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Por qué el cerebro de Bellingham o Lamine Yamal es diferente al de otros futbolistas
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NEUROCIENCIA Y DEPORTE

Por qué el cerebro de Bellingham o Lamine Yamal es diferente al de otros futbolistas

Un estudio ha analizado qué pasa en el cerebro de los jugadores cuando tienen que tomar decisiones rápidas en un partido: los mejores funcionan de otra manera a nivel neuronal

Foto: Una jugada de un Clásico. (Reuters/Juan Medina)
Una jugada de un Clásico. (Reuters/Juan Medina)

Una vez más, el balón rodará esta noche por el césped del Santiago Bernabéu y los espectadores disfrutaremos del enorme talento que aglutina un Clásico. El pase inesperado, el regate, la habilidad de parar el balón con el juego acelerado y tomar la mejor decisión… ¿Es posible explicar estas destrezas? ¿Podemos analizar el ingenio, dónde se origina o si es posible imitarlo? No solo es una cuestión de piernas, sino también de cerebro, y la neurociencia intenta encontrar las claves desde hace tiempo.

El resultado más reciente de esa búsqueda, publicado esta semana en la revista Brain Science, detalla algunos procesos cerebrales de los jugadores más habilidosos. Es un estudio japonés, liderado por la Universidad Metropolitana de Osaka, que analiza la toma de decisiones en un partido a nivel neuronal. Los futbolistas con más talento no solo ejecutan mejor las acciones, sino que lo hacen con mayor rapidez, cosa nada sorprendente. Sin embargo, el trabajo ofrece también una clave muy interesante sobre esos individuos con mayor talento: tienen una extraordinaria capacidad para reprimir algunas acciones. Sí, algo distinto deben tener Jude Bellingham o Lamine Yamal y la ciencia comienza a desentrañarlo.

El estudio encuentra que los mejores jugadores de este deporte “muestran procesos de inhibición más fuertes" en los momentos clave. Es decir, que cuando están presionados para ejecutar tareas muy rápidas son capaces de echar el freno y, en lugar de tomar una decisión automática, eligen una alternativa. En definitiva, no pasan el balón de la forma más evidente y eso dificultará la reacción del rival y le dará ventaja a su equipo, porque, además, son capaces de ejecutar otra acción menos previsible igual de rápido.

Situación de juego y electroencefalogramas

La investigación de Takahiro Matsutake y sus colaboradores consistió en seleccionar un grupo de 21 sujetos y dividirlos en tres niveles, según sus capacidades futbolísticas, que variaban notablemente, especialmente entre el grupo más talentoso, formado por jugadores de equipos universitarios, y el menos, con individuos que no entrenaban con regularidad. En el experimento, les presentaban una simulación realista de diferentes jugadas para ver cómo respondían y así, medir lo que sucedía en su cabeza a través de un electroencefalograma, que registra la actividad eléctrica del cerebro mediante electrodos.

placeholder Araújo y Bellingham durante un partido entre Real Madrid y FC Barcelona. (FC Barcelona)
Araújo y Bellingham durante un partido entre Real Madrid y FC Barcelona. (FC Barcelona)

En concreto, les mostraban una serie de imágenes en las que aparecían dos defensores rivales y tres compañeros que les secundaban en la jugada de ataque. Dentro de esa perspectiva, en primera persona, los participantes simulaban jugar el balón presionando un botón con el pie para dar un pase entre los defensores. Como cabía esperar, el tiempo de reacción fue significativamente más corto en el grupo con mayor habilidad, pero lo más interesante es que los electroencefalogramas revelaron formas de ondas neuronales que mostraban "un procesamiento más fuerte de la inhibición, que restringe una respuesta motora", en los jugadores más talentosos y experimentados.

