Los científicos desconocen la civilización que creó el mapa estelar de la supernova perdida
El mapa estelar más antiguo descubierto hasta la fecha reproduce con pasmosa precisión la posición de astros y constelaciones que vemos en el cielo actual
Investigadores italianos aseguran haber descubierto el mapa de estrellas más antiguo encontrado hasta la fecha. El mapa está tallado a mano en un disco de piedra hallado en el noreste de Italia y, según el equipo, puede tener 2.400 años de antigüedad y pertenecer a una civilización prácticamente desconocida. Además, entre los objetos que representa hay una estrella que no concuerda con ninguna de las que se ven en el cielo actualmente.
El disco de piedra tiene unos 50 cm de diámetro y 30 cm de profundidad. Fue encontrado junto a otro de similares características en la puerta de un castelliere en Rupinpiccolo, un pueblo del Karst de Trieste. Los castelliere son antiguas fortificaciones empleadas en la región desde 1800-1650 a.C. hasta el 400 a.C. El de Rupinpiccolo no es solo uno de los más importantes y mejor conservados, sino también el primero en ser descubierto.
A pesar de que ambas piedras tienen un tamaño y forma similares, uno de ellos muestra meticulosos grabados realizados a mano que reflejan constelaciones específicas de estrellas como Escorpio, Orión, Casiopea y las Pléyades. El otro disco, sin embargo, no lleva ningún tipo de grabado y los investigadores piensan que podría representar al Sol.
El astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica de Trieste (INAF), Paolo Molaro, y el arqueólogo de la Universidad Ca' Foscari de Venecia, Federico Bernardini, han estudiado las piedras y han presentado sus resultados en un reciente artículo para la revista alemana Journal Astronomische Nachrichten, la publicación de astronomía en activo más antigua del planeta.
Un mapa de 2.400 años
Según los autores del estudio, el mapa muestra el cielo sobre Rupinpiccolo hace unos 2.400 años. De ser cierto, esto lo convierte en el más antiguo jamás descubierto.
"Se puso en contacto conmigo Federico Bernardini, a quien no conocía, diciéndome que necesitaba un astrónomo", cuenta Molaro en una nota de prensa del INAF. "Parecía haber identificado la constelación de Escorpio en una piedra del Carso. Mi primera reacción fue de incredulidad, dado que la parte meridional de Escorpio está justo por encima del horizonte en nuestras latitudes. Pero luego, al descubrir que la precesión de los equinoccios la elevaba unos 10-12 grados y la impresionante coincidencia con la constelación, empecé a profundizar en la cuestión. Así identifiqué Orión, las Pléyades y, al fondo, Casiopea".
El equipo ha identificado 29 marcas en la piedra —24 en un lado y cinco en el otro— que coinciden exactamente con las constelaciones a las que se refiere Molaro. La hipótesis que manejan los investigadores es que los grabados fueron realizados probablemente por la misma persona utilizando un martillo y un cincel de metal rudimentario con una punta de 6-7 mm, según se aprecia por los ángulos de corte.
Los investigadores sostienen que el solapamiento es tan preciso que es altamente improbable que la disposición de esos signos sea fruto del azar. Además, aseguran, las desviaciones de las posiciones verdaderas con las del disco son del orden del tamaño de los signos, lo que demuestra un cuidado considerable en la ejecución.
Falta una estrella
Sin embargo, de esos 29 símbolos grabados en la piedra, hay uno que no concuerda con la posición de las estrellas que se ven en el cielo actual. Ha desaparecido.
Los investigadores especulan con que podría haberse puesto a propósito y que se tratase de una supernova o una de las llamadas supernovas fallidas: objetos que los astrónomos llaman transitorios y que aparecen en un momento dado y luego vuelven a desaparecer. Molaro y Bernardini también sugieren que se podría tratar de un agujero negro situado en esa sección del cielo.
Otra de las grandes cuestiones para los investigadores es quién ha podido crear este mapa. No está claro quienes habitaban el castelliere de Rupinpiccolo hace 2.400 años. Se sabe que no podían escribir, pero aún queda mucho por descubrir sobre ellos.
El mapa de estrellas más antiguo
Hasta ahora, el mapa de estrellas más antiguo que hemos descubierto es el disco de Nebra de Alemania, un objeto de bronce con apliques de oro en el que se pueden ver el Sol, la Luna y las Pléyades. Está datado hacia 1600 a.C., pero se trata de una representación simbólica que está lejos de la exactitud que muestra el disco que han descubierto los investigadores en Trieste.
Hasta el siglo I a.C. no se han encontrado mapas celestiales más precisos. Los investigadores creen que estos mapas derivan probablemente del catálogo de estrellas de Hipparcos, que data del 135 a.C.
“Aceptando una datación protohistórica del artefacto, el trazado relativamente preciso de los asterismos en la piedra de Rupinpiccolo sería, por tanto, al menos algunos siglos anterior”, explica la nota de prensa. “Y demostraría la existencia de una sorprendente curiosidad por la astronomía ya en la Europa protohistórica”.
Investigadores italianos aseguran haber descubierto el mapa de estrellas más antiguo encontrado hasta la fecha. El mapa está tallado a mano en un disco de piedra hallado en el noreste de Italia y, según el equipo, puede tener 2.400 años de antigüedad y pertenecer a una civilización prácticamente desconocida. Además, entre los objetos que representa hay una estrella que no concuerda con ninguna de las que se ven en el cielo actualmente.