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Las subvenciones crecen por tercer año consecutivo y ya suman 10.980 millones
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suponen EL 1% DEL PRODUCTO INTERIOR BRUTO

Las subvenciones crecen por tercer año consecutivo y ya suman 10.980 millones

Tras los duros ajustes del gasto público aprobados por el Gobierno al comienzo de la legislatura, las subvenciones han vuelto a crecer. Hasta el extremo de situarse ya cerca de los 11.000 millones

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Anunciaba el presidente del Gobierno en su discurso de investidura que el nuevo Ejecutivo acometería una reforma de la Ley de Subvenciones que, con carácter general, eliminaría las que tuvieran el carácter de nominativas. Es decir, las que identifican el destinatario. Igualmente, se comprometía a establecer un control más riguroso de las subvenciones incrementando la transparencia en su otorgamiento, ejecución y evaluación de su impacto.

Hoy, más de tres años después, las subvenciones, incluidas las nominativas, siguen siendo una piedra angular de la política económica. Hasta el punto de que el año pasado las distintas administraciones públicas concedieron ayudas por valor de 10.980 millones de euros. La cifra equivale al 1% del Producto Interior Bruto (PIB), y lo que no es menosrelevante: ha ido creciendo año tras año desde 2012. En concreto, el sector público concedió el año pasado algo más de 1.000 millones de euros más en subvenciones de las que entregó cuando el presidente Rajoy hizo su anuncio.

Eso quiere decir que el único año en que se ha producido un recorte de las subvenciones fue el primer año de la actual legislatura. Desde entonces, todo han sido incrementos. Aquel año el monto total de las subvenciones cayó un 18,3% respecto del ejercicio anterior en coherencia con los recortes del gasto público que aprobó el nuevo Gobierno.

El único año en que se ha producido un recorte de las subvenciones fue el primero de la actual legislatura. Desde entonces, todo han sido incrementos

Para hacerse una idea de cómo ha evolucionado esta partida, incluso en tiempos de crisis económica, hay que tener en cuenta que aún hoy se sitúa en los mismos niveles que en los primeros años 2000, cuando la actividad económica crecía con fuerza. En 2009, por el contrario, llegó a representar el 1,2% del PIB debido a las políticas de estímulo de la demanda puestas en marcha por el anterior Gobierno para combatir la crisis. Esa estrategia se acabó de un plumazo en mayo de 2010 con las primeras medidas de ajuste tomadas en tiempos de Rodríguez Zapatero e impuestas por la UE. Las subvenciones representan hoy alrededor de la mitad de lo que invierten cada año las distintas administraciones en formación bruta de capital: carreteras o ferrocarril.

La política de subvenciones a empresas y particulares afecta atodoslos sectores económicos: fomento de la biodiversidad, fundaciones, vivienda protegida, cultura, escuelas taller, transporte, zonas de promoción económica, procesos de reindustrialización o sectores en reconversión industrial. Además de inmigración o incluso la remodelación de barrios. Y ello sin incluir losbeneficios fiscalesque disfrutan los agentes económicos privados, y que merman la recaudación fiscal. Ni, por supuesto, las prestaciones sociales de carácter económico.

Subvenciones y ayudas públicas

Lo que síse hizo en 2014 fue una mejora de la Base de Datos Nacional de Subvenciones (BDNS), instrumento creado en el año 2000 para recogertodala información referida a los procedimientos de gestión de las ayudas públicas, desde su concesión hasta su justificación o reintegro. En esa base se incluyen todas las subvenciones, incluidas las que se reciben por la compra de un automóvil en el marco del Plan PIVE.En el Portal de Transparencia, igualmente, se pueden conocer todas las subvenciones concedidas con solo incluir el NIF del beneficiario. Igualmente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publica anualmente un informe sobre las ayudas públicas -que son diferentes a las subvenciones- concedidas por España.

Según ese informe, en 2012, último año con datos oficiales, las ayudas a los agentes económicos privados ascendieron a 3.944 millones, con una tendencia claramente descendente respecto a 2008, cuando se alcanzaron los 5.634 millones de euros. Es decir, que el gasto per cápita fue equivalente a 84,3 euros en ayudas públicas.

Ahora bien, si se incluyen las ayudas concedidas al sector financiero, la cantidad se dispara. En concreto, y según la CNMC, hasta los 40.418 millones de euros, sin contar el dinero que se ha destinado al rescate de activos tóxicos (25.533 millones) o las cantidades entregadas a garantizar la liquidez o las garantías y avales.

Como sugiere un informe de la UE, la mayoría de las subvenciones y ayudas (excluidas las destinadas al sistema financiero) tienen su origen en el “imperfecto funcionamiento” de los mercados de trabajo. De ahí que en algunos casos la ayuda estatal puede constituir “un instrumento adecuado” para, por ejemplo, apoyar la contratación de trabajadores discapacitados u otras categorías que se encuentren con obstáculos para su empleo a los salarios vigentes.

La UE, sin embargo, admite que esas subvenciones a pesar de sus efectos positivos“entrañan el riesgo de falsear la competencia”. De ahí que reclame controles rigurosos y unos límites de ayuda adecuados cuando éstase utiliza para “proteger a empresas expuestas a la competencia transfronteriza".

Anunciaba el presidente del Gobierno en su discurso de investidura que el nuevo Ejecutivo acometería una reforma de la Ley de Subvenciones que, con carácter general, eliminaría las que tuvieran el carácter de nominativas. Es decir, las que identifican el destinatario. Igualmente, se comprometía a establecer un control más riguroso de las subvenciones incrementando la transparencia en su otorgamiento, ejecución y evaluación de su impacto.

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