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Hablemos más del sonido y no de la imagen: un mes con Arc, la joya de Sonos para tu TV
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Hablemos más del sonido y no de la imagen: un mes con Arc, la joya de Sonos para tu TV

El fabricante estadounidense se atreve años después con una barra de sonido completa. Un equipo de quilates y mucho dinero que recuerda como el audio puede transformar una tele

Foto: Foto: M. Mcloughlin.
Foto: M. Mcloughlin.

Después de la primavera y el verano, llegan el otoño y el invierno más atípico de nuestras vidas. Ya no depende de un eventual segundo confinamiento que algunos ya han vivido, están viviendo o esperan. Los rebrotes y las medidas de protección contra el covid-19 hacen que el ya mermado ocio vaya a refugiarse aún más en el ámbito privado. Con el avance del curso y el cambio de estación, muchas de las terrazas se evaporarán y los aforos limitados en bares y restaurantes harán que muchos se queden (o se vean obligados a hacerlo) en casa.

No son pocos los que aprovecharon esas semanas de encierro marcial para renovar sus televisiones cuando no videoconsolas u ordenadores. Ya que pinta que vamos a pasar bastante más tiempo en nuestro sofá, cuanto más equipados estemos mejor. en este escenario quizás no sea, ni mucho menos, lo primero que te viene a la mente pero también es interesante valorar, especialmente si eres un seriéfilo o cinéfilos de pro, una barra de sonido. Y en ese sentido, Sonos, el fabricante estadounidense, igual no ha escogido tan mal momento para poner en juego su última creación: Sonos Arc.

Foto: Foto: M. Mcloughlin.

El dispositivo llama la atención porque la marca hacía tiempo que no exploraba este producto. Hay que remontarse varios años atrás hasta encontrar uno similar. ¿Y qué ocurre con Beam? El Sonos Beam era una máquina compacta, pensada para llenar un salón o mediano. El precio da fe de que Arc y Beam juegan en ligas diferentes, aunque ambas barras son de muchos quilates. Hay que echar billetes. Como suele ocurrir siempre que hablamos de esta marca. Salvo honrosas excepciones (como la línea Symfonisk, entre otros) habitualmente no son productos que vayan a ser catalogados como 'chollos' o que vayan a entrar en esos 'rankings' oficiosos que nos empeñamos en hacer los plumillas 'techies' con la relación calidad-precio más bestial.

El Beam cuesta 449 euros. En la que hoy ponemos el acento, Arc, prácticamente el doble. 899 euros. Es decir, una inversión grande. Hemos pasado unas semanas pudiéndola dar fe de su desempeño y se trata de un equipo de lujo da la talla. Juega su principal baza a ser un 'todo en uno'. Un aparato, digamos, compacto. Eso no significa que haya un puñado de aspectos a la hora de plantearse su compra.

Atender a lo que se oye, no a lo que se ve

Es una barra de sonido de gran formato, a diferencia del mentado -y ya dejamos de hablar de él- Beam. En este caso pasa holgadamente el metro de largo. Concretamente, 141 centímetros. Puede parecer mucho, pero a la hora de la verdad no lo es, más si atendemos a todo los componentes de su interior. No hay que olvidar que ya cualquiera puede tener una pantalla de más cincuenta pulgadas en casa y Arc encaja muy bien en ese tipo de longitudes. En una 'smart TV' de 55", la que yo he usado, queda como un guante, dejando espacio, ni mucho ni poco, a cada lado. Quizás en una más pequeña quedaría más descompensado.

Su diseño es, ante todo, sobrio. Eso es bueno porque lo que tiene que destacar en este caso es lo que se oye, no lo que se ve.

El diseño es sobrio y elegante. No estará en un museo pero cumple su función perfectamente

Así que este Sonos Arc es una barra minimalista -disponible en negro o en blanco- que no desentona visualmente hablando. No te llama poderosamente la atención pero no queda como un pastiche de difícil encaje. Cuenta con una forma circular ligeramente achatada. Agujereada en su superficie, apenas tiene detalles a la vista. La marca (cómo no, para que no se te olvide lo que has comprado) y un panel táctil en la parte superior. En la cara B, una pequeña apertura para el botón de enlace, el puerto ethernet, la toma de corriente y el HDMI.

