Frenazo del megaproyecto de Arabia Saudí: alojará 300.000 personas en lugar de 1,5 millones

The Line, el rascacielos de 170 kilómetros de largo que Arabia está construyendo en el desierto y que es punta de lanza del megaproyecto futurista Neom, tenía previsto alojar a 1,5 millones de personas en 2030. Sin embargo, las autoridades acaban de rebajar sus ambiciones y estiman que el edificio albergará a menos de 300.000 personas para el final de la década.

Neom es el sueño del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, de crear una “nueva Europa” y “revolucionar nuestra civilización”. Se trata de un proyecto de 1,5 billones de dólares con el que el reino saudí quiere transformar la economía del país, que hasta ahora ha dependido casi exclusivamente de la venta de petróleo. El plan es convertir la región en algo similar a lo que es Hong Kong para China, un lugar moderno y cosmopolita regido por la sostenibilidad, la innovación y el emprendimiento y que además sea uno de los mayores destinos turísticos del mundo.

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The Line es el emblema de este sueño: un descomunal rascacielos formado por dos edificios paralelos con fachadas de espejo que medirán 500 metros de alto por 170 kilómetros de largo y que unirán el golfo de Aqaba con el desierto a través de una cadena montañosa.

The line es una ciudad en un solo rascacielos, no una serie de edificios consecutivos ensamblados uno al lado del siguiente. El faraónico rascacielos no tendrá coches y sus ciudadanos podrán acceder a todos los servicios necesarios a solo 5 minutos a pie. Si necesitan ir a la otra punta de la ciudad lo podrán hacer en unos 20 minutos gracias a un transporte tipo 'hyperloop'.

Se desinflan las previsiones

La intención de Bin Salmán al arrancar el proyecto era tener terminada la construcción —que el príncipe heredero denomina “mis pirámides”— para 2030. Las obras de The Line ya han arrancado, sin embargo, fuentes del gobierno consultadas por Bloomberg dicen ahora que solo podrán completar 2,4 kilómetros del proyecto para el final de la década.

Esas mismas fuentes aseguran que la construcción únicamente podrá albergar a menos de 300.000 residentes para 2030, mucho menos de los 1,5 millones que se estimaban en un principio. La consecuencia inmediata de este recorte es que al menos un contratista ha empezado a despedir a parte de los trabajadores que emplea en la obra, según un documento visto por Bloomberg.

Junto con The Line, los planes de Neom incluyen una ciudad industrial, puertos y desarrollos turísticos que sirvan de banco de pruebas para tecnologías que podrían revolucionar la vida cotidiana. También tiene previsto albergar los Juegos Asiáticos de Invierno en 2029 en una estación de montaña llamada Trojena.

Retraso a corto plazo, como mínimo

El plan ahora es seguir trabajando en The Line. A pesar del retraso y las dudas económicas, las fuentes de Bloomberg aseguran que se van a mantener sus objetivos generales, mientras se sigue avanzando en las otras patas del proyecto Neom.

Además de las nuevas regiones que se quieren construir, hay un plan para crear una nueva línea aérea global, una liga de fútbol puntera que ya está atrayendo, y bañando en oro, a algunos mejores jugadores del planeta o una inversión de 100.000 millones de dólares en chips y electrónica.

Sin embargo, su gran éxito hasta ahora es su nueva planta de energía que será tan grande como los sueños megalómanos de sus creadores. Su objetivo es generar 4GW de energía renovable para ayudar a la producción de hasta 600 toneladas diarias de hidrógeno verde, lo que convertiría a Arabia Saudí en uno de los mayores productores de hidrógeno del mundo. Este proyecto ya ha levantado los 8.400 millones de dólares necesarios para su construcción y podría estar listo a finales de 2026.

Problemas de financiación

Más allá de los posibles problemas urbanísticos de los que ya hemos hablado aquí, el frenazo de The Line se produce cuando el fondo soberano del reino aún no ha aprobado el presupuesto de Neom para 2024. El megaproyecto se pagará, supuestamente, con un plan de desarrollo económico que han llamado Visión 2030 que tiene el objetivo de liberar al reino de su dependencia de los petrodólares mediante la venta de una participación de su gallina de los huevos de oro, la petrolera estatal Saudi Aramco, y la creación del mayor fondo soberano del mundo.

Sin embargo, un reciente artículo del Wall Street Journal aseguraba que el efectivo de ese fondo se redujo aproximadamente en tres cuartas partes, hasta unos 15.000 millones de dólares, en el mes de febrero. Esto, dice el diario económico, sería el nivel más bajo desde diciembre de 2020, que es cuando el fondo empezó a compartir sus datos.

Por otro lado, Arabia Saudí ha arrancado el año con dos grandes ofertas de deuda pública y, según explica el WSJ, también ha recurrido al endeudamiento para poder mantener abierto el grifo de gasto. Sin embargo, la caída del precio del petróleo unido a la subida de los intereses se lo va a poner difícil.

Karen Young, investigadora del Instituto de Oriente Medio y de la Universidad de Columbia, en EEUU, afirmó para el medio neoyorquino que muchos de los grandes proyectos pueden verse frenados o paralizados a medida que aumenten los costes y se aclare su eficacia. Aunque es probable, dice, que el reino saudí siga inyectando dinero durante los próximos años. "Creo que se producirá un derroche hasta 2030 y luego habrá un castigo", afirma la investigadora.