La nueva arma secreta de Ucrania contra Rusia es un caza de combate submarino

Los ucranianos tienen una nueva arma para atacar a la máquina militar de Vladimir Putin: una especie caza de combate subacuático y sigiloso inspirado en la forma de la manta raya. La nave opera con piloto y copiloto, como si fuera un F-18 Super Hornet submarino, pero también puede controlarse remotamente. Según su fabricante, está armada con seis torpedos. El primer prototipo ya está operativo: lo han demostrado en la feria internacional de defensa IDEX-2023, que se celebra estos días en Abu Dhabi.

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Jesús Díaz

El diseño del vehículo es radicalmente diferente a los grandes submarinos de ataque. Su tamaño y características fluidodinámicas le hacen, según el fabricante, más ágil, rápido y sigiloso que sus hermanos mayores. Es una máquina que parece salida de una serie de ciencia ficción japonesa.

Llamado Kronos, este ‘caza de combate’ subacuático ha sido creado por la compañía ucraniana Highland Systems, que tiene sede en Londres y en Emiratos Árabes Unidos. Lo más sorprendente es que ha batido a la mismísima DARPA en el desarrollo de este tipo de vehículos subacuáticos inspirados en formas biológicas. El brazo de investigaciones avanzado del Pentágono todavía está en la fase de estudio para el desarrollo de un submarino con la forma de una manta raya.

Cómo funciona

La compañía — conocida por sus futuristas vehículos blindados — anunció el proyecto en agosto del año pasado, pero ahora se ha hecho realidad. Inicialmente pensado como submarino para millonarios excéntricos, la empresa ucraniana decidió sumarse al esfuerzo defensivo de su país después de la invasión de Ucrania rediseñándolo para su uso militar. La versión que presentaron entonces era capaz transportar a 10 personas — piloto, copiloto y ocho miembros de las fuerzas especiales.

La nueva versión, sin embargo, está pensada exclusivamente para hundir embarcaciones y revelar la presencia de submarinos enemigos. Según Highland Systems, está equipada con seis torpedos Black Scorpion, fabricados por la compañía armamentística italiana Leonardo. Cada uno de estos torpedos — de 1,10 metros de largo, 127 milímetros de diámetro y 20 kilogramos de peso — tiene un radio de acción de tres kilómetros.

La empresa afirma que el Kronos está cubierto de un material compuesto especialmente diseñado para absorber señales de sonar y actuar de aislante térmico. El vehículo — de nueve metros de largo por 7,4 de ancho y 2,2 de altura — está equipado con un motor híbrido con una autonomía de 54 horas en modo híbrido, 36 en modo de batería y 18 en modo diésel. Su velocidad máxima, dice Highland Systems, es de 50 kilómetros por hora a una profundidad típica de 100 metros, con una profundidad máxima de 250 metros. En la superficie, aseguran, puede llegar a 80 kilómetros por hora. Su tamaño y estas características la convierten en una nave de ataque demasiado escurridiza para ser interceptada.

Su autonomía no llega al nivel de los grandes submarinos tradicionales, pero el Kronos puede ser fácilmente desplegado por otros barcos gracias a sus alas plegables, algo que también hace posible el transporte por carretera usando camiones convencionales.

Se desconoce cuándo podría entrar en acción en el Mar Negro pero, tarde o temprano, la Armada rusa tendrá una razón más para temer salir de su base de Sebastopol, en Crimea.

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