Falsos mitos del cambio climático: así los desmonta la ciencia

La ciencia que estudia el cambio climático tiene más de 150 años de historia, pero aquellos que niegan la existencia de este fenómeno llevan años sembrando las dudas con ciertos argumentos. Y los publicitan de forma masiva

Según The Irishman, se estima que, anualmente, las principales compañías de gas y petróleo del mundo se gastan cerca de 200 millones de dólares (más de 180 millones de euros) en el mantenimiento de "lobbies" que controlan, retrasan o impiden el desarrollo de políticas climáticas.

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P. B.

Y lo que es peor, a través de "fake news", informaciones a medias o mentiras, están intentando modificar a la opinión pública para que relativice un fenómeno que está afectando de manera muy grave a la salud de nuestro planeta.

La inversión en 'lobbies' que trabajan para desacreditar el cambio climático es enorme

Es por ello que vamos a repasar las principales excusas o falsos mitos a los que aluden los "negacionistas" del cambio climático y vamos a ofrecerte lo que la ciencia contesta al respecto, para que seas tú el que te formes tu propia opinión sobre el cambio climático

Principales argumentos

Es parte de un ciclo natural. A pesar de que el clima en la Tierra no ha dejado de cambiar desde hace millones de años, los cambios acaecidos durante los últimos 150 años no pueden ser naturales por su excepcionalidad.

El argumento de los cambios de clima son normales se apoya en que el clima terrestre aún se está recuperando de las frías temperaturas de la Pequeña Edad de Hielo (años 1.300-1.850 después de Cristo), y que las que tenemos en la actualidad son las mismas que las del Período Cálido Medieval (años 900--1300 después de Cristo).

El problema de dicha apreciación es que ambas etapas no supusieron cambios globales, sino regionales, que afectaron al noroeste de Europa, al este de América, a Groenlandia y a Islandia. Un estudio con 700 registros climáticos ha demostrado que la única vez que el clima ha cambiado al mismo tiempo y en el mismo sentido en todo el mundo durante los últimos 2.000 años ha sido en los últimos 150, en los que más del 98% de la superficie del planeta ha experimentado un aumento de temperatura.

Datos no manipulados

Culpa de manchas solares. Si bien es cierto que las manchas solares son regiones de la superficie del astro que albergan una intensa actividad magnética y poseen la capacidad de modificar el clima de la Tierra, los científicos no han observado la existencia de una tendencia ascendente en los registros de energía solar que llega al planeta.

Se sostiene que solo es un ciclo, los científicos señalan que nunca hemos vivido algo así

El CO₂ solo es una pequeña parte de la atmósfera. Los “negacionistas” sostienen que la presencia del dióxido de carbono en la atmósfera es apenas del 0,04% por lo que no debe ser tan peligroso. La ciencia responde con que solo se necesitan 0,1 gramos de cianuro para matar a una persona adulta, es decir, el 0,0001% de su peso corporal. Aparte, el dióxido de carbono es un potente gas de efecto invernadero

Los científicos manipulan los datos de las temperaturas. Para que esto fuera posible, sería necesario que miles de científicos de más de 100 países se pusieran de acuerdo a la hora de mentir sobre los datos obtenidos. Lo que sí es cierto es que los científicos corrigen y validan continuamente la información recabada, ya que los sistemas de medición han variado a lo largo del tiempo.

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Los modelos climáticos son demasiado sensibles al dióxido de carbono. No existe un único modelo climático, sino muchos. Por eso, al tener tantos modelos diferentes construidos y calibrados de manera independiente podemos confiar en su fiabilidad cuando coinciden en sus resultados.

Los modelos se someten continuamente a pruebas con datos históricos y paleoclimáticos, así como con acontecimientos climáticos independientes, como grandes erupciones volcánicas, para confirmar que reconstruyen el clima de manera correcta.

Al estudiar los resultados de todos los modelos, observamos que duplicar de las emisiones de dióxido de carbono podría aumentar la temperatura entre 2˚C y 4,5˚C, con una media de 3,1˚C. Todos los modelos muestran un calentamiento significativo cuando se añade dióxido de carbono extra a la atmósfera.