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Richard Seymour: "Musk se comporta como un niño, tiene una intuición de sabio idiota"
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ENTREVISTA

Richard Seymour: "Musk se comporta como un niño, tiene una intuición de sabio idiota"

El autor de 'The Twittering Machine' lamenta que Twitter haya acabado en manos de "su trol menos interesante". "Puede que se le ocurra una gran idea en los próximos días, pero tiende a estar sobrevalorado", avisa

Foto: Richard Seymour. (Cedida)
Richard Seymour. (Cedida)
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Elon Musk está mezclando con toda su fuerza esa coctelera en la que ha convertido Twitter. En ella, hay una mezcla de ingredientes como la libertad de expresión, un precio disparatado o la búsqueda de la fórmula que le haga, al menos, no perder dinero. Nadie sabe si saldrá algo potable de todo esto, pero sí que estará especiado con el cobro de 8 dólares a cada usuario que quiere aparecer como verificado (y tener cierta preferencia en Twitter). También con una serie de despidos masivos que aún no han sido concretados. La gran pregunta es qué encaje tiene esto en la "plaza del pueblo digital" que el magnate asegura que quiere construir.

Lo cierto es que hay pocas redes sociales cuyo nombre defina de forma tan gráfica lo que pasa en ella como Twitter, que se podría traducir como el trino suave, pero repetitivo, de un pájaro. Esa idea le dio pie a Richard Seymour (Ballymena, 1977) a escribir su libro sobre la conversación pública en internet, The Twittering Machine [en España, La máquina de trinar (Akal, 2020)]. En él, este doctor en sociología por la London School of Economics establecía una estrecha simbiosis entre los dos pilares de Twitter, el modelo de negocio y la moderación de contenidos.

Foto: Ilustración: P. L. Learte
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Aquello lo escribió durante uno de los pocos momentos en los que la empresa consiguió ser rentable, algo que no ha logrado mantener en el tiempo y que es uno de sus grandes problemas. No es lo único que ha cambiado. "Ahora Twitter está en manos de su trol menos interesante", dispara Seymour, que atiende a El Confidencial para diseccionar estos aspectos y cómo pueden marcar el futuro de Twitter o, mejor dicho, la era de Musk al mando de la red social con la que está obsesionado. Tanto, que acabó gastando 44.000 millones en ella por mero impulso.

PREGUNTA. El capítulo final de la compra de Twitter fue tan surrealista como el resto. ¿Qué pensaste cuando viste a Elon Musk entrando con un lavabo en la sede de Twitter?

RESPUESTA. Que alguien se esfuerza por parecer más gracioso de lo que es, algo bastante típico en Twiter. No parece tan impactante si se tiene en cuenta que durante las semanas y los meses previos había estado intentando escabullirse de la compra real, después de darse cuenta de que se había comprometido a pagar 44.000 millones de dólares por Twitter, que es un enorme sobrepago. Además, era una empresa que ya estaba sobrevalorada en bolsa, porque no estaba generando mucho dinero. Solo algunos años consiguió beneficios. Además, Musk se ha metido en una situación en la que, según algunos analistas, tendrá que pagar alrededor de 1.000 millones de dólares al año para pagar las deudas.

Así que entrar en la sede de Twitter y con un lavabo y decir, 'que se cale, que cale', ¿qué significa? ¿Qué va a hacer? No tiene ninguna idea. Todo lo que ha dicho son artimañas. No tiene ninguna idea, así que no me impresionó que apareciera así en la oficina y, en general, me parece una figura muy poco admirable.

placeholder Richard Seymour. (Cedida)
Richard Seymour. (Cedida)

P. ¿Por qué dices que es el trol menos interesante de Twitter?

R. Creo que es alguien cuyo único reclamo en Twitter son los insultos y las bromas estúpidas como, por ejemplo, llamar pedófilo a un desconocido al azar sin ninguna razón o provocar el desplome de las acciones de Tesla solo por el simple hecho de que puede hacerlo. Twitter es una plataforma que tiene un número desproporcionado de periodistas, escritores, políticos, diplomáticos... Si quieres tener influencia política, son el tipo de personas que quieres que hablen de ti. Pero su forma de hacerlo es comportarse como un niño de 12 años. Si dices tonterías y llamas la atención, haces que la gente hable sobre ti. Es, simplemente, un trol.

P. Musk lleva ya una semana dirigiendo la empresa en solitario, aunque asegura que es algo temporal. ¿Cómo has visto estos primeros días?

