Sin 'Sálvame' o 'Pasapalabra' por culpa del calor: el fantasma que recorre cada verano la costa

Mayo de 2022 pasará a la historia por haber sido el mes más caluroso en lo que va de siglo, con temperaturas que hace no tanto solo serían imaginables en lo más profundo del verano. En algunas zonas de la costa española, la desesperación ante la subida de los termómetros fue acompañada también de la aparición de un viejo conocido para quienes tienen la playa cerca. Se trata del 'fading', un fenómeno que ocurre cada temporada estival y que deja sin forma de ver la televisión a cientos de miles de personas durante un tiempo indeterminado. Ahora que el sol vuelve a apretar, la reaparición de este fantasma veraniego es nada más que una cuestión de tiempo.

"El 'fading' existe en todo momento, porque es parte de la interacción de las ondas electromagnéticas con el entorno, pero los problemas se producen cuando se dan ciertas condiciones", explica Pere Tuset, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e ingeniero de telecomunicaciones. En concreto, este fenómeno se produce cuando hay un calentamiento más o menos repentino del mar, algo que provoca una vaporización que acaba interfiriendo la señal que, en lugar de ir directa a cada antena, queda mucho más dispersa en la atmósfera.

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Es muy poco probable que se produzcan estas caídas de la señal en zonas de interior, pero es más que habitual en zonas costeras, donde vive cerca de la mitad de la población española. No obstante, no es lo mismo Galicia o Cantabria que Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana, con un clima mucho más cálido. "Es algo que se nota sobre todo cuando viene una ola de calor, se genera un vapor de agua cuando se calienta el mar y en función de cómo venga el viento. Si es hacia tierra, donde están las antenas, la atenuación es mucho mayor", apunta Tuset. "En el norte los cambios tan bruscos apenas se dan y son entornos más húmedos de por sí", contrapone.

En este sentido, el profesor recuerda que no todas las torres emiten señales con la misma potencia, sino que se pondera según la situación, como el clima, la distancia respecto al repetidor más cercano o la altura de los edificios de la zona. "Siempre se hace un cálculo estimado de la potencia de cobertura que se necesita para llegar a los usuarios", continúa. Con todo, lo habitual es dar algo más de capacidad "para que no haya problemas como, por ejemplo, la lluvia, que atenúa mucho la señal", aunque también "hay zonas donde son más ajustados". Es por eso que "suele ocurrir en lugares donde ya había problemas de cobertura por el emplazamiento de las antenas, y eso los empeora".

"Todos los veranos es así"

"Según el día, va un canal u otro. De repente funciona Antena 3, pero no La 1, pero al rato puede dejar de verse una y que sea imposible ver la otra", lamenta Rafael, que vive buena parte del año en Matalascañas, en Huelva. "No tenemos ningún repetidor cerca, así que las antenas se tienen que poner mirando a Huelva o a Jerez de la Frontera, pero ninguna de las dos funciona bien. Se intentan cosas como poner la antena un poco más alta y demás, pero a prácticamente nadie le funciona".

María es de Cartagena y allí no tiene problemas, pero si en su segunda residencia en El Portús, un pequeño municipio a algo más de 10 kilómetros de la ciudad murciana. "El pasado fin de semana estuvimos allí y tuvieron que cambiar la antena. Todos los veranos es así pero, al siguiente, vuelve a pasar. Algunos años se nota más que otros", cuenta. "Es normal que la tele se vaya en la hora de la siesta. Por la mañana nunca ha pasado nada, pero a esas horas se corta y acaba volviendo sola", relata esta afectada, que enfatiza que "es algo que ocurre a todos los vecinos del pueblo, siempre se nos va a todos a la vez".

"En mi casa también tengo problemas", cuenta José Manuel Echevarría desde La Manga, también en Murcia, donde lleva un cuarto de siglo trabajando como instalador y antenista. "Con la TDT se produce el efecto muro. Se ve bien hasta que se corta y se pixela, mientras que con la analógica salían sombras o nieve, pero se podía ver medianamente. Lo digital llega o no llega porque, al final, son ceros y unos. Al menos, antes era todo el año y ahora es casi solo en verano".

