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Apple se está convirtiendo en un banco, pero es solo una parte de su gran plan
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Apple se está convirtiendo en un banco, pero es solo una parte de su gran plan

Los de Cupertino han entrado de cabeza en el mundo de las finanzas, ofreciendo cuentas bancarias, préstamos y tarjetas de crédito, entre otros. Lo relevante es lo que hay detrás de esta aventura: convertir al iPhone en una 'superapp'

Foto: (Reuters / Mike Segar)
(Reuters / Mike Segar)

Apple también quiere ser tu banco. Los de Cupertino llevan años rondando esta idea, pero ha sido ahora cuando se han puesto serios. Uno de los pasos más determinantes llegaba el pasado abril, cuando la tecnológica presentó su propia cuenta de ahorro, que llegaba tras años de expansión de Apple Pay, su servicio de pagos a través del móvil. Mientras la banca tradicional y las fintech miran con atención todos estos movimientos, el entramado financiero de la firma dirigida por Tim Cook se está ramificando. Es algo que está apuntando en una dirección clara: convertir tu iPhone en un dispositivo con el que puedas hacer de todo sin depender de terceros.

Por ahora, el lanzamiento de la cuenta bancaria de Apple en Estados Unidos ha supuesto un hito importante en esta estrategia. Solo en los cuatro primeros días, dio la sorpresa y consiguió captar 1.000 millones de dólares en depósitos. La razón de este aluvión de dinero está en el tipo de interés que ofrecían en Cupertino –un 4,15%, muy por encima de lo que ofrece cualquier entidad financiera–, aunque también han ofrecido algunas condiciones ventajosas, como la eliminación de las comisiones.

Foto: Foto: Reuters/Andrew Kelly.

"Hay varios factores para que Apple haya decidido hacer este movimiento", explica Fernando Castelló Sirvent, doctor en Economía y profesor de ESIC. "Desde hace muchos años, tienen una liquidez de caja brutal, y eso les permite entrar en negocios para los que es importante tener un buen músculo financiero, como este", continúa este economista, que aporta algunas claves más: "Tienen una gran masa crítica de clientes que, además, le son fieles, por lo que conocen bien sus gustos. Además, cuentan con potencial tecnológico para impulsar y articular herramientas financieras, donde las medidas de seguridad y privacidad de las que hacen gala dan muchas garantías".

Sea como sea, lo cierto es que la cuenta bancaria de Apple también tiene algunas limitaciones, como no permitir la retirada de efectivo o el límite de 250.000 dólares por cliente. No es solo eso. Si quieres sacar todos tus fondos, tienes que avisar con siete días de antelación, un cortafuegos ante posibles fugas rápidas o imprevistas. Sin embargo, otro de sus límites da una pista de lo que está por venir: solo se puede usar desde iPhone.

Un iPhone convertido en superapp

La aventura financiera de Apple es una de las patas –quizá la más ambiciosa, por los retos que implica entrar en un sector como ese– del plan para convertir el iPhone en algo parecido a una superapp, como las que triunfan en los países asiáticos. Imagina que sin salir de una misma aplicación puedes desbloquear una bici, solicitar un taxi, cargar el abono mensual, chatear con tus amigos, pedir la cena, comprar en Amazon o Zara, encargar la compra semanal, pagar en cualquier establecimiento e incluso pedir un crédito.

Eso es lo que ocurre en China, gracias a apps como Alipay, desarrollada por Alibaba; o WeChat, cosa del gigante Tencent, que ofrece hasta la posibilidad de abonar tus compras utilizando solo la palma de la mano. La lista es larga. En Singapur se llama Grab y en Corea del Sur, Kakao. En este último país incluso se convirtió en un asunto de Estado, cuando un incendio devoró uno de sus centros de datos y los millones de usuarios coreanos (prácticamente toda la población) se quedó sin la posibilidad de utilizar decenas de servicios durante todo un fin de semana.

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(EFE / EPA / John Taggart)

Esto es lo que pretenden conseguir los de Cupertino, con una importante diferencia. En lugar de que una app sea el cajón para guardar todas esas herramientas y funcionalidades, lo que pretenden es que sea el iPhone. Piense todo lo que puede hacer ya sin recurrir a un tercero.

Tienen Apple Pay para los pagos físicos y digitales, su app Wallet ya permite en algunos países adquirir bonos de transporte público y utilizarlos directamente desde el teléfono, su app Casa nos permite controlar la domótica de casa y, si tenemos un coche compatible, hasta utilizarlo como llave para arrancarlo. Han lanzado, en Estados Unidos, un servicio de compra ahora, paga después, que es la forma cuqui de llamar a los préstamos para el consumo.

