Helmut Marko manda en Red Bull: "Yo decido y, si es necesario, lo elevo al jefe"

¿Duro y despiadado, o realista y pragmático? ¿Figura en la sombra o el verdadero poder fáctico de Red Bull? La personalidad de Helmut Marko no deja a nadie indiferente. Pero tampoco nadie puede negarle su éxito y que llame a las cosas por su nombre, a pesar de lo cual sus mensajes no siempre se perciben por el resto del mundo de la misma manera.

Marko ofrece algunas claves de su personalidad y del funcionamiento interno de Red Bull en una reciente entrevista publicada en la británica GP International. Y a pesar de su controvertida figura pública, no se le puede negar coherencia ni tampoco su disposición para expresar su pensamiento de forma directa y honesta en un mundo, el de la Fórmula 1, atrapado por la corrección política e institucional.  

"Yo lo filtro, y si es necesario, lo elevo al jefe..."

El propio Marko nos ayuda situar lo que parece, desde el exterior, un posición difusa en la jerarquía de Red Bull. “No, no es cierto”, explicaba, negando ser el verdadero poder en Red Bull y Horner su “marioneta”, “somos un equipo, Christian tiene su parte, yo tengo mi  parte, Adrian (Newey) la suya, y trabajamos muy bien como equipo, nadie podría hacerlo por sí mismo para lograr esta pasión y esta cooperación entre Austria e Inglaterra que no fue muy buena en el pasado, pero que ahora funciona muy bien”.

Una suerte de 'primus inter pares' que no parece compadecerse con la respuesta a la pregunta obvia: ¿Y cual es su ‘parte’?. “Mi rol es director de Red Bull Racing junto con Christian y Mateschitz (el propietario de Red Bull). Todo lo concerniente al equipo llega a mí, y yo lo filtro, y si es necesario lo elevo al  jefe, así que tomo las decisiones finales (sobre qué se filtra o no). Es un canal muy fino para operar, que nos da la ventaja de que podemos reaccionar inmediatamente a cualquier problema que surja”, explica en la misma entrevista de la publicación británica. 

Quizás desde esta óptica se entiende mejor la dinámica y los acontecimientos vividos en Red Bull estos últimos años. Para empezar, su capacidad de reacción logística y técnica en el arco de todo un campeonato. Pero también esa esquizofrenia entre el mensaje de igualdad de oportunidades para sus pilotos y la realidad que parece emanar de Red Bull. 

Como por ejemplo, en el pasado Gran Premio de Malasia. Puede que resulte meramente anecdótico, pero aquel “c´mon, Sebastian, don´t be silly” exprese mucho sobre la relación de poder que rige en Red Bull. Y en manos de quién está dicho poder. "Intentamos encontrar la mejor solución para el equipo, y lo hacemos sin egos. No manejo el día a día, descansa en Christian. Si hay una decisión importante, o decido yo o, si es necesario, lo llevo ante Didi (Mateschitz)". 

"No pensé que sería tomado como una crítica a Mark"

¿Y si alguien con semejante posición opina sobre uno de sus pilotos como lo hizo Marco sobre Webber?. El austríaco también habla en la entrevista de GPI sobre ello y expresa su sorpresa ante las reacciones que suscitaron. Porque su intención era llevar a cabo una análisis objetivo sobre el australiano. “En primer lugar, la entrevista fue realizada en alemán, no fue comprobada por ser Navidad, y luego fue traducida a otros idiomas”, justificaba. “Se me preguntó por qué Vettel es campeón y Mark no, así que intenté explicar las diferencias y había algunos hechos para ello. No pensé que sería tomado como una crítica a Mark”.

Aplicando esa lógica tan directa y cruda que le caracteriza, Marko creía mostrarse aséptico en la comparación entre Webber y Vettel. “Mark siempre ha sido un piloto con buen reputación, y siempre se decía de él que “cuando tenga buen coche, será un ganador”. Y cuando llegó el coche bueno, desgraciadamente también lo tuvo Vettel. Así que, psicológicamente, ha debido ser muy duro para él”. Y resume “todas estas circunstancias son las que intenté explicar y la revista pensó que estaba contra Mark”. Y eso, que la revista era de la casa...

"Sobrevivir fue un gran logro"

En el fondo, de Marko emana una suerte de filosofía de la selección natural pura y dura. Fruto quizás también de una personalidad modelada por una trayectoria vital no apta para algunos jóvenes 'blanditos' del presente. Íntimo amigo Jochen Rindt (huérfano este de sus padres desde la infancia), ambos llevaron una vida trepidante, intensa y rebelde, una adolescencia de “vida salvaje, no encajábamos en el sistema de los buenos chicos”. 

Por ejemplo, cuenta cómo, entre muchas 'barrabasadas' llevaban a cabo competiciones donde “todo el mundo conducía, pero sólo si no se cometía un error. Y un error era cuando no se iba al límite, así que era juzgado por los otros”. Marko reconocía que “sobrevivir a aquella época fue un gran logro”. Con mentalidad pragmática y dura superó la pérdida de un ojo en el accidente que truncó su prometedora carrera como piloto. Además, vio desaparecer a su amigo del alma, Rindt, y a los los dos jóvenes pilotos a los que ayudaba para llegar a la Fórmula 1, Helmuth Koinigg y Markus Hottinger. Si alguna vez existieron los matices emocionales y la empatía en su interior, debieron quedarse por el camino.

"Vettel es increíblemente completo para su edad"

Se entiende así el patrón con el que mide a los miembros del Red Bull Junior Team. Y a los pilotos del primer equipo. “Le diría (a Webber) que no debería concentrarse en sus debilidades, sino en áreas donde no es tan sólido como Vettel. 'Trabaja en ellas', a veces alguien tiene que decírselo a un piloto. Yo estoy escuchando con mi radio a todo el mundo y cuando veo que algo puede ser mejor, se lo digo (al equipo)”.

A la vista de su admiración por Vettel, se entienden algunas historias conocidas por todos el seno de Red Bull. “Para su edad, es increíblemente completo y tiene el conocimiento de alguien diez años mayor. Esto, para empezar. Luego, entra en cada detalle y nunca se rinde. Mira lo que había en el coche, y luego en los boxes. Ve la foto global y se prepara mentalmente. Difícilmente lee la prensa, porque sabe lo que tiene y lo que tiene que rendir”. Ciertamente, Vettel es un piloto extraordinario, pero cuando se establecen órdenes de equipo a favor de Webber, alguien tan extraordinariamente inteligente, completo y maduro se las salta a la torera…

En el mundo de la lucha por la supervivencia que ha acompañado su vida, y del que la Fórmula 1 es un ecosistema extraordinariamente representativo, Helmut Marko tiene muy claro que la selección natural depura a los mejores. No tiene empacho para actuar en consecuencia. Otro tema es que una recalcitrante realidad no siempre se acomode al que pretende transmitirnos.