Es noticia
Se acabó el dinero fácil: los inversores 'tech' cierran el grifo (y van a ganar los de siempre)
  1. Tecnología
GETIR, KLARNA, GORILLAS...

Se acabó el dinero fácil: los inversores 'tech' cierran el grifo (y van a ganar los de siempre)

'Startups' que hasta hace nada parecían estar nadando en dinero anuncian fuertes recortes y retrocesos. Los fondos de capital riesgo se muestran temerosos ante una crisis que golpea, incluso, a las grandes tecnológicas

Foto: Klarna, mayor unicornio de Europa y quinto del mundo, anunció fuertes recortes. (Reuters/Dado Ruvic)
Klarna, mayor unicornio de Europa y quinto del mundo, anunció fuertes recortes. (Reuters/Dado Ruvic)

En 2021, hubo un total de 520 empresas que adquirieron el estatus de unicornio. Esto significa que estaban valoradas en, al menos, 1.000 millones de dólares. Para tener esa condición de animal mitológico, el único requisito es no ser una empresa cotizada. Es decir, seguir siendo 'startup' o compañía emergente. Ese registro de unicornios, superior al medio millar, era casi cinco veces superior al de 2020, que, con 108, había sido el mejor curso de la historia. Este dato sirve para hacerse una idea de cómo el capital corría con libertad e inundaba los círculos tecnológicos, dopando proyectos y pequeñas compañías con constantes rondas de financiación. La fiesta era generalizada. En la bolsa, las 'big tech' no dejaban de subir como la espuma, aprovechando los vientos de cola de la pandemia. El arranque de 2022 fue igualmente orgásmico. Todo, a pesar de la amenaza de una resaca que finalmente parece haber hecho acto de presencia en las últimas semanas

Se ha escuchado el toque de corneta entre los inversores y el dinero ha sido llamado a consultas. Las grandes tecnológicas (y las que no lo son tanto) han recibido una llamada de atención por parte de sus accionistas. Todos se han llevado un susto importante. Desde Amazon hasta Meta, pasando por Snapchat o por Rivian, ese nuevo fabricante de coches que fue ensalzado como un nuevo Tesla y que ahora ha perdido el 84% de su valor. El Nasdaq, un índice que suele vivir en un perpetuo verde, se ha dejado una quinta parte de su valor en lo que llevamos de año. Aunque anteriormente se han visto retrocesos puntuales (en 2018 o 2011), hay que remontarse hasta 2008 para encontrar un tropezón mayor. Entonces retrocedió el doble (un 40%).

Foto: Foto: Getty Images/Sean Gallup.

Muchos fondos de capital riesgo ya reconocen en público que toca sacar la calculadora y ponerse a dieta... No han tardado en sucederse las noticias de 'startups' en todos los puntos del globo que están acometiendo importantes ajustes en su fuselaje financiero para no quedarse sin combustible en pleno vuelo y estamparse contra el suelo.

Esta misma semana, se han producido varias informaciones de este tipo. El martes, Gorillas, uno de esos advenedizos gigantes del 'delivery', anunciaba que se retiraba de cuatro mercados, entre ellos España, y que iba a despedir a la mitad de trabajadores de su sede central. La noticia llegaba pocos meses después de haber logrado una valoración de 2.500 millones de dólares. Apenas 24 horas después, su gran rival en esto de las compras exprés, Getir, anunciaba que recortaría un 14% su fuerza laboral (cerca de 4.000 empleados) y que frenaría el agresivo plan de internalización que le había llevado a tener un precio de empresa de 11.000 millones de dólares.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí.

Las dudas hace tiempo que estaban persiguiendo a este negocio y esto era algo que se veía venir. Pero el 'quick commerce' no es ni mucho menos el único que está viviendo turbulencias. Klarna, el quinto unicornio más valorado del mundo (45.000 millones), acometerá un recorte que se llevará por delante a uno de cada 10 empleados que tiene en todo el mundo. Eso supone un tijeretazo de 700 puestos de trabajo.

placeholder Bicicletas de Gorillas. (Foto: Reuters/Piroschka van de Wouw)
Bicicletas de Gorillas. (Foto: Reuters/Piroschka van de Wouw)

La justificación para esta traumática medida es que "el mundo ha cambiado" desde que trazaron su hoja de ruta el pasado mes de septiembre. "Desde entonces, hemos visto una trágica e innecesaria guerra en Ucrania, un cambio en el sentimiento de los consumidores, un fuerte incremento de la inflación, un mercado de valores altamente volátil y probablemente una recesión", ha publicado el CEO de la compañía, Sebastian Siemiatkowski, en un comunicado en el blog oficial de la empresa.

