Las zapatillas 3D que aumentan la potencia del pedaleo

En su eterna búsqueda por optimizar su velocidad, ciclistas amateur y semi-profesionales no dudan en gastarse cantidades absurdas de dinero en rebajar unos gramos de la bici u obtener cualquier otra ventaja, como la que supuestamente ofrece esta nueva zapatilla que se imprime totalmente a medida en 3D con fibra de carbono.

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Omar Kardoudi

La LoreOne es una zapatilla que, según sus creadores, aumenta la potencia de pedaleo. Ha sido diseñada por una nueva compañía llamada Lore y Colby Pearce, que en su día fue ciclista olímpico y ahora es entrenador de élite.

Cómo funciona

Las zapatillas — que en un tamaño americano 10 pesa 270 gramos — se fabrican totalmente a medida con una impresora 3D usando fibra de carbono.

Cada zapatilla se ajusta perfectamente a cada pie del comprador gracias a una aplicación para iPhone llamada Morphic. El comprador — que pagará 1.900 dólares por un par de LoreOne — realiza un modelo de sus pies usando esta app. La app envía la información a Lore para la creación de un modelo 3D para impresión que se ajustará perfectamente al pie.

No se usan moldes en su fabricación. La estructura de red de la zapatilla — a la que llaman Carbon AirFrame — se construye en el aire. Las secciones de la zapatilla se abren para permitir el paso del pie y, al tocar la suela, se cierran perfectamente. En el interior hay un forro de poliuretano y poliester. En el exterior, una cala permite el anclaje mecánico a varios pedales estándar, ofreciendo una fusión total entre el ciclista y su bici.

El CEO de Lore, Stephan Drake, afirma que “es el primer y único producto para consumidores en el mundo que se fabrica así”. Drake asegura que esta unión entre pie, zapatilla y pedal es la más eficiente posible.

¿Pero funciona de verdad?

Según Fernando Santiago, experto en fabricación de tecnología ciclista, debería ser así. “Está comprobado que hay menos pérdidas de potencia debidas a las holguras y la amortiguación de los tejidos intermedios como las plantillas o el forro que llevan por dentro las zapatillas normales”, dice. Lo que no sabemos es si realmente marcará una diferencia real o no.

En general, asegura Santiago, en cualquier sistema mecánico hay una parte de la potencia que se disipa en la transmisión a lo largo del sistema mecánico, no importa lo perfecto que sea el sistema. Es decir, que físicamente es imposible que haya una transferencia del 100% de la energía pero cualquier reducción de esas pérdidas a través de la precisión dota de una mayor eficiencia a un sistema mecánico, sea un reloj de gama alta, un fórmula 1 y entre el cuerpo humano y cualquier máquina.

Santigo también cuenta que, aunque estas zapatillas consigan una mayor potencia, no tiene por qué transferirse en una mayor efectividad. Mucho de este calzado deportivo es tremendamente incómodo, dice, y lo que ganas en potencia de pedaleo lo pierdes en otras cosas. Recuerda, por ejemplo, que un famoso ciclista ganador de Tours, Giros y Vueltas no usaba las zapatillas que le patrocinaban porque eran demasiado incómodas. En su lugar, calzaba sus favoritas de toda la vida. Y el patrocinador tenía que disfrazarlas para que parecieran las suyas.

Lore no cuantifica exactamente el aumento de potencia sobre una zapatilla estándar de carbono o una normal. Al costar 1.900 dólares y estar limitadas a una tirada de sólo 277 unidades para empezar, quizá ese aumento de potencia sea más psicológico que físico. Aquellos que se gasten ese dineral en unas zapatillas — como cualquier otro componente que de una supuesta ventaja al subir un puerto — van a jurar por ellas aunque les cause juanetes.