Los pros y los contras de la candidatura de Blanca Paloma para ganar Eurovisión 2023
"Es una obra muy completa, tiene giros interesantes, ella muestra unas cualidades vocales fantásticas, pero para ver en Eurovisión, me aburre", asegura la musicóloga Zara Codeseira
Cierto es que la fórmula del Benidorm Fest, con sus más y sus menos, ha aportado frescura y renovado el interés sobre Eurovisión, pero todas sabemos que la propuesta de Blanca Paloma no está arrastrando el fervor que vivimos el año pasado. Es natural, la propuesta de Chanel, a pesar de haber tenido que sobrevivir a todos los rumores del tongo del Benidorm Fest, tenía muchísima fuerza y ella, por sí misma, también.
Este año la victoria se la ha llevado Blanca Paloma, habiendo pasado por segundo año consecutivo todos los filtros de RTVE para estar en la gala de Benidorm. Este año su propuesta es más acertada, tiene una gran voz, la puesta en escena es llamativa y ese toque flamenco y electrónico con su guiño a lo Rosalía nos ayudará en el escenario inglés.
Evidentemente, ante las virtudes de la canción también hay grises… el año pasado los ucranianos Kalush Orchestra se llevaron el primer puesto y, aunque fuera por su situación bélica, el hecho es que la canción ganadora fue una nana. ¿Por qué acudimos al festival con otra nana? El tema es, sin duda, interesante, pero ¿cuándo se lleva la victoria en Eurovisión una canción cuyo mejor adjetivo para describirla es "interesante"?
Una historia profunda para traspasar fronteras
Una buena parte de la fuerza de la Eaea es todo su trasfondo personal, la nana, la historia de la abuela, todo un entramado escénico para representar el abrazo con el mantón de manila… y es que lo estoy escribiendo y me interesa y me emociona tanto como me aburre.
Suena contradictorio, pero, me interesa a nivel musicológico, es una obra muy completa, tiene giros interesantes, ella muestra unas cualidades vocales fantásticas, pero para ver en Eurovisión, me aburre. Y como los humanos somos bastante predecibles, no me voy a quedar aquí pensando que mi pensamiento es único y verdadero… seguramente mucha gente tendrá en la cabeza algo similar. Pero, bueno, es a lo que te arriesgas si cantas una nana —aunque sea hecha bulería—, a que la gente se duerma.
Si de verdad es capaz de expresar todo ese contenido, toda esa "historia de amor que va más allá de la muerte" —en sus propias palabras—, entonces conquistará al público de Liverpool. Porque la canción tiene fuerza y Blanca Paloma tiene presencia en el escenario.
El flamenco como herramienta para el triunfo
Nos podemos sentir más o menos identificados con el flamenco, pero sería iluso pensar que no es un elemento representativo de España a nivel internacional.
Este año llevamos una apuesta flamenca y da la sensación de que es algo que repetimos sin parar, por ello me he puesto a repasar cuántas veces hemos tenido obras flamencas representando a España en Eurovisión. Y la verdad es que, a pesar del cliché, solo hemos acudido al Festival interpretando flamenco en cinco ocasiones desde 1961.
- Peret (Canta y sé feliz)
Peret interpretó en Brighton Canta y sé feliz, una rumba catalana con el propio Peret a la guitarra y un grupo de palmeros y coristas. Alcanzó el noveno puesto y se convirtió en un gran éxito en España, llegando a ser una de las más populares de la carrera del cantante.
- Remedios Amaya (¿Quién maneja mi barca?)
En 1983, Remedios Amaya, una de las grandes cantaoras de flamenco de España, representó a España en Múnich con la canción ¿Quién maneja mi barca?. A pesar de que se recuerda como una de las actuaciones más auténticas y emotivas de nuestro país en Eurovisión, logró la posición 19.
En 1990, las hermanas Salazar, más conocidas como Azúcar Moreno, llevaron su rumba flamenca 'Bandido' a Zagreb
- Azúcar Moreno (Bandido)
En 1990, las hermanas Salazar, más conocidas como Azúcar Moreno, llevaron su rumba flamenca Bandido a Zagreb. Con un quinto puesto, su tema se convirtió en un gran éxito internacional, vendiendo más de 1.500.000 copias.
- Antonio Carbonell (¡Ay, qué deseo!)
En 1996, Antonio Carbonell interpretó la canción ¡Ay, qué deseo! compuesta por Ketama en Oslo. Con una voz poderosa, el cantante y compositor español defendió una fusión entre flamenco y pop con la que logró la posición 20 en el festival.
- Son de Sol (Brujería)
En 2005, el grupo Son de Sol presentó su canción Brujería en Kiev, una canción que más bien hace una mezcla entre flamenco y música latina; también compuesta por Ketama. A pesar de su pegadizo ritmo y del colorido vestuario, el tema solo logró el puesto 21.
- Blanca Paloma (Eaea)
Hoy descubriremos el resultado de Blanca Paloma con una apuesta flamenca intimista, alejándonos del jolgorio rumbero. Hasta el momento los resultados de llevar flamenco a Eurovisión han sido muy dispares, las apuestas nos sitúan en un creo que merecido Top10. Habrá que ver la defensa del resto de los países en Liverpool y que las votaciones nos sean benévolas. Cruzaremos los dedos.
Cierto es que la fórmula del Benidorm Fest, con sus más y sus menos, ha aportado frescura y renovado el interés sobre Eurovisión, pero todas sabemos que la propuesta de Blanca Paloma no está arrastrando el fervor que vivimos el año pasado. Es natural, la propuesta de Chanel, a pesar de haber tenido que sobrevivir a todos los rumores del tongo del Benidorm Fest, tenía muchísima fuerza y ella, por sí misma, también.
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