Todo lo que Bárcenas ignora del Lazarillo de Tormes

Vivimos en tiempos “toscos y bastos… estilo Bárcenas”. El extesorero del PP ha marcado tendencia en todo lo burdo y malo. Nada que ver con los pícaros clásicos de este país. Nada que ver con el mayor estafador de toda nuestra historia literaria, el Lazarillo de Tormes.

Esta visión negativa de la actualidad es expresada por Francisco Rico, académico y director de la Biblioteca Clásica de la RAE, que considera que, al menos, la sociedad del Lazarillo era más sutil, alegre y fina que la actual. Por ello no dudó en reafirmar las palabras que en su día dijo Octavio Paz: “La gente en el siglo XVIII era más feliz que ahora”.

Esta vigencia del género de la picaresca ha sobrevolado toda la presentación de los nuevos volúmenes de la Biblioteca Clásica presentados en Caixa Fórum (El Lazarillo de Tormes, La lozana andaluza y el Guzmán de Alfarache), ya que el reflejo con la realidad actual, llena de trampas y truhanes,  es más que evidente, como ha señalado Jaume Giró, director general adjunto de la Fundación “La Caixa”.La sociedad del Lazarillo era más sutil, alegre y fina que la actual

Rico considera también imprescindible la labor de los clásicos de nuestra literatura en "la formación de los sectores menos preparados de la sociedad", ya que conocer nuestro lenguaje es fundamental.

Un lenguaje que hace pocos días el director de la RAE, José Manuel Blecua, consideraba que los políticos utilizaban para falsificar la realidad y conseguir réditos electorales. Una opinión no compartida por Rico, que considera que los políticos son "demasiado tontos para hacer algo interesante".

Clásicos modernos

Menos crítico con la sociedad se mostró Mario Vargas Llosa, invitado de honor en el acto, en su intervención, en la que pidió un esfuerzo para que nuestros grandes clásicos no queden confinados a unas minorías universitarias o académicas, sino que lleguen a todo el mundo y puedan descubrir que también son divertidas, además de modernas. Una modernidad de la que el mismo premio Nobel se ha quedado sorprendido al revisar La lozana andaluza, "una obra atrevida y sin ningún tipo de pudor en su tratamiento del sexo" y que, además, fue escrita por Francisco Delicado, un “cura putañero”, como el mismo Vargas Llosa lo definió.

Todos los participantes en la mesa, en la que también se encontraban Luis Gómez Canseco, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Huelva y Folke Gernert, de la Universidad de Trier, alabaron esta libertad del género de la picaresca española, lo que le hace perfectamente asequible para un público que actualmente vive sumergido en sagas literarias o best sellers.