Las nuevas naves y vehículos espaciales del futuro según la NASA y Lego
Desarrollada en colaboración con la NASA, la nueva serie de Lego Technic muestra el futuro cercano y lejano de la exploración marciana
No es la primera vez que la NASA colabora con Lego en la creación de modelos. Desde el increíble cohete Saturno V al Apollo 11 Lunar Lander o el Mars Perseverance Rover, la compañía danesa tiene una larga obsesión con el espacio que se remonta a finales de los años 70, cuando lanzaron la legendaria línea de Lego Space. Ahora es la primera vez que los de Billund sacan modelos Lego Technic, su línea más complicada de diseño mecánico.
Han lanzado cuatro ‘sets’: Un rover donde puede vivir una tripulación, un carguero pesado de despegue vertical, un rover tripulado de carga y un planetario.
Los sets también introducen un color completamente nuevo en el mundo Lego, código 402, un naranja rojizo que hemos visto muchas veces en simulaciones 3D de la NASA y SpaceX o en la película The Martian, del director Ridley Scott.
El Mars Crew Exploration Rover
Este rover tripulado realizado a escala minifig —los pequeños humanos de Lego— tiene seis ruedas con suspensión independiente para poder moverse con estabilidad por el irregular paisaje marciano (o en el parque aquí en la Tierra).
El rover es producto del trabajo de colaboración directa con los ingenieros de la agencia espacial norteamericana. Según sus diseñadores —el diseñador senior de modelos Lee Magpili y el diseñador de modelos Samuel Tacchi— el rover está inspirado en los planes para el “futuro inmediato” de la NASA en Marte.
En su interior tiene todo el equipamiento que la NASA espera incluir en sus grandes vehículos de exploración marcianos, que actuarán de pequeños campamentos móviles. Estación de generación y carga eléctrica con cápsulas de hidrógeno, zona de trabajo y hasta inodoros.
El Mars Crew Exploration Rover tiene 1.599 piezas y un precio de 150 euros.
VTOL Heavy Cargo Spaceship y Surface Space Loader LT78
Tanto la nave espacial de carga pesada con despegue vertical como el portacargas de superficie no son diseños de la NASA aunque están inspirados en una visión de un futuro más lejano en nuestra presencia en el Planeta Rojo.
El primero parece un cruce entre la nave de exploración USCSS Prometheus de la clase Heliades —el vehículo de ciencia ficción de la película Prometheus de Ridley Scott— y un Bell Boeing V-22 Osprey, el vehículo de carga de despegue vertical de los Marines de los Estados Unidos. Es el diseño más atractivo y jugable de los tres, con un sistema mecánico para mover los reactores, el sistema de carga de módulos y el tren de aterrizaje, además de una cabina de mando que se autonivela como si tuviera un sistema de giroscopios. Cuenta con 1.365 piezas y tiene un precio de 100 euros.
El Surface Space Loader parece también salido de un film de Scott o una ilustración del legendario diseñador de conceptos futuristas Syd Mead. Tiene un sistema de suspensión de altura variable. Con 435 piezas, el vehículo cuesta sólo 40 euros.
Nuevo planetario
Por algún motivo, Lego no para de sacar planetarios al mercado (y espero que no paren, porque todos son fantásticos). El cuarto modelo Technic es un planetario con el Sol, la Tierra y la Luna que le caerá a mi hijo las navidades que viene. Es totalmente móvil, imitando el movimiento real de estos cuerpos celestes. Tiene 526 piezas y cuesta 80 euros.
Los secretos de la Lego House
Porque eso es precisamente lo único negativo de estos fabulosos sets del espacio: No están disponibles todavía. Son modelos que podremos comprar a partir de marzo del 2024.
Entre tanto, si alguno está interesado en un buen regalo para algún fan de Lego, os voy a hacer un Paco Umbral y hablaros de mi libro: The Secrets of Lego House, que sólo cuesta 28,77 euros en Amazon. No me llevo un céntimo de las ventas, desgraciadamente, pero este volumen de tapa dura y gran formato no sólo está repleto de fotografías fantásticas del centro del universo Lego —la Lego House, un museo interactivo construido en el centro de Billund, la ciudad donde se fundó la compañía— sino que además explica en profundidad los fundamentos de la filosofía de ‘Learning through play’, un método de enseñanza y estimulación de la creatividad producto de años de investigación sobre cómo funciona el cerebro estimulado por la actividad manual para resolver problemas complejos. Una investigación que cuenta con varias publicaciones en diarios científicos revisados por pares realizados por profesores del MIT, Harvard y otras grandes instituciones en colaboración con la fundación danesa.
El ‘learning through play’ (literalmente, “aprender jugando”) parte de la base que el ser humano primitivo desarrolló su habilidad mental que condujo a la innovación tecnológica a partir del juego y la experimentación, una capacidad básica y fundamental de los homínidos como el Sapiens o el Neandertal. Por supuesto, no funciona solo con Lego sino con cualquier cosa, pero los daneses lo llevan al extremo, dedicando un 60% de los beneficios de la compañía en la creación de colegios por todo el mundo basados en esta filosofía.
No es la primera vez que la NASA colabora con Lego en la creación de modelos. Desde el increíble cohete Saturno V al Apollo 11 Lunar Lander o el Mars Perseverance Rover, la compañía danesa tiene una larga obsesión con el espacio que se remonta a finales de los años 70, cuando lanzaron la legendaria línea de Lego Space. Ahora es la primera vez que los de Billund sacan modelos Lego Technic, su línea más complicada de diseño mecánico.