Huelga de las VTC: "A Peseto Loco le dejaron colapsar la Castellana y a nosotros nos atan"

Coches de alta gama decorados con banderolas sindicales. Varios Teslas desfilando con pancartas sobre el capó. Corbatas, trajes y cerca de 2.000 personas han marchado hoy por el carril central del Paseo de la Castellana. Al grito de 'no rompemos coches", "yo sí pago impuestos" o "no al taxipolio", el gremio de las VTC se ha vuelto a echar a la calle por segundo día consecutivo. Tras la jornada de puertas abiertas, con viajes gratuitos en Cabify y Uber durante doce horas el miércoles, este jueves le ha tocado el turno a la marcha con la que quieren visibilizar su oposición a los planes de Fomento para pacificar el sector del taxi.

Una manifestación con miles de participantes que ha recorrido parte de esta arteria madrileña, con la Plaza Lima como punto de partida y la zona de Nuevos Ministerios como meta. Un escenario donde también se concentraron los taxistas el pasado mes de julio cuando consiguieron bloquear esta importante arteria de la capital.

"A Peseto Loco y compañía les dejaron colapsar la Castellana. A nosotros nos atan en corto", comentaba uno de los asistentes a esta marcha, convocada desde el Sindicato Libre de Transporte (SLT) y que también cuenta con la bendición de otras organizaciones como UGT. Además, CCOO ha emitido un comunicado en el que ha reprochado la gestión del Gobierno en esta crisis y respaldando a los trabajadores de “ambos sectores”. "El Gobierno ha tomado partido. Y nos discrimina hasta en las protestas", comentaba Jose María Callazas, representante de SLT, por el límite de 40 vehículos participantes en la movilización marcados desde la Delegación de Gobierno. "Nos atan en corto", remachaba, a la par que se disculpaba por las posibles molestias generadas a los ciudadanos.

Esta vez las autoridades locales no se han encontrado con la patata caliente de una concentración esporádica en una vía tan importante como la Castellana. Además del límite de vehículos, los agentes de Policía (municipal y nacional) han mantenido abiertos los dos carriles laterales. Además, aquellos que han acudido con el vehículo han sido identificados y sometidos a controles de alcoholemia antes de iniciar la marcha.

"Nos han mareado bastante, la verdad. Para poder meter el coche he tenido que dar cinco vueltas a la rotonda", se quejaba uno de los conductores, que no ha dejado de hacer sonar el claxón en todo el recorrido, como todos sus compañeros. "Me hace gracia que nos llamen cucarachas, que hay algún taxi que si que debe tener esos bichos y más del poco mantimiento que tienen", espetaba otro. La Policía Municipal cifraba la asistencia en 1.300 personas, pero los organizadores hablaban de más de 2.000. Indiferentemente del baile de cifras han cortado durante cuatro horas el tráfico en cuatro carriles de esta transitada zona de la capital

"Juegan con 15.000 familias"

"¿Dónde está el consenso? ¿Dónde está el diálogo que promete este Gobierno?", se quejaba Eduardo Martin, presidente de la patronal Unauto, que sostenía una de las pancartas de cabeza de la manifestación con el lema 'Por nuestros 70.000 trabajos". El que es una de las caras más visibles del sector e interlocutor -"cuando han querido hablar, que ha sido poco"- con el Gobierno ha sido especialmente duro con PSOE y Podemos.

"Son un Gobierno que presume ser de izquierdas. Que dice no acepta chantajes. Pues ya me explicarán lo qué ha hecho el taxi si no es un chantaje", ha rematado Marín, que responsabiliza directamente a estos dos partidos de "un decreto que juega con el sustento de más de 15.000 familias".

"¿Es posible imaginar que sólo hubiese un operador de telefonía o una aerolínea? Lo que se está planteando de cara a la competencia en el sector es impensable", ha lamentado Marin, quien ha contestado a la petición de “igualdad de condiciones” reclamadas desde el mundo del taxi mencionando alguno de sus “privilegios”. “Ellos tributan por módulos. Al año pagan en impuestos 916 euros. Menos que un mileurista. Cuando facturan más de 6.000 mensuales en algunos casos. Eso es de vergüenza”.

¿Es posible imaginar un solo operador de telefonía o una sola aerolínea?

Marín ha cargado duramente también contra el ministro Ábalos. "Cualquier cosa que aprueben este viernes va a ser un disparate. No solo por el contenido sino por las formas. No hay un problema de urgencia. Por tanto no cabe esa fórmula legal", afirmaba el directivo, que añadía que se está regulando las VTC sin contar con ellos ni "enseñar el borrador" a nadie del sector. "El único probllema es la actitud y la presión del taxi", añadía. "Ellos tampoco se van a conformar con lo que se les dé. Son así. Si el Gobierno da la mano, van a querer coger el brazo. Son como el cáncer, o lo curas de raíz o el problema sigue ahí extendiendose".

