La mayor web de porno está contra las cuerdas, y la culpa es de este gran agujero de internet

Problemas en el trono de la pornografía en internet. Pornhub, la mayor web de contenido para adultos, ha bloqueado el acceso a su plataforma en distintas partes de Estados Unidos. Hace unos días, Carolina del Norte y Montana engrosaban la lista de estados desde los que ya no se puede visitar, sumándose así a Luisiana, Utah, Arkansas, Misisipi y Virginia. La razón está en un nuevo requisito legal que no había llegado hasta ahora a internet: la verificación de edad. Es, además, uno de los motivos por los que la Comisión Europea los acaba de poner bajo lupa.

Cuando un usuario estadounidense quiere entrar en Pornhub desde estas zonas, se encuentra un vídeo en el que la actriz Cherie DeVille explica por qué no puede entrar en la plataforma. "Como sabrá, los representantes electos en su estado nos exigen que verifiquemos su edad antes de permitirle el acceso a nuestro sitio web. (…) Hasta que se ofrezca una solución real, hemos tomado la difícil decisión de desactivar completamente el acceso", comenta.

Es la forma con la que Pornhub ha decidido protestar contra las leyes de los estados, pidiendo también a sus usuarios que presionen a los reguladores para que den marcha atrás. Cada regulación estatal es distinta, pero hay dos modelos que suelen pedir: la verificación digital en la propia plataforma o mediante algún proveedor externo. Frente a eso, la empresa asegura que estas medidas "pondrán en riesgo a los niños y su privacidad", ya que consideran que hará que visiten webs porno sin preocupación alguna por la ley. Su solución pasaría por utilizar el dispositivo como identificador, algo que no se contempla en estas normativas.

El mismo problema cruzaba el charco antes de acabar 2023. La Comisión Europea también puso al radar a Pornhub, junto con otras dos importantes webs porno, Stripchat y XVideos. Lo hizo incluyéndolas en su lista de gigantes digitales, después de comprobar que superaban el umbral de los 45 millones de usuarios mensuales. De este modo, se sumaban a una serie de controles más estrictos bajo la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés), incluyendo también ese control de menores.

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"Crear un entorno en línea más seguro para nuestros niños es una prioridad de cumplimiento", explicó Thierry Breton, el comisario de Mercado Interior e Industria, departamento encargado de esta normativa, cuando realizó el anuncio. Sin embargo, durante décadas, el proceso para que un menor de edad pudiera acceder a contenidos para adultos ha sido tan laxo que, en realidad, es como si no existiera.

Fuera una marca de bebidas alcohólicas o una web de pornografía, la norma general ha sido que bastaba responder a la pregunta de si eras menor de edad. Si respondías que sí y no te dejaban acceder, saltarse el "control" era tan fácil como… volver a entrar a la página y cambiar la respuesta. En otras hay que indicar una fecha de nacimiento, algo que también invitaba a la barra libre en internet.

"La verificación de edad es un factor clave, porque un botón en el que hay que pulsar sí o no no verifica nada", comenta Samuel Parra, abogado especializado en privacidad y tecnología. "En los últimos años, hemos visto una mayor preocupación de las autoridades sobre los efectos dañinos de la pornografía en la psicología de los menores. Es algo que ayuda a explicar que esto no se hubiera hecho hace 15 años o más", indica este letrado, que también señala el mayor escrutinio en Europa a las grandes tecnológicas, tal y como muestra Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que establece normas específicas para menores.

Así, estas páginas para adultos tendrán que cumplir las mismas obligaciones que plataformas como Google, Amazon, Booking o TikTok, incluidas en el listado de gigantes tecnológicos a vigilar desde hace meses. Eso implica que, en la Unión Europea, estas webs tendrán que establecer mecanismos sencillos para que los usuarios puedan notificar ilegalidades en la plataforma, entre otras medidas. El incumplimiento puede llevar a una multa de hasta el 6% de la facturación global o, directamente, su cierre en territorio comunitario.

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La cuestión es que, dada la peculiaridad del contenido que alojan Pornhub, XVideos y Stripchat, la Comisión ha sumado una serie de exigencias que va más allá de las disposiciones generales. En concreto, les ha dado un plazo de cuatro meses para que analicen "sus riesgos sistémicos específicos con respecto a la difusión de contenidos ilegales", un informe de evaluación de riesgos donde "deberán detallar, en particular, cualquier efecto negativo sobre la protección de la salud física y mental de los menores" y, también, establecer medidas para evitar que estos "accedan a contenido pornográfico", donde mencionan la verificación de edad.

"Un sitio como YouTube tiene mucho más fácil encontrar una fórmula con la que cumplir con estas leyes, pero si a una web porno le pides que te identifiquen, seguramente sea su muerte", remarca Parra, que recuerda que en España se han visto varias multas a webs de este tipo por parte de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). "Suelen inspeccionar de oficio la verificación de edad, que es lo más importante, y ya aprovechan para una inspección completa. Les acaban sancionando por todo, sea que les falta un párrafo en la política de privacidad o porque alojan contenido ilegal. Eso va sumando y acaban alcanzando multas de seis cifras", detalla.

En sus resoluciones, la AEPD recomienda el uso de varias aplicaciones de terceros para verificar la edad, como Yoti, AgePass, Agechecked o All Pass Trust. El mecanismo de ellas suele ser el mismo y pasa por darte de alta en un sistema del proveedor, donde estás registrado con tu información personal, incluso una fotografía del DNI o el equivalente. "Así se crea un perfil teóricamente anónimo para que puedas entrar en una web porno. La cuestión es que Pornhub, o la plataforma que sea, tendrá que pedirle permiso a ese tercero, que sí sabrá que estás entrando ahí, cuándo lo haces y el tiempo que pasas", avisa este abogado.