El material es plástico. Bien trabajado, algo que le permite tener un aspecto 'premium' a pesar de ser un material asociado a otro tipo de precios. Y se limpia fácil. ¿Podían haber utilizado otro material como metal? Podrían pero eso hubiese supuesto incrementar los 6,25kg. Podían haber optado por hacer una joya de diseño. Pero no lo han hecho. Aquí Sonos no recibirá grandes loas por el aspecto que le han conferido. No es un error. Insisto en que una barra de sonido tiene que ser bonita y ser una pieza que luzca bien, pero no es esa su razón de ser. Cumple con la premisa. Es elegante desde su discrección.

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Foto: M. Mc

¿Qué es lo que oculta en su metro y pico de largo y 16 centímetros de alto? Pues 11 amplificadores de clase D, 3 tweeters de 3/4" así como ocho woofers elípticos. Es probable que esto no te diga mucho. Igual que si te digo que monta un procesador quad-core que corre a 2,4Ghz o 1GB de RAM en su interior. Son datos que no hay que perder de vista pero tampoco enredarse en ellos demasiado. Sí que importa más entender el apartado de conectores.

Arc y eArc

Funciona con HDMI Arc (Audio return channel), que nos ahorra tener que utilizar un cable extra al enviar sonido directamente de la televisión y sus app por este cable.También está preparado para la siguiente generación eARC, que ya tienen disponible algunos fabricantes. Si tu televisión no tiene este puerto, se puede utilizar con un adaptador para entrada óptica, pero con ello se perdería una de las cosas más interesantes de la barra: la compatibilidad con Dolby Atmos. Esta tecnología, presente ya en plataformas como Disney Plus, Netflix o Amazon Prime, que ayuda a tener una mejor experiencia de sonido envolvente. En mi caso he hecho la prueba con una televisión de 2019 (compatible con eARC) y no he tenido problema. Lo ideal, que la tele tenga cuatro años o menos para manejar estos estándares. Lo cierto es que simplifica la conectividad al reducir cables, pero también nos limita al quitarnos un HDMI, algo que nunca nos sobra a gente con la consola y otros tantos aparatos enchufados a la tele.

La Sonos ARC como el resto de los Sonos, a excepción de Move, es un sistema con wifi (por eso lo del ethernet, aunque sin problema para utilizarlo sin conexión fisica). Nada de bluetooth, aunque hay veces que se agradecería. Si quieres utilizarlo para reproducir música en Spotify, Apple Music, YouTube Music o Tidal debes vincularlo a través de la nueva app Sonos S2. No existe mayor problema, al menos en mi caso, ya que con la compatibilidad con AirPlay 2 o Spotify Connect facilita mucho las cosas. También maneja Alexa y Assistant de Amazon y Google, respectivamente. No hay mucho que añadir en este punto, más que dispone de cuatro micrófonos que le confieren un buen alcance para escuchar nuestras peticiones, incluso cuando el sonido está un tanto alto. No dispone de mando propio, sino que se sincroniza y se utiliza el de la tele para gobernar el sonido.

Foto: Sonos Move. (Michael Mcloughlin)

En general es una barra de muy fácil configuración. No es un 'plug and play' pero casi. En el proceso de ajuste inicial tendremos que hacer, en caso de que tengamos un dispositivo iOS, lo que se denomina 'TruePlay', como ocurre con otros aparatos Sonos. El aparato emite un sonido que busca reconocer todos los elementos que puedan afectar a la reproducción y ajusta, entonces, la forma en que cada pieza emite audio para optimizarlo.

Es algo que desgraciadamente solo está disponible para el sistema operativo de Apple, como ya conocíamos. También he de decir, que en otras ocasiones, cuando he colocado un altavoz en una estantería y luego lo he cambiado a la mesa del salón, sí he notado algunos matices. Aquí en las pruebas con iOS y con Android no he notado ninguna diferencia significativa ya que el Arc estaba colocado enfrente de mí sin ningún obstáculo en una estancia bastante regular. Con una buena ubicación dará igual que no tengas acceso a esta herramienta.

