Koke, un canterano de la Selección“con más copas que un borracho”

Jorge Resurrección, ‘Koke’, está dejando atrás el cartel provisional de promesa del fútbol español. El centrocampista del Atlético de Madrid es una de las tres caras nuevas (junto al barcelonista Tello y al realista Íñigo Martínez) de la Selección Española para el amistoso de hoy miércoles en Ecuador. Los tres son recientes campeones de Europa sub’21 junto a Isco y Thiago, también en la lista, y ya sueñan con su debut con los mayores. Koke avisa de que han venido “a convencer a Del Bosque”.

El madrileño cuenta con amplia experiencia en la élite a pesar de sus 21 años. Sus grandes cualidades le hicieron destacar desde adolescente, debutando con el filial rojiblanco a los 16 años y siendo un fijo en todas las selecciones inferiores de España. Ha disputado dos Mundiales (sub’17 y sub’20), unos Juegos (2012) y los Europeos sub’17, sub’19 y el citado sub’21 de este año. Es, por tanto, uno más de los canteranos de la Selección, por lo que conoce la Ciudad del Fútbol de Las Rozas casi tanto como las instalaciones del Atlético en la vecina Majadahonda.

Vicente del Bosque ha dado una vez más un paso natural para suplir las bajas por descanso de varios de los importantes de la Selección campeona del mundo. La Roja funciona en ese sentido desde hace tiempo como un club, y los jóvenes que demuestran su valía en la élite no tardan en encontrar una oportunidad con la absoluta. Koke, en palabras del seleccionador, es un “jugador muy completo que lo tiene prácticamente todo”. Por ello es tan valorado en su club, donde Simeone le tiene alta estima y le ha concedido galones en la elaboración del juego dignos de un crack consagrado.

El Madrid se interesó por él

Por encima de todo, Koke es un buen futbolista. Se le notó en los diez minutos de su estreno en Primera. Abel Resino, cuando agonizaba como técnico colchonero a las primeras de cambio en la temporada 2009/10, le hizo debutar en el Camp Nou, ante el mejor Barça de la historia y con un marcador muy adverso para los madrileños. Pero las tres o cuatro intervenciones de Koke mostraron un jugador sin miedo, con buenas ideas e inteligente en el campo. Un par de temporadas más tarde, y tras renovar y evitar así el riesgo de ser fichado por un Real Madrid muy interesado en él, el Calderón ya había asumido que estaban ante alguien con gran futuro por delante.

De la manera más natural fue asumiendo responsabilidad y ganando peso en el equipo. Fue el último cambio (minuto 89) en la final de la Europa League en Bucarest el año pasado, en un gesto nada gratuito del Cholo. En la Supercopa ganada al Chelsea, ya sin Diego, ocupó plaza en el once inicial. Y en la Copa ganada al Real Madrid esta primavera fue de los mejores de su equipo y dio la asistencia en el gol definitivo. Al Europeo sub’21 posterior acudió con la seguridad de saberse un jugador importante. Y la llamada de Del Bosque y su probable debut los asume con total confianza y normalidad.

En el Atlético, hay cierto revuelo ante la aparición del talentoso Óliver Torres. Preguntado en privado por la sobre protección que el Cholo está teniendo con el extremeño en contraste con la apuesta hecha por Koke hace meses, un miembro del club lo veía claro: “¡No compares, por favor! Koke estaba formado, por eso ha levantado ya más copas que un borracho…”. En otras palabras, el medio madrileño ha tenido una capacidad enorme para adaptarse sin contratiempos y destacar con soltura en el fútbol de primer nivel, siendo importante en los triunfos de sus equipos. Si sigue así, no será extraño que se convierta más temprano que tarde en una pieza básica de las listas de 23 convocados para los grandes torneos de selecciones. Hoy, ante Ecuador, puede empezar su nueva aventura.