Foto: Foto: Reuters.

Todo esto es una evolución natural y una manera de estirar el chicle de su división Servicios, el que es su segundo negocio más rentable. La piedra angular de este departamento es la App Store. Según un informe independiente de Analysis Group, la economía en torno a estas tiendas de aplicaciones movió solo en 2022 un billón de dólares en transacciones y ventas. El 90% de ellas, según la compañía, se produjo fuera de esta plataforma, por lo que los californianos no obtuvieron comisión alguna.

La principal vía de ingresos de la App Store para la manzana tradicionalmente han sido los porcentajes que cobraban a los desarrolladores de los pagos por descarga (30%) o suscripción (30% el primer año, 15% a partir del segundo). En los últimos tiempos, sin embargo, ha tenido que introducir cambios para esquivar multas o sanciones por prácticas monopolísticas.

Sin embargo, hubo un momento que empezó a llevar esta estrategia más allá. Ya no se limitó a llevarse un porcentaje de las cuotas de Spotify Premium o de Disney +, por poner un ejemplo. Lanzó su propia app de streaming musical, Apple Music que ahora ha completado con otra app, Apple Music Classical. Después, estrenó su propia plataforma de series y películas y, más recientemente, lanzó una app de entrenamientos, Apple Fitness. Pero el financiero es un salto mayúsculo.

Cómo Apple se ha acabado convirtiendo en un banco

Apple comenzó su andadura en el mundo de las finanzas allá por 2014, cuando hicieron su primera incursión con el mencionado Apple Pay. Desde entonces, sus movimientos han sido similares en esta industria: comienzan asociándose con actores clave para luego acabar montándoselo por su cuenta. "Las alianzas de Apple se han dirigido a bancos, actores de compra ahora, paga después, emisores de tarjetas, pasarelas de pago y plataformas de gestión del gasto, lo que ha permitido a la empresa incorporar nuevos productos a su ecosistema fintech al tiempo que aumentaba su base de clientes mediante integraciones", recordaban hace unos días en CB Insights.

Por ejemplo, en el caso de la cuenta bancaria, Apple se ha asociado por ahora con Goldman Sachs, que cumplirá un rol similar al que antes tuvieron las fintech Ariba, Payhawk y Sage, que fueron clave para el desarrollo de pagos a través del móvil. Antes, también habían buscado socios en el mundo de los préstamos, como ZestMoney en 2020 o Affirm en 2021, con los que estuvieron probando Apple Pay Later entre 2020 y 2021. También cabe recordar que Apple compró Credit Kudos, que desarrolla un algoritmo de aprendizaje automático para calcular la oferta de crédito que se hace a cada cliente.

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(Rueters / Dado Ruvic)

Todo eso fue algo temporal. Cuando tuvieron que dar el salto a Estados Unidos, hace ahora justo un año, Apple prefirió no depender de socios y creó una sociedad subsidiaria llamada Apple Pay Later para gestionar estos servicios por su cuenta, con todo lo que eso conlleva, como evaluación de riesgos o calificación del crédito. "Llevan años haciendo un seguimiento biométrico de actividad y ahora van a hacer lo mismo con las finanzas", recopila Castelló Sirvent, que cree que "una línea de desarrollo estratégico va a ir por los medios de pago, como ya hemos visto con Google o Facebook". Ahí está el caso de su propia tarjeta de crédito, Apple Card, lanzada en 2019, aunque aún no ha salido de Estados Unidos.

"Es un jugador muy a tener en cuenta tanto por la banca tradicional como por las fintech, pero creo que les harán más daño a los primeros; sobre todo, por la cuestión de fidelidad y fiabilidad que proporciona Apple a sus clientes", continúa este economista, que enfatiza que los de Cupertino tienen "una agilidad estratégica que no toda la banca sabe adoptar". "Es cierto que algunas grandes compañías están creciendo en innovación o adquiriendo fintech e incorporando su tecnología, pero es un tema de cultura empresarial. Puedes tener el mejor plan y luego haber resistencia al cambio", recuerda.

Apple también quiere ser tu banco. Los de Cupertino llevan años rondando esta idea, pero ha sido ahora cuando se han puesto serios. Uno de los pasos más determinantes llegaba el pasado abril, cuando la tecnológica presentó su propia cuenta de ahorro, que llegaba tras años de expansión de Apple Pay, su servicio de pagos a través del móvil. Mientras la banca tradicional y las fintech miran con atención todos estos movimientos, el entramado financiero de la firma dirigida por Tim Cook se está ramificando. Es algo que está apuntando en una dirección clara: convertir tu iPhone en un dispositivo con el que puedas hacer de todo sin depender de terceros.

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