Pietro y Antonia disfrutan (por fin) de su amor en 'La Moderna': así ha sido su primera cita

• Avance del capítulo 148 de La Moderna del jueves, 25 de abril
• Doña Carla restriega su victoria en La Moderna frente a una Matilde destruida por su ruptura con Íñigo

Pietro y Antonia se sinceran sobre sus sentimientos en el Salón de té La Moderna. Los amigos de la corrala tendrán su primera cita romántica en el episodio de este jueves de la ficción de sobremesa de la cadena pública, mientras que Íñigo colabora con Jacobo para desenmascarar a doña Carla. Además, don Fermín plantea a Teresa la posibilidad de contratar a una segunda encargada.

En el capítulo anterior, Carla se ha jactado de su victoria delante de Matilde, mientras que la dependienta se ha mostrado escéptica con Íñigo y decide alejarle de su vida, y lo mismo ha hecho Pietro con Antonia. Tras renegar de su amor, el italiano se ha marchado, dejando una conversación pendiente.

Jacobo está cansado de que Íñigo le tache de mentiroso. Finalmente, el empresario quiere escuchar lo que tiene que decirle sobre Carla. "Intentaré confiar en usted", confiesa. Las pesquisas del joven se centran en el inspector Ocampos, el encargado del atentado producido en La Moderna. Según el hijo ilegítimo de su gran amigo, el policía siempre sospechó de la villana como posible inductora del asesinato de Jaime.

Mario besa a Teresa

Ocampos se estaba acercando tanto a la verdad que Carla utilizó sus influencias para que le obligaran a cerrar el caso. Así se lo hace saber a Íñigo que sigue insistiendo en que Aguirre está detrás de todo. "Si lo hizo es porque Carla le instó a ello". Ambos están de acuerdo en que deben ser más inteligentes que la manipuladora viuda de Morcuende. El empresario solo tendrá que fingir su desprecio por el joven que ha suplantado la identidad del hijo de don Jaime.

Antonia le confiesa a Pietro que tiene sentimientos hacia él, pero todavía tiene que averiguar de qué tipo, ya que valora mucho su amistad y es un vínculo que no quiere perder. "Me da miedo no saber ser feliz con otra persona", confiesa la veterana dependienta. La mujer necesita descubrir, a su ritmo, qué hay entre ellos. El italiano sonríe y esperará el tiempo que haga falta. Marta aplaude desde el interior de la casa ante la bonita estampa.

Íñigo se presenta en el salón de té para hablar con Matilde. El empresario le asegura que Carla es la responsable de los últimos acontecimientos, en los que se han visto envueltos. El propietario del Madrid Cabaret al fin tiene la certeza de que Jacobo dice la verdad. Sin embargo, la dependienta sigue desconfiando de él. Por su parte, Elías asegura que Mario habló de unas inversiones millonarias. El camarero ha caído en la trampa de la expareja de Teresa.

Doña Carla invita a Íñigo a una merienda que organizará en su casa con motivo de la jornada electoral, a la que también acudirá Fabio del Moral. Mientras, Antonia intenta hacerle ver a Matilde que quizás Íñigo esté diciendo la verdad, pero ella insiste en que es un mentiroso. No parece que su percepción hacia él vaya a cambiar, al menos de momento.

Su compañera cree que Íñigo pudo ocultar la realidad para proteger a don Jaime, que era uno de sus grandes amigos. "Si tienes una mínima duda, piénsalo", le sugiere a Matilde, tras hacerle ver que sería un error dejar escapar al amor de su vida.

Laurita se sincera con Celia sobre los últimos roces que ha tenido con su hermana. La reportera gráfica asegura que la relación con sus padres se fue enfriando y a día de hoy ya no se habla con ellos. La joven le recomienda que no tense la cuerda con Inés y confíe en ella. Antes de irse, la fotógrafa retrata a la publicitaria en su despacho.

Por otro lado, César recibe un obsequio de sus conocidos franceses y teme que estén más cerca de lo que cree. En las galerías, don Fermín habla con Teresa sobre sus recientes despistes. El jefe de La Moderna es consciente de que está desbordada y le propone nombrar una segunda encargada que pueda echarle una mano, una iniciativa que toma por recomendación de doña Lázara.

Finalmente, Íñigo acude a la merienda en casa de Carla, pero trae un invitado muy especial. La anfitriona asegura que "no viviremos en un país moderno hasta que las mujeres puedan votar". Parece la única certeza que ha dicho en mucho tiempo. Mientras, Antonia se prepara para su primera cita con Pietro por el Retiro. La dependienta está nerviosa. "¡Qué guapa!, dice Pietro al llegar a su casa. Por otro lado, Jacobo se presenta por sorpresa en casa de su archienemiga e Íñigo monta en cólera y finge delante de Carla, tal y como ambos habían planeado.

Mario se insinúa a Teresa y besa a la encargada que, enseguida, se aparta. Mientras, Pietro y Antonia vuelven de su paseo por El Retiro. Ninguno de ellos ha podido votar, uno, por ser extranjero y la otra, por ser mujer. El italiano le coge de la mano, mientras ella admite que le van a costar mucho esos gestos románticos.