Lo de Klarna apunta a que no será una excepción. Todos los sectores parecen estar afectados por este temor creciente en lo macroeconómico, pero parece que está pasando una mayor factura a la industria 'fintech'. Así lo recoge un documento elaborado por Andressen Horowitz, uno de los grandes fondos de inversión de Silicon Valley. El informe analizaba las valoraciones de una serie de empresas tecnológicas de varios gremios diferentes, analizando los múltiplos de ingresos a futuros en los últimos meses. Todas descendían, pero la sangría era especialmente significativa en estas empresas tecnológicas de servicios financieros, pasando de estar valoradas en una media de 25 veces su estimación de ingresos a futuro en octubre a únicamente cuatro en la actualidad.

El texto resume algunas de las causas. La primera de ellas, los tipos de interés. Esto es algo que hace daño a cualquier 'startup' que tiene que recurrir al mercado privado para seguir creciendo, pero especialmente a las que ofrecen productos como el pago a plazo o créditos al consumo, por el simple hecho de que el dinero es el combustible diario de su negocio.

Tiger Global, Secuoya, Softbank... El capital riesgo está más 'cobarde' que nunca

Tiger Global, uno de los fondos más agresivos a nivel mundial, ha decidido pegarse un tiro en el pie antes de perder las dos piernas. Se ha hecho un 'harakiri' que le ha costado 17.000 millones de dólares. Eso supone dos terceras partes de lo ganado desde que se pusiese en marcha hace más de dos décadas. ¿Cómo? La venta masiva de acciones de compañías, como Uber, Netflix o la mencionada Rivian, a un precio menor del adquirido en su momento.

A SoftBank, el gigante nipón que maneja los hilos de Vision Found, no le va mucho mejor. Ha sido noticia en varias ocasiones en los últimos cursos y no precisamente de forma positiva. Padeció con fuerza la crisis de WeWork o la decepcionante salida a bolsa de Uber. Tuvo que vender Boston Dynamics, comprada a Google, porque no supo sacarle rentabilidad. Y ha tenido que lidiar con la frustrada operación para colocar ARM a Nvidia. Después de esta amarga cucharada de ricino, Softbank pretendía sacar esta empresa a bolsa, una jugada que probablemente tenga que ser retrasada en el tiempo hasta que mejore el panorama.

El CEO del conglomerado japonés admitió hace unos días ante los accionistas que han decidido recortar, al menos hasta el próximo mes de marzo, sus inversiones iniciales. Masayosi Son afirmó que el tijeretazo podría ser de "hasta tres cuartas partes" del dinero movilizado hace un año. “El sentimiento de los inversores en Silicon Valley es el más negativo desde la caída de las 'puntocom”, escribó en su cuenta de Twitter el cofundador de PayPal, David Sacks, ahora socio de la empresa de inversión Craft Ventures, profundizando en el pesimismo generalizado.

Foto: Reuters/Kim Kyung-Hoon.

La última cuenta de este rosario de malos presagios y advertencias la puso Michael Seibel, mandamás de Y Combinator, la mayor aceleradora de 'startups' del mundo. Avisó en una carta enviada a su comunidad que las empresas emergentes iban a sufrir, especialmente fuera de EEUU, las consecuencias de la desaceleración económica que se está cocinando. Señaló expresamente a 'startups' de bajo margen, de tecnología dura y también a las intensivas en capital, es decir, las que gastan mucho y rápido y tienen que esperar para ganar. Seibel fue bastante contundente: "No se puede predecir cómo empeorará la economía, pero lo más sensato es ponerse en lo peor".

Seibel lanzó un consejo rotundo a las 'startups' que estén buscando financiación en los próximos seis o 12 meses: cambiar el plan. "Tened en cuenta que será el punto álgido de la recesión. Las posibilidades de éxito serán extremadamente bajas, incluso si a la empresa le va bien". La contundencia de este mensaje recuerda a aquel histórico comunicado titulado 'RIP. Buenos tiempos', que Secuoya, otro de los gigantes del capital riesgo, publicó en la crisis de 2008, en la que básicamente pedía a las 'startups' contención y sentido común en el gasto o "que se marchasen a casa".