Según los autores, este es el primer estudio que muestra la respuesta cerebral de los jugadores con diferentes niveles futbolísticos en la situación clave de decidir si pasan o no el balón. También es la primera vez que se muestra una actividad neuronal específica de inhibición de la ejecución motora en este tipo de acciones. "Los resultados de esta investigación ayudarán a avanzar en nuestra comprensión de la percepción, la cognición y el comportamiento de los jugadores de fútbol", ha declarado Matsutake.

placeholder Entrenamiento del Barcelona. (EFE)
Entrenamiento del Barcelona. (EFE)

Aplicaciones desde el fútbol base al profesional

No obstante, más allá de aumentar el conocimiento sobre cómo trabaja el cerebro humano, los científicos japoneses creen que su estudio puede tener una aplicación práctica en el deporte. "En el futuro, examinaremos si el entrenamiento relacionado con la inhibición de la respuesta mejora el rendimiento del jugador y buscaremos establecer métodos efectivos", asegura el autor. En definitiva, los autores sugieren que las habilidades detectadas son fruto de la práctica y que se pueden ejercitar con las actividades adecuadas.

De hecho, no son los primeros en tratar de aplicar las neurociencias al fútbol formativo y desde edades muy tempranas. En España, un ejemplo de esta propuesta es Neurofootball Spain, un proyecto basado en estudios científicos que organiza campus y ofrece cursos. "Un jugador que aprende algo nuevo en el entrenamiento genera una nueva conexión neuronal", aseguran. En general, aunque en el deporte es habitual hablar de cualidades innatas, los expertos creen que las cualidades se adquieren, especialmente en los primeros años de vida, pero que siempre se pueden seguir entrenando.

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Klopp observa un partido desde la banda. (Reuters)

Por eso, los equipos profesionales también están apostando por la neurociencia, aunque pocas veces se muestran estas armas tan abiertamente como lo hizo el Liverpool de Jürgen Klopp cuando en 2022 reconoció estar trabajando con la empresa Neuro11. Esta compañía, una spin-off de la Universidad de Bonn (Alemania) se dedica, precisamente, a implementar en el fútbol —pero también en otros deportes y en los negocios— estrategias basadas en el conocimiento neurocientífico. En este caso concreto, Klopp explicó que les ayudaba a ensayar los lanzamientos de penalti, entrenando específicamente "las habilidades mentales y de precisión de disparo".

La cabeza de un portero

Por eso, la búsqueda de las habilidades futbolísticas en el cerebro, y su perfeccionamiento, no es una rareza de laboratorios japoneses, sino una línea de investigación que se consolida en todo el mundo. De hecho, hace unos meses apareció un estudio muy similar en la revista científica Current Biology, pero centrado en el peculiar caso de los porteros. En concreto, los investigadores de la Dublin City University (Irlanda) llegan a afirmar que los guardametas desarrollan una percepción distinta del mundo, frente a otros jugadores de fútbol y a la población general que no practica este deporte.

Foto: Entrenamiento de la selección española femenina de rugby. Foto: EFE Juan Jose Rodríguez Ortega

Las características de la posición de portero hacen que estos jugadores hayan desarrollado una especial habilidad para tomar decisiones rápidas, "a menudo basadas en información sensorial parcial o incompleta". Según explica el trabajo, tienen más capacidad para combinar información procedente de diferentes sentidos, especialmente cuando reciben estímulos confusos. Estos profesionales se han acostumbrado a tener que defender la portería en situaciones complejas, como no ver el golpeo del balón que amenaza su portería porque le tapan otros futbolistas, soportar la máxima concentración que exige tratar de detener un penalti o sufrir el ruido provocado por la afición; pero esto hace que sean más habilidosos sometidos a otras pruebas no relacionadas con el fútbol, que suelen confundir a los sujetos en test de habilidades psicotécnicas.

Una vez más, el balón rodará esta noche por el césped del Santiago Bernabéu y los espectadores disfrutaremos del enorme talento que aglutina un Clásico. El pase inesperado, el regate, la habilidad de parar el balón con el juego acelerado y tomar la mejor decisión… ¿Es posible explicar estas destrezas? ¿Podemos analizar el ingenio, dónde se origina o si es posible imitarlo? No solo es una cuestión de piernas, sino también de cerebro, y la neurociencia intenta encontrar las claves desde hace tiempo.

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