Hallan un cefalópodo de 328 millones de años y lo llaman 'Biden'

El hallazgo de un fósil de calamar excepcionalmente bien conservado de aproximadamente 328 millones de años de antigüedad ha llevado a dos científicos estadounidenses a retrasar la edad de los octopodiformes en casi 82 millones de años, ya que representa una nueva especie del grupo que vivió en una época anterior a la era de los dinosaurios.

“Nuestros hallazgos sugieren que, al menos superficialmente, se parecían a los calamares que viven en la actualidad”, aseguró Christopher Whalen, becario postdoctoral de la Fundación Nacional de Ciencias en el departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias de la Universidad de Yale, ubicada en Connecticut (Estados Unidos).

Con este descubrimiento, ambos investigadores han demostrado también que los ancestros más antiguos de la familia de los cefalópodos, entre los que se encuentran los pulpos y los calamares vampiro, no tenían ocho, sino diez brazos funcionales, así como aletas e hileras de ventosas para agarrar a sus presas. Todo este estudio acaba de ser publicado en la revista científica Nature Communications.

Una idea ocurrente

De hecho, el recuento de brazos es una de las características que diferencia a los calamares y sepias que tienen diez, de los de pulpos y calamares vampiros que cuentan con ocho extremidades. “Hace tiempo que sabemos que los pulpos consiguieron los ocho brazos gracias a la eliminación de los dos filamentos del calamar vampiro, y que estos filamentos son brazos vestigiales”, indicó Whalen que añadió que “sin embargo, todos los fósiles de octopodiformes de los que se ha informado anteriormente que conservan los apéndices, solo tenían ocho brazos, por lo que este ejemplar es posiblemente la primera confirmación de la idea de que todos los cefalópodos poseían ancestralmente una decena”.

Además, ambos científicos han tenido la ocurrente idea de bautizar a esta nueva especie con el nombre de ‘Syllipsimopodi bideni’. El nombre del género se deriva de la palabra griega ‘syllípsimos’ (prensil) y ‘podi’ (pie), porque este es el cefalópodo más antiguo que se conoce que desarrolla ventosas, mientras que el nombre de la especie (‘bideni’) se puso en honor al “46º presidente de los Estados Unidos, Joseph R. Biden”, y con el que quieren reconocer su compromiso con la ciencia.

“Me animaron los planes que el presidente Biden presentó para contrarrestar el cambio climático antropogénico y su sentimiento general de que los políticos deberían escuchar a los científicos”, afirmó el segundo investigador, Neil Landman, del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.

El nombre de la especie se puso en honor al “46º presidente de los EEUU, Joseph R. Biden”

“’Syllipsimopodi bideni’ desafía los argumentos predominantes sobre los orígenes de los vampiromórfidos y ofrece un nuevo modelo para la evolución de los cefalópodos con caparazón interno”, afirmó Landman. Este espécimen vampiromórfido fue descubierto en 1988 en una formación rocosa de Bear Guich en la zona central del estado de Montana y ahora forma parte de la colección del Museo Real de Ontario en Toronto (Canadá).