El consejo del CEO de Secuoya: "Si quieres financiación en seis meses, cambia de plan"

Los malos presagios sobre la marcha de la economía han provocado situaciones inusuales. Instacart, una empresa de entrega de compra exprés que se vio muy beneficiada por la pandemia, rebajó voluntariamente su valoración un 40%, desde 39.000 hasta 24.000 millones. Lo hizo con la intención de "adaptarse a la nueva situación del mercado" y para retener talento.

A pesar de ello, la compañía sigue tanteando la vía de una oferta pública de venta en un mercado evidentemente en plenas turbulencias. Solo se han dado dos salidas a bolsa que hayan superado los 500 millones de dólares. En lo que va de año, las 52 operaciones de este tipo han recaudado casi 4.500 millones. Muy lejos de los 71.000 millones de dólares que consiguieron 201 empresas en el mismo periodo del anterior ejercicio.

placeholder Foto: Reuters/Dado Ruvic.
Foto: Reuters/Dado Ruvic.

Los GAFA siempre ganan

Los inversores 'tech' han cerrado, por ahora, el grifo del dinero fácil. Las cosas no pintan en absoluto bien. Sin embargo, hay algunos que pueden volver a salir ganando. Los mismos de siempre. ¿Quiénes? Las grandes tecnológicas. Y eso que Wall Street les ha castigado con una caída de su valor, que, conjuntamente, supera el producto interior bruto de Francia. Pero, en un tiempo en el que el efectivo escasea, ellos tienen ingentes cantidades de dinero. Casi 300.000 millones de dólares, entre todos. Eso les va a permitir, en tiempos difíciles, adquirir más negocios (en la crisis de 2008, adquirieron un centenar) y estar mejor posicionados que nadie para una guerra de talento que no deja de recrudecerse.

Foto: Imagen: El Confidencial.
TE PUEDE INTERESAR
EEUU, contra los monopolios de Silicon Valley: el pulso que va a cambiarlo todo
Michael Mcloughlin Infografía: Laura Martín Gráficos: Marta Ley

Obviamente, los Gafam (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) no son invencibles. Las crisis prolongadas también merman su extraordinario rendimiento. Para entender lo que está ocurriendo, viene bien fijarse en el gigante del comercio electrónico. Presentó unos resultados decepcionantes, los peores en 20 años, porque su inversión en Rivian resultó una manzana pocha y porque el consumo 'online' se ha desacelerado. Obviamente, las circunstancias le van a obligar a hacer ajustes en términos de plantilla y aperturas de nuevos almacenes, pero esto no es comparable al ajuste de cinturón de un unicornio, entre otras cosas, porque sus otras divisiones (AWS, principalmente) van como un tiro y porque tiene mucho más pulmón económico.

Un pulmón económico que, por ejemplo, permitiría a Microsoft seguir con su estrategia de compra de estudios de videojuegos para reforzarse en su asalto al trono de Sony. Un pulmón económico que, por ejemplo, ha permitido a Apple navegar por la crisis de suministro mucho mejor que otros fabricantes de 'hardware'. Quien más ahogado se puede ver, quizá, sea Facebook. Y porque ha apostado su futuro al metaverso, un negocio que nadie se atreve a aventurar cómo de grande será.

En 2021, hubo un total de 520 empresas que adquirieron el estatus de unicornio. Esto significa que estaban valoradas en, al menos, 1.000 millones de dólares. Para tener esa condición de animal mitológico, el único requisito es no ser una empresa cotizada. Es decir, seguir siendo 'startup' o compañía emergente. Ese registro de unicornios, superior al medio millar, era casi cinco veces superior al de 2020, que, con 108, había sido el mejor curso de la historia. Este dato sirve para hacerse una idea de cómo el capital corría con libertad e inundaba los círculos tecnológicos, dopando proyectos y pequeñas compañías con constantes rondas de financiación. La fiesta era generalizada. En la bolsa, las 'big tech' no dejaban de subir como la espuma, aprovechando los vientos de cola de la pandemia. El arranque de 2022 fue igualmente orgásmico. Todo, a pesar de la amenaza de una resaca que finalmente parece haber hecho acto de presencia en las últimas semanas

Inversores
El redactor recomienda