R. Él siempre ha dicho que no busca un modelo con el que ganar dinero, porque Twitter no es una buena forma de conseguirlo, pero tampoco quiere perderlo y ahora tiene una deuda. Por eso está buscando soluciones como la reducción de personal. Puede que se le ocurra una gran idea en los próximos días, pero tiende a estar sobrevalorado. Se le llega a atribuir la invención de los vehículos eléctricos y los cohetes. Él no ha inventado estas cosas, sino que ha desarrollado tecnologías que otras personas crearon. Básicamente, es alguien que combinó su conocimiento técnico con la riqueza heredada y una gran cantidad de suerte, porque ha sido muy afortunado... ¡Pero qué genio!

Foto: La sede de Twitter. (EFE / EPA / John G. Mabanglo)

P. Musk negó que fuera a despedir al 75% de la plantilla, pero ahora ya se ha desecho de buena parte de ella. No es la primera vez que pasa algo así. ¿Es un mentiroso, un improvisador, o solo alguien que juega bien sus cartas?

R. Yo diría que no sabe exactamente lo que está haciendo. Hasta cierto punto, improvisa. Es notoriamente caprichoso, un jefe inestable. Ahora, aquí hay una pregunta. ¿Quién está perdiendo esos puestos de trabajo? Si va a por los moderadores, la mayoría de esas personas serán trabajadores precarios –algunos no oficiales– con salarios bajos en lugares como Marruecos. Esas personas que hacen el trabajo de mierda en el mundo de la tecnología. Si se despide a toda esta gente, ¿quién va a proteger a Twitter de la reacción política de Washington? ¿Cómo se va a mantener el interés de los usuarios si empiezan a sentir que están siendo intimidados más a menudo?

En cambio, si va a despedir a los empleados de alta cualificación. ¿En qué queda Twitter? ¿Cómo va a presentar nuevas funciones que gusten a la gente? No es que cuenten con una tecnología impresionante, es bastante básica. Su relevancia tiene que ver más con la política. Él compró Twitter porque es un altavoz muy importante, pero hubiera sido mejor que comprara algo como TikTok o Facebook, que hacen dinero de verdad y tienen muchos más usuarios. Pero este es el altavoz que le gusta. Ahora bien, ¿cómo va a gestionarlo de forma que no lo destruya? Quiere traer de vuelta los 'días de gloria', pero entonces no había a penas regulación y podías decir cualquier cosa. ¿Y si acaba con una red prácticamente sin usuarios?

"Yo diría que no sabe exactamente lo que está haciendo. Hasta cierto punto, improvisa. Es caprichoso, un jefe inestable"

P. ¿Puede funcionar un Twitter con una plantilla tan raquítica?

R. Es una cuestión muy interesante porque la práctica de reducir y racionalizar un negocio no es desconocida. Muchas empresas lo han hecho con éxito y, a veces, dan beneficios, aunque yo me opongo a ese tipo de medidas. La pregunta, por lo tanto, es: ¿convencerá esto a los inversores actuales y a los que puedan venir en un futuro? Tengo la sensación de que no.

Tendría que ser capaz de conseguir beneficios de una forma en la que Twitter no los haya obtenido antes. Twitter Blue, por 8 dólares al mes, supone casi lo mismo que pagarías por Netflix o Spotify, que te ofrecen series o música. ¿Qué voy a obtener por Twitter? ¿Qué nuevas características puede ofrecer Twitter de forma realista? Simplemente, no veo lo que va a hacer. Musk es muy temperamental y querrá probar nuevas ideas, pero pueden ser desagradables y pueden ahuyentar a la gente. Esa es mi inquietud.

placeholder Richard Seymour. (Cedida)
Richard Seymour. (Cedida)

P. A Musk no le hace falta el dinero y dijo que la compra de Twitter no tenía nada que ver con el negocio, pero en esta aventura no se está jugando solo su capital. Se prevé que tiene que devolver unos 1.000 millones al año, solo en intereses. ¿Crees que conseguirá hacer que Twitter gane dinero? Por ahora, ya se está dejando unos millones extra en los despidos.

R. No veo cómo puede hacerlo. El modelo de ingresos publicitarios de Twitter, desde un punto de vista empresarial, siempre ha apestado. Nunca ha dado beneficios. Tiene menos usuarios activos que Pinterest y Reddit, por no hablar de Instagram, YouTube, TikTok, Facebook, y todo lo demás. La pregunta es si podría convertir a Twitter en algo más. En otras palabras, ¿podría idear un producto totalmente diferente que contuviera un elemento de suscripción que hiciera mucho dinero, tal y como ya han hecho los periódicos introduciendo muros de pago y suscripciones? ¿Podría llegar a algo así? Es difícil de decir. Creo que tendría que idear algo que supusiera una salida seria, pero que mantuviera lo básico de la plataforma para aquellos que aún quieren eso. Básicamente, creo que tendría que revolucionar la plataforma y no estoy seguro de que tenga las ideas para hacerlo.

