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Santander sacrifica a Manuel del Castillo, capo de su inmobiliaria Altamira
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TRAS FUSIONAR SUS ACTIVOS ADJUDICADOS CON LOS DE BANESTO

Santander sacrifica a Manuel del Castillo, capo de su inmobiliaria Altamira

Uno más uno es uno. La fusión por parte de Santander y Banesto de las sociedades que gestionan sus activos adjudicados (9.000 millones en conjunto) ha

Foto: Santander sacrifica a Manuel del Castillo, capo de su inmobiliaria Altamira
Santander sacrifica a Manuel del Castillo, capo de su inmobiliaria Altamira

Uno más uno es uno. La fusión por parte de Santander y Banesto de las sociedades que gestionan sus activos adjudicados (9.000 millones en conjunto) ha implicado cambios relevantes en la jerarquía del imperio financiero de Emilio Botín. Sólo unos meses después de que se formalizara la operación, la entidad con sede en Boadilla del Monte ha decidido prescindir de Manuel del Castilloel hasta ahora consejero delegado de Altamira Real Estateque llevaba al frente del brazo inmobiliario del banco desde su creación en 2008. De acuerdo con la versión oficial, tras la integración no había sitio para tantos jefes.

El relevo al frente de Altamira Real Estate, tras la integración de Mesena, se produce en un momento de mercado muy especial. Por un lado, para Santander, cuya inmobiliaria administra pisos por valor de 3.600 millones de euros, que seguirá gestionando por separado de Banesto los activos de segunda mano o procedentes de embargos. Por otro, para el resto del sistema financiero, que aguarda la creación de SAREB, el 'banco malo' que administrará los activos tóxicos de las entidades nacionalizadas. Todos necesitan saber cómo condicionará el nuevo competidor la digestión del ladrillo que acumulan en sus balances.

En este contexto, Santander ha ido preparando su estructura para el próximo contexto, con un operador emergente que por su dimensión marcará las tendencias del mercado. El primer paso ha sido la fusión Altamira Real Estate y Mesena. Atrás quedan los cuatro años de Manuel del Castillo, procedente en su momento de Colonial pero criado antes en las filas de Urbis, la inmobiliaria de Banesto, donde estuvo a las órdenes de Luis Arredondoel hombre de confianza de Alfredo Sáenz para todo lo referido al negocio inmobiliario, con quien terminó reuniéndose en el Santander para levantar desde cero una nueva inmobiliaria.  

Durante este tiempo, Altamira Real Estate ha sido la plataforma de ventas de una parte del stock inmobiliario del Santander, sobre todo de la obra nueva y promoción en curso que entraba en su balance. Más allá de la palanca comercial de la entidad, la inmobiliaria ha jugado una política comercial muy agresiva, con productos y ofertas que han marcado tendencia respecto al resto de entidades financieras, sobre todo en comparación con BBVA, todo con tal de dar salida al ladrillo más vendible (Seseña) y adelantarse al resto de competidores, hasta el punto de llegar a vender más pisos de los que se adjudicaba.

Tras la fusión, formalizada jurídicamente el pasado mes de septiembreManuel del Castillo no ha corrido la misma suerte que su homólogo de Mesena, el histórico Peio Arechabaleta, que ha encontrado acomodo en Banesto como responsable de la cartera de participadas y de capital riesgo. Su relevo podría haber tenido un solución similar, según fuentes del sector, pero su relación con la cúpula del Santander no era óptima tras el cierre en falso de un caso de malas prácticas en el área de activos adjudicados que afectó a ejecutivos de apellido significado, pertenecientes a la división de Medios y Servicios Generales. 

La salida de Manuel del Castillo coincide en el tiempo con el proceso de selección de personal para configurar la plana mayor del SAREB. Por su perfil profesional, el exconsejero delegado delegado de Altamira Real Estate reúne las características reclamadas por el FROB para ocupar un puesto de responsabilidad en el organismo público: experiencia profesional en el sector inmobiliario, vinculado a la órbita de uno de los grandes bancos (futuros accionistas) y en disposición de ser fichado sin tener que renunciar a mejores condiciones laborales. La incógnita se resolverá en los próximos días.

Uno más uno es uno. La fusión por parte de Santander y Banesto de las sociedades que gestionan sus activos adjudicados (9.000 millones en conjunto) ha implicado cambios relevantes en la jerarquía del imperio financiero de Emilio Botín. Sólo unos meses después de que se formalizara la operación, la entidad con sede en Boadilla del Monte ha decidido prescindir de Manuel del Castilloel hasta ahora consejero delegado de Altamira Real Estateque llevaba al frente del brazo inmobiliario del banco desde su creación en 2008. De acuerdo con la versión oficial, tras la integración no había sitio para tantos jefes.