Un orbe orgánico descubierto a 3 kilómetros de profundidad desconcierta a los científicos

"Como el principio de una película de terror". Eso es lo que dijo uno de los científicos del NOAA cuando descubrieron una extraño orbe dorado en el mar de Alaska, un objeto en apariencia orgánico que no corresponde a ninguna forma de vida conocida y que podría ser un extraño y enorme huevo de una especie nunca antes catalogada.

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La expedición llevada a cabo por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica se encontraba a 3,2 kilómetros bajo el agua cuando se toparon con este enigma flotando en el fondo marino de las costas de Alaska. Mientras transmitían su expedición por internet, los espectadores y el equipo de investigación pudieron observar el orbe, que presentaba una textura similar a la piel. Viendo el agujero en su brillante superficie, uno de los investigadores comentó que parecía que algo había agujereado este orbe. "Algo intentó entrar", afirmó en directo para añadir ominosamente: "O salir".

Una forma de vida desconocida

Mientras el equipo hablaba sobre la mejor manera de acercarse a observar o recoger el objeto, otro bromeó: "Sólo espero que, cuando lo toquemos, algo no decida salir". La textura del globo áureo, dijo otro, era "similar a la piel". Su origen parecía orgánico. A primera vista, sus dos teorías eran que podía ser una especie de esponja o un huevo de alguna criatura desconocida. La falta de anatomía obvia en el objeto inclinaron la balanza hacia la teoría del huevo.

Kerry Howell, una bióloga especializada en los ecosistemas de aguas profundas, expresó su asombro ante el hallazgo. Según ella, aunque es común encontrar nuevas especies en misiones exploratorias. Lo que es nuevo es encontrarse con algo imposible de clasificar en las taxonomías existentes. Lo que hace a este descubrimiento tan inusual, afirma, es que no pueden determinar con certeza qué es. Si es un huevo, dice, ¿a qué criatura pertenece? "Lo inusual de esto es que ni siquiera estamos seguros de qué es. ¿Es un huevo, es una esponja, qué es? Apostamos por el huevo debido a la textura. Parecía carnoso y no tiene una anatomía obvia. Sí tiene un agujero que sugiere que algo ha entrado o salido. Pero no se parece a ningún huevo que haya visto", comenta.

Finalmente, el equipo consiguió recuperar el objeto delicadamente, trayéndolo a la superficie, donde esperan analizar su código genético en el laboratorio para obtener alguna pista de qué puede ser o con qué tipo de ser puede estar relacionado. Por ahora, siguen sin tener ni idea.

El océano sigue siendo el gran desconocido

El océano sigue siendo uno de los lugares menos explorados de nuestro planeta. A lo largo de los años, se han descubierto numerosas criaturas en las profundidades han desafiado nuestra comprensión de la biología marina. El descubrimiento del equipo del NOAA vuelve a subrayar esa vastedad y misterio, así como la importacia de continuar con las expediciones y la investigación en estas áreas inexploradas.

La prueba está en que, durante los últimos años, decenas de misiones submarinas han estado encontrando especies de forma constante. Por ejemplo, taxónomos y editores de revistas científicas de todo el mundo seleccionan la lista WoRMS, un ‘top 10’ de las casi 2.000 fascinantes nuevas especies marinas que, de media, son descubiertas cada año.

El estudio del Atlántico profundo, que ha tardado cinco años en realizarse, ofrece un detalle sin precedentes de 12 especies nuevas para la ciencia que incluyen musgos marinos, moluscos y corales que nunca se habían observado debido a la profundidad de su hábitat. Mientras, la expedición en las aguas de Puerto Rico llevada a cabo por otro equipo de investigación del NOAA, descubrió la Duobrachium sparksae, una nueva especie de medusa peine.

A pesar de estas expediciones y los avances en la tecnología, todavía hay millones de kilómetros cuadrados sin explorar así como un número indeterminado de criaturas desconocidas que podrían tener propiedades y características nunca vistas en ninguna otra especie del planeta y quizás vitales para la supervivencia de nuestra propia especie.