P. Musk ha dicho que quiere construir una superapp llamada X, cuyo pilar sería Twitter.

R. Siendo honesto, no es un tema que haya seguido mucho, él solo ha dicho que estamos más cerca de verla. ¿Hay una gran demanda para eso? No he hecho un estudio de mercado sobre esto, pero mi corazonada como usuario es que será como la criptomoneda de Mark Zuckerberg, una idea que nunca llegó a despegar porque fue un fracaso. Todos saben que el viejo modelo de las plataformas ha llegado a su tope y están estancándose en crecimiento de usuarios, así que necesitan nuevas ideas. Vamos a ver muchos intentos y fracasos antes de ver algo que realmente funcione.

Foto: Un chico chatea con su móvil. (Unsplash)

P. Digamos que hay una tensión entre convertir Twitter un negocio rentable y los postulados de libertad de expresión de Musk. Entre los accionistas está el príncipe saudí, Alwaleed bin Talal,​ y el fondo de inversión de Qatar, además de algunos de los bancos más grandes del mundo como prestamistas. ¿Crees que piensan en el negocio o en controlar la plataforma?

R. Es el punto crucial. En él habita esta contradicción entre ser un hombre de negocios que quiere hacer dinero y ser un narcisista fanfarrón que quiere, ya sabes, ejercer influencia ideológica y política a través de esta gran plataforma. Musk pagará la deuda si tiene que hacerlo. Él es el hombre más rico del mundo, puede permitirse el lujo.

De todos modos, los inversores que financiaron la compra obviamente quieren un retorno, pero por ahora han dicho que no están preocupados. Están acostumbrados a adelantar una gran cantidad de dinero a productos que, en última instancia, no pueden hacer dinero. Por ejemplo, Uber fue financiado por el capital de riesgo y sus precios fueron subvencionados por el capital de riesgo para ser tan barato. Siempre están apostando para ver quién va a salir con una idea que realmente funciona para conquistar el mercado.

P. Buena parte del proceso de compra ha sido a través de tuits, incluido el inicio de toda esta historia. Ahora también está comunicando las novedades a través de Twitter. Encaja mucho con el hecho de que Tesla no gaste en publicidad, porque solo necesita la cuenta en Twitter de Musk.

R. Musk es, en cierto modo, el producto perfecto de Twitter, donde la métrica crucial siempre es la participación de los usuarios, porque es lo que interesa a los anunciantes. Organizan y regulan tu feed con la ayuda de un algoritmo para que cualquier cosa que encuentres sea atractiva, incluso si es algo que te molesta o que consideras ofensivo, racista, sexista, homófobo... Lo que sea, siempre que te haga escribir de nuevo. La mejor respuesta es alejarte y olvidarte de ello, pero es muy fácil dejarse arrastrar. Eso, por supuesto, desencadena una espiral, ya que otras personas responden indignadas a tus comentarios en los que dices que estabas enfadado.

Son emociones negativas que te mantienen en tensión. Todas las adicciones tienen algo negativo, y es justo ese punto, lo peligroso o lo oscuro; lo que te engancha. La emoción de Twitter es un poco como la del juego, que se basa en el riesgo de perderlo todo. Envías un tuit al mundo y es como tirar los dados: puedes hacerte viral, que la gente te ame, que digan que eres una basura... Tienes un sistema basado en una competencia entre usuarios por la atención. Eso siempre premia a quienes saben cómo provocarte y manipularte de las formas más brutales... Y Musk ha sido muy bueno y hábil en eso, igual que lo era Donald Trump.

No sé si recuerdas su famoso tuit sobre Coca-Cola. No pasa nada con eso, es genial. El problema es cuando eso se usa para promover cuestiones como el racismo, la incitación al odio o la extrema derecha, y Musk también es un poco así. Sus comentarios no son tan ingeniosos, pero tiene una comunidad alrededor de profesionales de la tecnología, con gente que está en las criptomonedas y tiene ideas como las de Peter Thiel. De hecho, Musk ha ido gravitando hacia la economía política de extrema derecha. En última instancia, toda esta ventilación pública de los trapos sucios de sus relaciones con Twitter tiene la intención de ganarse a ese público.

