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Cherie DeVille, la estrella del porno que quiere ser la próxima presidenta de EEUU
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lanza su campaña esta semana

Cherie DeVille, la estrella del porno que quiere ser la próxima presidenta de EEUU

Descontenta con las políticas de Trump, esta fisioterapeuta y pluripremiada actriz ha reunido viejas glorias yankee y encontrado el apoyo económico de una web para adultos

Foto: Cherie DeVille durante la presentación de su campaña
Cherie DeVille durante la presentación de su campaña

"Estaba sentada en el sofá de mi casa, viendo en la tele las noticias sobre el veto migratorio de Trump. Probé una tremenda sensación de tristeza y vergüenza. Pero entendí que quedarme tumbada esperando no serviría de nada. Necesitaba hacer algo. En ese momento decidí que me presentaría para la presidencia de los Estados Unidos".

Cherie DeVille (1978, Durham, Carolina del Norte, más de 400 películas para adultos en su historial) es fisioterapeuta, estrella del porno en activo y quiere plantar cara a Donald Trump. La pasada semana ha presentado su campaña para llegar a la presidencia del país más influyente del mundo en el año 2020. Lo ha hecho arropada por Coolio, el rapero que dio el salto a la fama a mediados de los ‘90 con la pegadiza y ganadora de un Grammy 'Gangsta’s Paradise', y por Virgil, excampeón del Wrestling en la década de los 80. El primero apunta a la vicepresidencia; el segundo, a ser el jefe de seguridad de la futura presidenta.

Si todo esto le parece demasiado ecléctico, a Cherie Deville le importa poco: "Voy totalmente en serio", asegura a El Confidencial desde Los Angeles.

“Hagamos América jodidamente hermosa otra vez”

Cherie DeVille llegó a la industria del porno relativamente tarde, con los 30 años ya cumplidos. Desde sus comienzos, en 2012, ha aparecido en 418 películas, según el Adult Internet Movie Database. Puede que sean alguna más, aseguran desde su equipo, porque trabaja entre 5 y 6 días por semana. En lo que le queda de tiempo sigue ejerciendo como fisioterapeuta. Esa fue su primera vocación, transformada en profesión tras diplomarse en la Universidad de Hartford, a medio camino entre los dos lugares donde creció, Washington DC y Massachusetts.

placeholder El equipo de colaboradores de DeVille durante la presentación de su camapaña.
El equipo de colaboradores de DeVille durante la presentación de su camapaña.

No se trata de una actriz en busca de fama que no tiene. Su aterrizaje a la industria del porno ya ha dejado huella. En los últimos dos años ha ganado dos premios de la industria pornográfica estadounidense y en el sector es conocida como una de las actrices más populares de más de 35 años.

"Let’s make America F*cking Awesome Again!" (“Hagamos jodidamente hermosa América otra vez”), su lema de campaña, no puede ser más apropiado a los tiempos. Retuerce el famoso eslogan de Donald Trump, 'Let’s make America Great Again', para mostrar su apuesta por un país que ha perdido su belleza. Y, de paso, recuerda a todos su principal apoyo económico, fuckingawsome.com, una web de contenido para adultos que se presenta como “la Netflix de la pornografía”. Cherie se topó con ellos en una convención de la industria y, tras escuchar el proyecto de la plataforma, les reveló su gran sueño. Tras alguna reunión organizativa, aceptaron ofrecer un primer apoyo económico a la actriz. La línea entre las ganas de hacer política y aprovechar la coyuntura para una campaña de marketing es delgada, pero desde el equipo de Deville aseguran que las intenciones son reales.

Bernie como ejemplo

Una vez la campaña coja fuerza, la idea es seguir el modelo de Bernie Sanders. El apoyo espontáneo y directo de 'the people', la gente: "no aceptaremos dinero desde las grandes corporaciones que actualmente influyen en la sombra sobre nuestro gobierno", asegura en la web de la campaña (cuya dirección pornstarforpresident.com, para no dejar lugar a dudas. Y no, no contiene material pornográfico). Deville quiere ser "una voz real, con voz propia, que representa las masas".

En común con el Senador de Vermont que enamoró a la izquierda nortemericana tiene también parte de su visión del mundo. "Me ganaron sus comicios y su genuina esperanza en un cambio para los Estados Unidos", admite DeVille. En un principio, le apoyó. Cuando, en julio de 2016, Sanders quedó fuera de la campaña presidencial, la actriz apostó por Hilary. Esperaba poder vivir en los Estados Unidos que habrían elegido a su primera presidenta de sexo femenino, pero Trump superó cualquier expectativa. Ahora, DeVille espera poder ser ella.

Apuesta por la igualdad de toda la población, asegura, y respalda la comunidad LGBT: "Love TRUMPS hate"

En las líneas bases de su programa no deja lugar a dudas sobre su postura política. Cita a Sanders en dos ocasiones, como referencia en el modelo sanitario público y de Educación, y hace referencias a Justin Trudeau y Emmanuel Macron para hablar de Medio Ambiente. Apuesta por la igualdad de toda la población, asegura, y respalda la comunidad LGBT: "Love TRUMPS hate", el amor aplastará el odio, dice en su página web con un juego de palabras que apunta a las declaraciones del actual presidente sobre las personas transgénero.

Para las ideas y las formas de actuar del Trump no tiene ninguna justificación. "Las decisiones que ha tomado sobre Corea del Norte dan miedo y ha hecho muy mal en no condenar el nazismo. El bloqueo a los inmigrantes, los lazos con Rusia...creo que Trump no ha hecho absolutamente nada bueno hasta el momento", explica.

Desde Ronald Reagan hasta Arnold Schwarzenegger, Estados Unidos tiene un amplio listado de actores han ocupado altos cargos de la esfera pública. Y los 'outsiders' están de moda, como ha demostrado el mismísimo Donald Trump. Esta vez es una actriz, pero del mundo del porno: "Quizás esto pueda echar atrás a algunos, pero al final del día vivo mi vida con integridad, respeto y principios morales. Estoy segura de que la gente llegará a verlo. Yo misma soy parte de esta gente y puedo promover el cambio que NOSOTROS necesitamos". Si la gente decidirá apoyar su campaña, quizás lleguemos a verla en un debate electoral con Donald Trump. El espectáculo está asegurado.

"Estaba sentada en el sofá de mi casa, viendo en la tele las noticias sobre el veto migratorio de Trump. Probé una tremenda sensación de tristeza y vergüenza. Pero entendí que quedarme tumbada esperando no serviría de nada. Necesitaba hacer algo. En ese momento decidí que me presentaría para la presidencia de los Estados Unidos".

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