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Foto: M. Mc

Después de todos estos apuntes, vayamos a lo central. ¿Cómo suena? Excelente. Se trata de un sistema 5.1., aunque puedes 'doparlo' añadiéndole otros accesorios de la marca. He estado probándolo con un sinfín de contenidos, desde películas, series, programas de televisión, videojuegos, podcast, música en streaming y siempre he tenido la misma grata sensación. Maneja tanto Dolby Atmos (Digital y Digital +) así como Dolby TrueHD, importante para los que manejan Blue-Ray . El PCM multicanal está en camino, según han anunciado sus propios creadores.

Mención especial para las voces. No quedan nunca consumidas por muy contundente que sean los instrumentos que le acompañan o por muy ruidosa que sea la escena que se protagoniza. Gracias a un modo para realzar los diálogos, he vuelto a tener esa sensación de que cuando importa los diálogos están en primer término, delante de mí, y todo el resto empastado donde debe. Apenas he notado 'lag' o retraso entre la imagen y los diálogos. También cuenta con un modo noche, que 'amortigua' la intensidad sin que ello suponga un sonido más terrenal.

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Foto: Sonos.

Agudos y tonos medios están perfectamente ajustados, aunque dispones de un ecualizador para ajustarlos en la app si quieres personalizarlos. Es la parte de los graves donde habrá más debate, pero como en cualquier equipo que sea monopieza. El Sonos Arc, a mi parecer, cubre estos tonos con una fiabilidad y profundidad que pueden satisfacer a la gran mayoría. Siempre habrá alguien que quiera más, pero a mí me ha impresionado mucho. Creo sinceramente que muy pocos sabrán paladear las ventajas que le da añadir un subwoofer externo.

Todo en uno: su gran ventaja

Esa es su gran ventaja. Sin requerir un aparato dedicado, roza un gran nivel en los graves. Si a pesar de todo quieres todavía una fidelidad mayor, puedes optar por un Sonos Sub, que supone añadir a la cuenta otros 800 euros más. También, para crear una experiencia más inmersiva, puedes apoyarte en dos Sonos One u otra pareja de altavoces de la marca.

La gran ventaja de Sonos Arc es ser, probablemente, el mejor 'todo en uno' que puedes encontrar y pagar

Personalmente no he sentido la necesidad de ninguno de estos añadidos. Creo que ahí es donde reside la fortaleza de este equipo, en dar lo suficiente a gran parte del público en una sola máquina, sin tener que tirar de otros 'satélites' y repartir las tareas. Se trata de un 'todo en uno' premium que puede competir sin ningún complejo con sistemas de varios dispositivos. En mi opinión es el más destacado de los que apuestan por esta fórmula.

Sin embargo, si eres de los que sí o sí quieres un 'subwoofer' externo sí o sí, ya que eres un sibarita de los graves y quieres que cada elemento tenga su función para tener un sonido 100% acorde a tus exigentes gustos, puedes encontrar opciones algo más competitivas en Sony, Samsung o B&O ya que en el caso de Sonos supone doblar la factura. La decisión de compra también estará influída por si tienes otros equipos del ecosistema Sonos o no.

Obviamente una barra de sonido es una necesidad del primer mundo y muchos no están dispuestos a dejarse esta cantidad ni en este Sonos ni en otro equipo y se conforman con uno más barato o directamente con el sonido de su tele. Sin embargo, con la popularización y abaratamiento de los modelos 4K y con el 8K más como un brindis al sol que otra cosa, ya va siendo hora de preocuparse algo más por el audio que por la resolución para tener una gran experiencia en casa.

Después de la primavera y el verano, llegan el otoño y el invierno más atípico de nuestras vidas. Ya no depende de un eventual segundo confinamiento que algunos ya han vivido, están viviendo o esperan. Los rebrotes y las medidas de protección contra el covid-19 hacen que el ya mermado ocio vaya a refugiarse aún más en el ámbito privado. Con el avance del curso y el cambio de estación, muchas de las terrazas se evaporarán y los aforos limitados en bares y restaurantes harán que muchos se queden (o se vean obligados a hacerlo) en casa.

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