P. Por cierto, ¿crees que Donald Trump va a volver a Twitter?

R. Musk ha dado varios volantazos al respecto. A veces ha señalado que, sí, podría traer de vuelta a Trump, pero también ha dicho que esa no es su prioridad. Lo que pasa es que no creo que Musk sea alguien que quiera ser definido como de extrema derecha. Históricamente, él ha estado siempre a medio camino (por ejemplo, se asoció con Obama). Por otro lado, Trump era un usuario muy rentable para Twitter, así que podrían empezar a hacer algo de dinero con eso.

placeholder Elon Musk saluda a Donald Trump durante su presidencia. (Reuters/Jonathan Ernst)
Elon Musk saluda a Donald Trump durante su presidencia. (Reuters/Jonathan Ernst)

P. ¿Qué implicaciones tendría ese regreso?

R. La cuestión es si realmente eso es políticamente sostenible. Si se puede salir con la suya o si perderían a los demás usuarios al volver a ese modelo. No es sencillo. La pérdida de Alex Jones y varias cuentas de extrema derecha no fue un buen negocio para Spotify, YouTube o Facebook, que aguantaron hasta que la presión política se hizo demasiado grande, y ahí tenían el riesgo de perder una gran cantidad de usuarios, así que la balanza se inclinó. Lo que sí podría hacer es encontrar el momento político para decir: estas bandas no le importan a nadie, así que vamos a traerlos de vuelta y hacer un poco de dinero. Es algo que creo que podría suceder en el futuro, pero no ahora.

Luego está todo el tema del terrorismo. Twitter tuvo una relación interesante con el ISIS, que eran muy buenos manipulando Twitter para lanzar sus campañas, pero también en la forma en la que se comunicaban. Probablemente, hicieron algo de dinero con la enorme atención que atrajo ISIS en la red social, incluso mientras estaban llevando a cabo una de las guerras más dementes, cargada de sadismo extremo.

"Si ves a mucha gente diciendo "a la mierda, me voy a Mastodon, ya no me interesa Twitter", comienzas a pensar que tu comunidad está allí"

P. La verificación de pago está teniendo muchas críticas, sobre todo en la izquierda, desde donde consideran que esto tiene que ver más con una segregación social que con la plaza del pueblo digital. Por ejemplo, estos días Musk y Alexandria Ocasio-Cortez han tenido un cruce de declaraciones en Twitter sobre este punto. ¿Crees que puede haber una huida masiva de la izquierda en Twitter?

R. Me gustaría mucho que eso sucediera, pero hay obstáculos. Estoy de acuerdo en que poner precio a estos servicios crea una especie de sistema de primera y segunda clase, pero para que la gente pueda romper con eso hay que hacer algo con lo que se llama 'el efecto red'. Si tienes 20 personas, cada una añade una cierta cantidad de utilidad para el resto de usuarios. En cambio, si tienes una red de 2.000 millones de personas, como Facebook, esa utilidad es mucho mayor. Es decir, tendría que existir una alternativa que pudiera ofrecerles algo similar.

Por ejemplo, Mastodon sería el destino propicio para los usuarios de izquierdas. Si ves a mucha gente a tu alrededor diciendo "a la mierda, me voy a Mastodon, ya no me interesa Twitter", comienzas a pensar que tu comunidad está allí y no en Twitter, así que te acabarás yendo. Si Musk hiciera algo a la plataforma que fuera molesto para muchos usuarios, podría desencadenar ese tipo de contagio social, pero creo que se vería una mayor fragmentación. Eso podría empezar a crear una especie de plataformas de código abierto en la izquierda. Me animaría a dar el paso si eso sucediera, pero no es fácil. No se puede decidir voluntariamente, tiene que ser algo que ocurra colectivamente, así que veremos.

P. Musk también ha dicho que se adaptará a ley de cada país. Es algo que, en determinados países, es totalmente lo contrario de la libertad de expresión.

R. Sí, pero lo que ocurre es que Twitter se ha alineado a menudo con gobiernos represivos, dando información sobre los usuarios a las fuerzas policiales y a las agencias de seguridad. Así que esto no es nuevo. Si eres un palestino, Twitter puede cerrar tu cuenta porque el Estado israelí se lo ha pedido. Si eres un activista kurdo, Twitter puede cerrar tu cuenta porque el Estado turco se lo ha pedido. Se trata de saber si Twitter tiene realmente una política propia o si trabaja al unísono con esos gobiernos. También es cierto que Twitter tiene que proteger su propio monopolio sobre los datos de sus usuarios, así que de vez en cuando se ha enfrentado a las agencias gubernamentales.

