Eroski, FNAC o Ikea tiemblan ante Amazon: se los 'come' al no tener libertad de horarios

Domingo por la tarde. Un padre encuentra un momento para llenar la nevera y hacerse con el último disco que su hijo le ha pedido por su cumpleaños. No tarda en tachar a Carrefour y FNAC de su lista, porque ambos están cerrados ese día en su comunidad autónoma, aunque respira tranquilo al saber que siempre le quedará Amazon. Este ejemplo pone de los nervios a Ikea, Leroy Merlin, Alcampo, Eroski, C&A, El Corte Inglés y demás grandes superficies agrupadas en la Asociación Nacional de Empresas de Gran Distribución (Anged), pues todas son perfectamente conscientes de que no están en igualdad de condiciones para competir con los gigantes de 'e-commerce'.

Limitar el número de domingos y festivos de apertura "no tiene sentido", porque este debate "ya está superado por las nuevas tecnologías y la transformación de la sociedad", opina Javier Millán-Astray, director general de Anged. Pero tan superado no estará cuando casi todas las comunidades autónomas tan solo permiten 10 festivos de apertura al año, con la excepción de Castilla-La Mancha (12), Murcia (15) y, por supuesto, la capital. Esperanza Aguirre liberalizó por completo los horarios en la Comunidad de Madrid hace ya cinco años, una medida con la que se ganó las críticas de pequeños comerciantes y sindicatos, pero también los aplausos de los grandes almacenes, que este miércoles presentaron un estudio para medir el impacto económico y persuadir a las administraciones que se oponen.

Concluyen con más de 15.500 nuevos empleos, aumento de la actividad económica valorado en 2.682 millones de euros y más de 1.100 millones en recaudación fiscal, todo ello supuestamente vinculado a la libertad de horarios. Son los datos que maneja AFI, autor del estudio con el que Anged espera que cunda el ejemplo entre las comunidades autónomas que no son Madrid. No obstante, otras como Cataluña han registrado mejores cifras en esos cinco años analizados, algo que Anged atribuye al 'boom' turístico. "Baleares acaba de reducir de 16 a 10 los festivos de apertura. ¿Argumentos económicos? Ninguno. Seguimos anclados en una regulación de los años noventa", sostiene Millán-Astray.

Y mientras siga siendo así, las tiendas físicas "no podrán competir" con el comercio digital. "Internet debería haber cambiado las pautas de comportamiento de las administraciones, pero no lo ha hecho", lamenta la cabeza visible de los gigantes de la distribución. Rajoy impulsó la liberalización de los horarios comerciales en 2012, año en el que elevó de ocho a 10 el mínimo de festivos de apertura y designó las primeras zonas de gran afluencia turística, si bien algunos de los nuevos gobiernos elegidos en los comicios autonómicos de 2015 optaron por endurecer las restricciones y retroceder hasta el mínimo legal, como Extremadura.

La libertad horaria en Madrid ha propiciado que los precios se mantengan (-0,05%) debido a la mayor competencia entre los operadores comerciales, sostiene el estudio. Esto en teoría se traduce en un ahorro de casi 3.000 millones de euros para los consumidores, es decir, 460 euros por cabeza. Eso sí, el documento no analiza la calidad de los más de 15.500 empleos generados, y es difícil determinar cuántos de esos puestos fueron creados específicamente para cubrir los fines de semana o días festivos. Según los datos provisionales que maneja la patronal, los grandes almacenes cerraron 2016 con un aumento de las ventas del 3,5%.

Desde Anged, se comprometen a estudiar la propuesta de los sindicatos para que los trabajadores de las grandes superficies cobren aparte los domingos en el nuevo convenio que ya se está negociando. "El pago de los festivos está sobre la mesa, pero en 40 páginas caben muchas cláusulas. Tendremos que alcanzar un equilibrio entre las dos partes".

Bares y cines abiertos, tiendas cerradas

Las grandes superficies perciben que las administraciones aplican distinta vara de medir a otros sectores en los que nadie cuestiona que exista libertad de horarios, como los cines, bares, hoteles o restaurantes. De hecho, en buena parte de España es habitual ver centros comerciales donde la planta de hostelería está a rebosar un domingo mientras en la zona de tiendas no alumbra ni una sola bombilla.

"Los pequeños bares jamás se quejan de que Telepizza reparta comida los domingos. Que una parte del sector impida a otra parte que abra los días festivos no se da en ningún sitio, y menos con respaldo legal", critica Millán-Astray, en referencia a la presión que ejercen los pequeños comerciantes. Las pymes y empresas micro consideran que no pueden competir en igualdad y que, por tanto, con la libertad de horarios solo salen ganando los grandes.