Las bicis y patinetes eléctricos trucados son un problema, pero Países Bajos tiene la solución

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En España, ni los patinetes ni las bicicletas eléctricas tienen la consideración de ciclomotores. Esto hace, por un lado, que puedan conducirse sin necesidad de contar con un permiso de conducción concreto y, por otro, que no requieran de un seguro de responsabilidad civil obligatoria, salvo en determinados municipios. Eso sí, el motor equipado en su interior debe tener una potencia inferior a los 250 W (0,33 CV, aproximadamente) y no puede permitir que el usuario supere en ningún caso los 25 km/h.

El problema está en que tanto los patinetes como las bicicletas eléctricas pueden trucarse de forma relativamente sencilla para que circulen a una velocidad mayor de la indicada. Sin duda, se trata de una de las principales razones por las que cada vez más hay accidentes provocados por este tipo de vehículos. Un problema que no solo sucede en España, sino también en el resto de Europa.

El mejor ejemplo de ello lo ofrece Países Bajos, que posee las mismas restricciones que España (250 W de potencia y 25 km/h de velocidad máxima). Con el propósito de prevenir accidentes, la autoridad policial del país ha desarrollado un curioso invento. Se trata de una plataforma parecida a un dinamómetro capaz de medir el rendimiento de las bicicletas eléctricas, aunque también puede adaptarse a patinetes.

Su funcionamiento es muy sencillo. El policía bloquea la rueda delantera y, después, la máquina empieza a girarla. En caso de que alcance una velocidad superior a los 25 km/h sin que el motor eléctrico del vehículo se detenga, significará que ha sido trucado. Esto puede no implicar solo una cuantiosa multa económica y la requisición de la bicicleta o patinete, sino también la comisión de un delito penal contra la seguridad vial.