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La ESA descubre un exoplaneta que es un espejo y no debería existir
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con nubes metálicas y tormentas de titanio

La ESA descubre un exoplaneta que es un espejo y no debería existir

Los científicos han detectado un planeta con nubes metálicas que refleja el 80% de la luz de su estrella, convirtiéndolo en el mayor 'espejo' conocido del universo

Foto: Posible aspecto de LTT9779 b según la ESA. (ESA/Cheops)
Posible aspecto de LTT9779 b según la ESA. (ESA/Cheops)

El exoplaneta LTT9779 b es un gigante gaseoso del tamaño de Neptuno que está situado a unos 260 años luz de nuestro planeta. Su composición hace que esté cubierto por unas nubes metálicas que descargan lluvias de titanio y, según acaba de descubrir un grupo de investigadores, reflejar el 80% de la luz que le llega de su estrella, convirtiéndolo en el planeta más brillante jamás observado.

Foto: (Midjourney - Novaceno - OK)

La fracción de luz que refleja un objeto se conoce como "albedo". Según explica la Agencia Espacial Europea (ESA), lo normal es que el albedo de los planetas sea bajo, ya sea porque su atmósfera refleja la luz o porque su superficie es oscura. Sin embargo hay excepciones y algunas las encontramos pegadas a la Tierra. Si miramos al cielo por la noche podemos ver, además de la Luna, que el planeta más brillante es Venus, capaz de reflejar cerca del 75% de la luz que recibe del Sol debido a que sus densas nubes son muy reflectantes.

La Tierra, por ejemplo, solo refleja un 30% de la luz que llega de nuestra estrella. Sin embargo, la LTT9779 b no solo supera a Venus en capacidad reflectante, sino que se ha convertido ahora en el planeta más brillante jamás observado por los astrofísicos. Para detectarlo, los investigadores han usado las mediciones de distintos instrumentos de alta precisión, como Cheops, el Satélite de Caracterización de Exoplanetas de la ESA o los telescopios espaciales James Webb y Hubble.

Un planeta que no debería existir

El LTT9779 b fue descubierto en 2020 gracias a la misión TESS de la NASA y algunos instrumentos terrestres como el HARPS de Chile. "Es un planeta que no debería existir", afirma Vivien Parmentier, coautora del estudio publicado recientemente en la revista Astronomy and Astrophysics e investigadora de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, y del Observatorio de la Costa Azul, en Francia. "Cabe esperar que la atmósfera de este tipo de planetas sea arrastrada por su estrella, dejando tras de sí rocas desnudas".

El LTT9779 b orbita da una vuelta completa alrededor de su estrella, de tamaño muy similar al del Sol, cada 19 horas. Esta proximidad hizo que los investigadores supusieran que hace demasiado calor para que los materiales que lo componen se condensaran en nubes. Según la ESA, se piensa que la atmósfera de este planeta puede alcanzar temperaturas superiores a los 2.000 grados Celsius.

Sin embargo, las extrañas nubes metálicas del LTT9779 b —que el equipo cree que están formadas predominantemente por silicato (vidrio) y titanato, una sal que contiene titanio— pueden haber salvado la atmósfera del planeta. "Las nubes reflejan la luz e impiden que el planeta se caliente demasiado y se evapore", explica Sergio Hoyer, autor principal del estudio y científico planetario del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, en Francia, y científico de la misión Cheops. "Mientras tanto, ser altamente metálico hace que el planeta y su atmósfera sean pesados y más difíciles de expulsar".

Un planeta menguante donde llueve titanio

La gran abundancia de gases de silicato y titanato presentes en la atmósfera del LTT9779 b puede hacer que se conviertan en líquidos, dicen los investigadores, de forma similar a como la condensación se forma en un cuarto de baño tras una ducha caliente.

placeholder El satélite Cheops. (NASA)
El satélite Cheops. (NASA)

“Para calentar un cuarto de baño, se puede enfriar el aire hasta que se condense el vapor de agua o se puede dejar correr el agua caliente hasta que se formen nubes porque el aire está tan saturado de vapor que ya no puede contener más”, asegura Vivien. “Del mismo modo, el LTT9779 b puede formar nubes metálicas a pesar de estar tan caliente porque la atmósfera está sobresaturada de vapores de silicatos y metales". Ese entorno con temperaturas extremas y lluvias de titanio hirviendo, hace también muy improbable que el LTT9779 b pueda albergar algún tipo de vida.

Las presencia de nubes metálicas pueden explicar también el tamaño de este exoplaneta. Hasta ahora, todos los planetas que tardan menos de un día en orbitar su estrella que se han observado eran gigantes gaseosos mucho mayores que Júpiter o planetas rocosos de un tamaño similar a la Tierra. Esto ha llevado a pensar a los investigadores que, a pesar de su escudo de nubes metálicas, lo más probable es que LTT9779 b fuera mayor que Júpiter en su formación y que se haya ido erosionado con el paso del tiempo hasta su tamaño actual.

El exoplaneta LTT9779 b es un gigante gaseoso del tamaño de Neptuno que está situado a unos 260 años luz de nuestro planeta. Su composición hace que esté cubierto por unas nubes metálicas que descargan lluvias de titanio y, según acaba de descubrir un grupo de investigadores, reflejar el 80% de la luz que le llega de su estrella, convirtiéndolo en el planeta más brillante jamás observado.

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