Diego Giraldez, instalador en Málaga y alrededores, también lleva muchos años a la espalda en el gremio y recuerda que "en teoría, la TDT iba a solucionar el 'fading', pero seguimos viendo casos en los que no es así". "En verano tengo consultas a diario de este tipo, porque es algo que afecta a cualquiera que tenga una antena cerca de la costa, aunque a algunos más que a otros. Aquí ocurre sobre todo en La Axarquía, pero también en lugares como Marbella", expone este profesional, en cuya vivienda no fallan todos los canales por igual, sino más bien el 24 Horas de TVE y, en ocasiones, también otros del ente público.

En cualquier caso, el 'fading' es un fenómeno que afecta a la televisión, pero no a radio y telefonía móvil, a pesar de que las tres se propagan por el campo radioeléctrico. ¿Por qué? "Es algo que depende de las frecuencias en las que trabaja cada medio, pero también depende de la regulación. No se puede emitir a la misma potencia en 600 MHz que en 1.800", responde Tuset, el profesor de la UOC.

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No son las únicas diferencias. "La radiofusión difunde en todas las direcciones desde un punto, así que la densidad de potencia es menor. En el servicio celular tienes casi una antena para cada ciudad y, en las grandes, una por barrio. En cambio, en TDT tienes una o dos por comarca. Tienes que llegar a distancias mucho más grandes", continúa este especialista. "Hay que ver dónde está el problema, hacer estudios técnicos de lo que pasa, en qué sitios y qué soluciones a largo plazo, pero teniendo en cuenta que muchas veces es un fenómeno puntual".

Este periódico ha contactado con el Ministerio de Economía y Empresa —el competente en materia de telecomunicaciones—, donde no tienen constancia de ningún informe o estudio sobre la población más afectada por este fenómeno, ni tampoco ningún plan de actuación al respecto. Echevarría, de La Manga, lamenta las pocas actuaciones de las instituciones públicas respecto al 'fading'. "En algunas zonas tapadas por montaña se ha conseguido, pero de 'fading' no se ha hecho nada. En La Manga se puso un repetidor mal proyectado que no sirvió de nada, y lo mismo en Cabo de Palos", cuenta.

Se puede solucionar, ¿merece la pena?

"Esto no se puede arreglar con un filtro o un cambio del tipo de antena. Hay veces que se consigue 'escondiendo' la antena del mar, pero no es algo que se pueda hacer siempre. No hay soluciones milagrosas, solo ver si se encuentra algún remedio, pero el problema seguirá estando", responde comenta Diego Giraldez, el instalador malagueño, cuando le preguntan si ve alguna salida a esta situación.

Tuset, ingeniero y profesor de la UOC, sí ve una forma de solucionarlo. Lo malo es que el remedio seguramente sea peor que la enfermedad. "El coste de la infraestructura sería muy grande. Es como poner una autopista de siete carriles entre dos pueblos por si acaso: no lo vas a usar prácticamente nunca. No se pueden dimensionar las infraestructuras para el peor caso, que es fruto de unas condiciones meteorológicas. Hay que ser mínimamente comprensivos", dice este especialista, que cree que puede haber algún parche intermedio. "Es preferible actuar cambiando o reorientando antenas y, en caso de que sea algo recurrente, estudiar poner un repetidor para una población, como ocurre en ciertas zonas del Pirineo, pero es una medida extrema", explica. "Si afecta a dos personas esporádicamente, no es un problema; pero sí cuando le ocurre a un vecindario o una población más grande".

No obstante, uno de los problemas de cara al futuro pueden ser las olas de calor, que este año se han visto fuera de los meses de máximas temperaturas. "Al llegar a finales de mayo, el mar está mucho más frío, por lo que en esas condiciones se caliente más rápido, aumentando la humedad y el efecto sobre las telecomunicaciones, en lugar de ir poco a poco", comenta Tuset, que deja caer por dónde pueden venir los tiros. "Si el cambio climático va a más, podría convertirse en algo recurrente".