Aun así, en términos de libertad de expresión política, las cosas podrían empeorar un poco. Si dices que el único criterio de censura en esta plataforma es que lo que has dicho es ilegal, eso se basa en la suposición de que las leyes siempre favorecen la libertad de expresión, cuando sabemos que no siempre es así. Si durante una protesta de Black Lives Matter, las fuerzas del orden van a Musk y piden datos de algún manifestante, él va a decir que sí, que por supuesto. Si la libertad de expresión es que se debe permitir ser un poco racista, difundir mentiras sobre la vacuna o las elecciones, pues en fin...

Foto: Lina Khan. (Universidad de Columbia)

Hay una cuestión que subyace a todo esto. ¿Por qué debe ser un grupo de jefes de Twitter, o multimillonarios, quienes decidan qué se puede y qué no se puede decir? Ese es un problema de propiedad y de poder de estas plataformas, que ejercen una combinación de poder económico, político e ideológico. Deberíamos abordar la censura en esos términos. En otras palabras, hablar de tener normas comunitarias. Por ahora, son normas corporativas establecidas para los usuarios, que dentro del sistema son como ratas de laboratorio.

P. También ha dejado caer que quiere acabar con el anonimato en Twitter, algo que es una de las ideas fundacionales de internet. Él dice que acabaría con el spam.

R. : Si hace eso, creo que va a perder una gran cantidad de usuarios, aparte de que no es viable. ¿Van a pedir a casi 300 millones de personas que proporcionen sus tarjetas de identidad o certificados de nacimiento? Eso no se puede hacer sin que haya una huida masiva. Además, muchos usuarios utilizan el anonimato para poder discutir libremente cosas de las que no se sienten seguros hablando con sus nombres reales o para poder ver porno, que es probablemente una de las partes más grandes del contenido de Twitter.

Por otro lado, no estoy convencido de que vayas a deshacerte del spam de esta manera. Un bot es capaz de ser programado para que parezca una persona. Estoy seguro de que encontrarían formas de sortear cualquier medida de Elon Musk.

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Foto: Reuters/Dado Ruvic.

P. Antes de que empezara todo el culebrón de la compra, Twitter ya estaba perdiendo a los usuarios más activos y, por tanto, rentables. ¿A qué crees que se debe?

R. Twitter fue concebida para los activistas que protestaban fuera de las convenciones republicanas y demócratas en 2004. La premisa era enviar mensajes de texto y compartirlos entre un gran número de personas. Por ejemplo, los activistas iraníes durante el Movimiento Verde lo estaban utilizando para difundir información. El Departamento de Estado estaba muy interesado en eso. Luego, los activistas egipcios a veces utilizaban Twitter durante el levantamiento contra Mubarak. Se beneficiaron de una exageración masiva de la importancia de la red social en esos levantamientos. Se les llamó las revoluciones de Twitter.

Lo que importaba de Twitter era que podías obtener noticias muy rápidas, actualizaciones muy rápidas, especialmente cuando algo grande estaba sucediendo. Y luego dio el giro que dio. Se convirtió en algo que fue dominado. Brevemente, la izquierda lo utilizó para Occupy Wall Street, pero luego fue dominado por el ISIS, después por los partidarios de Trump, el Brexit, Bolsonaro... Básicamente, la extrema derecha. Además, está configurado para beneficiarse de estas olas de atención que se generan en los acontecimientos políticos. Nunca se podrá evitar las contradicciones que vienen con la polarización política. No creo que vayamos a volver nunca a una época como la de los años 90, en la que supuestamente todo el mundo estaba de acuerdo en algún punto intermedio. Eso no va a ocurrir, y Twitter sería bastante aburrido si ese fuera el caso.

Elon Musk está mezclando con toda su fuerza esa coctelera en la que ha convertido Twitter. En ella, hay una mezcla de ingredientes como la libertad de expresión, un precio disparatado o la búsqueda de la fórmula que le haga, al menos, no perder dinero. Nadie sabe si saldrá algo potable de todo esto, pero sí que estará especiado con el cobro de 8 dólares a cada usuario que quiere aparecer como verificado (y tener cierta preferencia en Twitter). También con una serie de despidos masivos que aún no han sido concretados. La gran pregunta es qué encaje tiene esto en la "plaza del pueblo digital" que el magnate asegura que quiere construir.

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