones, pertenecía a los directivos que habían ejercido de consejeros delegados en años precedentes (como José María Lucía) y a Roberto Higuera -9,9 millones-, pese a que este último apenas ejerció el cargo durante nueve meses (entre septiembre de 2008 y junio de 2009). Los restantes 18,4 millones estaban a nombre, entre otros, de Ángel Ron, el actual presidente, que tenía asignados 6,07 millones, y Juan Carlos Aparicio Valls, secretario del consejo, 2,40 millones.

En ese ejercicio 2012, se sumaron los 13,88 millones pertenecientes a José María Arias, presidente del Banco Pastor, absorbido por Popular en aquellos momentos, que se aseguró embolsarse 3,5 millones en el año de la fusión. Mientras los consejeros de la nueva entidad se garantizaban un buen retiro, la entidad realizó la primera gran ampliación de capital de su historia, por 2.500 millones de euros. El precio se fijó en apenas 0,40 euros por acción, con un descuento del 60% sobre la cotización en aquel momento, lo que ponía de manifiesto la difícil situación por la que atravesaba el grupo.

Al tiempo que el banco solicita un rescate a sus inversores, el consejo se garantiza 76,6 millones en pensiones; a Ron le corresponden 8,18 millones

Una operación similar a la anunciada el pasado jueves, por el mismo importe y a un precio de emisión de 1,25 euros por título. Estos nuevos 2.500 millones suponen una dilución del 50% para los accionistas actuales, algunos de los cuales -7.500 exactamente- se vieron ya afectados por los bonos convertibles emitidos en 2009 por 700 millones y que a la hora del canje en valores del Popular sufrieron una pérdida del 80%.

Al tiempo que el banco vuelve a solicitar un rescate a sus inversores, el consejo ya tiene garantizados 76,6 millones en pensiones, de los que a Ron le corresponden 8,18 millones, a Francisco Gómez, consejero delegado desde enero de 2013, 5,69 millones; a Aparicio, 4,28; a Higuera, 9,39 millones, y a Arias, 15,20 millones. Es decir, 42,69 millones a los actuales consejeros ejecutivos, a los que hay que sumar los 34 millones que tienen derecho a cobrar otros miembros anteriores del consejo. Entre la primera y la segunda ampliación de capital, el incremento del plan de ahorro para los consejeros ejecutivos se ha disparado casi un 38%.

Si esta cantidad se mide con la del Sabadell, el banco más comparable con Popular por tamaño bursátil antes del anuncio de la ampliación de capital, la diferencia es sustancial. El banco catalán dirigido por Josep Oliu tiene reservados 29,26 millones de euros, de los que algo más de 15,8 corresponden a Jaume Guardiola, consejero delegado. En Bankinter, entidad que también supera ahora a Popular por valor en bolsa, la asignación a fondos de pensiones de los ejecutivos actuales y antiguos es de 600.000 euros.

Empieza la colocación

Popular inicia hoy su nueva emisión para captar 2.505 millones de euros, con la apertura del plazo (hasta el 11 de junio) para que los accionistas ejerzan su derecho de suscripción preferente para acudir a la ampliación de capital o, si lo prefieren, vender sus derechos. El banco que preside Ángel Ron pretende reforzar su balance, mejorar sus índices de rentabilidad y sus niveles de solvencia y calidad de activos. Una operación que lleva acompañada la suspensión del dividendo al menos hasta el próximo año.

Las acciones de la entidad sufrieron el jueves la mayor caída de valor en bolsa desde que se estrenaron en el parqué, con una pérdida del 26%, hasta los 1,732 euros, a la que el viernes se sumó un nuevo bajón de un 8,19%, hasta los 1,59 euros. Ron restó importancia el jueves a la caída de la cotización al indicar que "en un día malo es normal que los títulos reaccionen a la baja", pero los analistas dan por hecho que el valor sufrirá a corto plazo y que difícilmente se recuperará a largo, dada la debilidad de sus márgenes de intereses y su exposición al ladrillo.

Pase lo que pase con el futuro del Banco Popular, la cúpula directiva de la entidad financiera que ha vuelto a pedir un sacrificio a sus accionistas mediante una nueva ampliación de capital tiene el suyo más que garantizado. Según el informe de gobierno corporativo, los principales directivos y consejeros del grupo bancario tienen derecho a percibir 76,6 millones de euros en concepto de pensiones, un 38% más que cuando solicitó a sus inversores el primer rescate en noviembre de 2012.

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