Santander encarga al cerebro de Urbis la venta del complejo Canalejas y del rascacielos Torre España

Están de nuevo en el mercado. Dos de los activos inmobiliarios más representativos de Madrid vuelven a estar en circulación. Así lo ha decidido su propietario, Banco Santander, que ha encargado a uno de sus principales ejecutivos, Luis Arredondo, ex consejero delegado y ex presidente de Urbis, la venta del complejo histórico de Canalejas (Puerta del Sol) y el rascacielos de Torre España (Plaza España), según han explicado a este diario fuentes del sector.

 

El mandato de Arredondo es muy sencillo y a la vez complejo. La situación de depresión que todavía atraviesa el mercado inmobiliario hace complicado que el banco pueda maximizar ahora el precio de los activos. Por otro, la propia particularidad de los inmuebles, bien por tratarse de un heterogéneo complejo de edificios históricos -Canalejas- o por referirse a un rascacielos -Edificio España- algo descolgado del circuito premium de la ciudad, complica su gancho comercial.

La historia de ambos activos en el balance del Santander es bien distinta. El conocido como complejo de Canalejas está formado por varios edificios correspondientes a las antiguas sedes de los bancos Santander, Banesto y Central Hispano, acumulados por el banco a raíz de sus fusiones. De gran valor histórico y artístico, ocupa toda una manzana en pleno corazón de Madrid y ha llegado a estar vendido ya hasta en dos ocasiones, aunque en ambas de forma rocambolesca.

Por otro lado, el también singular Edificio España, que da réplica como rascacielos a la Torre de Madrid ubicada en la misma Plaza de España, ambos firmados como arquitectos por los hermanos Otamendi, fue adquirido en junio de 2005 por el Banco Santander, a través de Banif Inmobiliario, a la inmobiliaria Metrovacesa por un importe total de 277 millones. Ocupado en principio por un hotel cinco estrellas y oficinas, lleva cerrado también varios años, como Canalejas, y no tiene un uso definido.

La dimensión de ambos activos, valorados cada uno en torno a 300 millones durante el periodo de la burbuja, tiene la suficiente relevancia para que la entidad financiera haya encomendado a Luis Arredondo, uno de los inmobiliarios con más experiencia del país, la dedicación exclusiva para ejecutar este mandato. Según fuentes del sector, el ejecutivo reporta directamente al consejero delegado, Alfredo Sáenz, con quien trabajó durante años cuando Urbis formaba parte del grupo Banesto,

En la actualidad, Santander aglutina bajo distintas marcas y cabeceras sus intereses en el sector del ladrillo. Por un lado, de acuerdo con la explicación oficial, Arredondo es el actual presidente de Santander Global Property, un fondo destinado a invertir en activos singulares a lo largo de las principales ciudades del mundo. Por otro lado, el banco confió a Manuel Castillo la creación de Altamira Real State, la promotora a través de la cual gesitona el stock de pisos y suelos embargados.

La tercera pata inmobiliaria se corresponde con el otrora famoso fondo de inversión Banif Inmobiliario, gestionado desde su plataforma de banca privada. A comienzos de año, Santander designó como primer ejecutivo del fondo a Juan Ignacio Ruiz de Alda, un ejecutivo de la máxima confianza de Emilio Botín, para resolver la liquidación ordenada de los activos hasta febrero de 2011, periodo durante el cual los partícipes permanecerán bloqueados para evitar los rembolsos masivos.