Google sigue los pasos de Apple y dejará reparar sus Google Pixel 8 en casa

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Los diseños actuales de los teléfonos inteligentes tienen una serie de ventajas incuestionables respecto a los que poseían hace algunos años. Por ejemplo, son más compactos y ligeros y ofrecen una mayor protección frente al polvo y al agua, lo que incluso hace que se puedan sumergir por completo sin sufrir daños. Sin embargo, también presentan algunos inconvenientes, sobre todo, a la hora de repararlos.

La razón es simple: cada marca utiliza sus propias piezas de ensamblaje y, por tanto, requiere del uso de herramientas y componentes específicos para la reparación de sus productos. Se trata de una tendencia que inició Apple, pero que después han seguido casi todas las demás compañías. En este sentido, Google no es una excepción. Hasta hace no demasiado tiempo, la única solución para llevar a cabo arreglos sobre los teléfonos de ambas firmas era llevarlos a una tienda especializada o enviarlos al servicio técnico.

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R. Badillo

Sin embargo, ya no es así. Google ha llegado a un acuerdo de colaboración con la compañía iFixit por el cual podrá vender herramientas y piezas de repuesto oficiales para sus teléfonos Google Pixel 8. Entre ellas es posible encontrar pantallas, almohadillas térmicas y hojas de grafito, así como cámaras delanteras y traseras y baterías de reemplazo. Especial mención merecen los kits de reparación, que incluyen todo lo necesario para llevar a cabo la tarea.

Aun así, hay que tener cuidado

Ahora bien, el hecho de poder acometer todo tipo de reparaciones sobre el Google Pixel 8, Google Pixel 8 Pro o cualquier otra versión anterior del modelo en casa no está exento de riesgos que el usuario debe conocer. Y es que, aunque se utilicen herramientas y componentes originales, el usuario puede perder la garantía legal de tres años del teléfono si decide acometer un arreglo por su cuenta y riesgo.

Este es el motivo por el que tanto Google como iFixit solo recomiendan realizar este tipo de reparaciones autónomas en caso de que los daños que las hacen necesarias no estén cubiertos por dicha garantía legal. Es decir, que deriven de un mal uso por parte del usuario, como puede ser la utilización de cargadores o cables de carga no compatibles o caídas. En los demás casos, lo aconsejable es recurrir al servicio técnico, sin importar los conocimientos que se posean en la materia.