"Un mes caliente"

Las últimas informaciones, como adelanta hoy El Confidencial, apuntan a que Fomento está cocinando un decreto ley favorable al taxi, pero no tanto como el sector esperaba: no podrán disfrutar de su trofeo en un plazo corto. Se habla de un periodo de 3 a 5 años de transición. Un tiempo en el que las Comunidades y Ayuntamientos recibirán los poderes para regular la actuación de servicios como Cabify y Uber.

Esto da pie a que aparezca la licencia urbana propuesta por Barcelona, pero también otras fórmulas para que el 1/30 se haga efectivo a la hora de prestar servicio. Además, el Ejecutivo se ahorraría posibles indemnizaciones y expropiaciones al sector. Sin embargo, durante ese tiempo se seguirían desbloqueando las licencias VTC aún no expedidas y autorizadas por el Supremo, que permitiría a estas empresas seguir aumentando su presencia en las calles y engordando el problema.

Los trabajadores se han echado a la calle y una vez toman esa decisión no paran

“Si apuestan por una solución a cuatro o cinco años vista, lo único que van a conseguir es un mes muy caliente en las calles de Madrid, Barcelona y Valencia”, comentaba sobre los planes del Gobierno, uno de los grandes empresarios de las VTC presentes en la manifestación, algo que compartían varios de los presentes en la . “Los taxistas van a querer que esto ocurra en uno o dos años como mucho. ¿Y cuál es la solución? Porque echar a toda esta gente de su trabajo y liquidar la competencia no puede ser”, insistía.

“Los trabajadores se han echado a la calle y una vez toman esa decisión no paran”, añadía. Recrimina al Gobierno que este problema se ha generado por no convocar una mesa de diálogo y negociación con todos los actores y que esto puede derivar en un “conflicto constante en la calle y enfrentamientos entre los trabajadores VTC y los taxistas, autónomos también. Han trasladado la tensión a la calle y eso es muy muy complicado de parar”.

“La pregunta que hay que hacerse es cuál es el verdadero problema. Es falso que hayan perdido los niveles de facturación que dicen o que su licencia se haya depreciado. Lo que realmente quieren mantener es el monopolios”, zanja.

Incertidumbre, cabreo generalizado y muchas preguntas entre los asistentes a la marcha, entre los que se veían conductores, empleados de compañías VTC, empresarios e incluso usuarios. "Yo elijo como moverme. Y después de julio ya decidí que no volvía a tocar un taxi en mi vida", aseguraba Mario, madrileño de 24 años, un habitual de Uber. Cerca suyo, un joven llamaba poderosamente la atención con su pancarta casera: "Soy peluquero, hijo de taxista y apoyo las VTC". Un lema que no se cansaba de repetir.

"Hemos ampliado el mercado"

"El remedio no puede ser ponernos palos en las ruedas. Quitarnos de en medio", decía Alejandro, uno de los que manejaba un Tesla en la marcha. "Creo que damos algo que el taxi ha descuidado. Además, estoy convencido que tanto Uber como Cabify han conseguido que personas que nunca cogerían un taxi, hayan contratado sus servicios. Hemos ampliado mercado", remataba.

Hay gente que en la vida montó en un taxi pero si usa Cabify. Hemos ampliado mercado

"Van a destruir mucho empleo", comentaba Ricardo. "El día que empezó la huelga cumplí 50 años de edad. Llevo trabajando desde los 12 y, por fin, el mes que viene me van a hacer fijo en una empresa después de tanta lucha", aclaraba. "Hay muchísimos compañeros que han conseguido reciclarse en las VTC como yo. Nos cerraban las puertas por la edad y aquí estamos consiguiendo un sueldo", aseguraba este conductor.

¿La solución adecuada? "Nosotros no estamos poniendo líneas rojas. Eso lo hacen gente como Tito, que son unos cabezones", remata. "Son un monopolio", está claro. Nadie apuesta decididamente por una solución para alcanzar la proporción 1/30. "Por eso hay que sentarse hablar. Hay que armonizar ambas cosas", dice Luis, trabajador de una de las mayores empresas del sector VTC. "Esto no va de multinacionales. No son Uber o Cabify. Somos miles y miles de ciudadanos españoles los que estamos detrás de este conflicto y los que vamos a pagar el pato".

"Es algo que no es muy popular entre los compañeros, pero igual hay que establecer turnos y días de descanso como el mundo del taxi", opinaba. "¿Por qué no emitir más licencias de taxi?", se cuestionaba Roberto. "Porque no les interesa. No les ha interesado nunca. Han funcionado como una mafia y un monopolio. Siempre. Y quieren seguir haciéndolo. En cuanto se apruebe el decreto, Barcelona aprobará la licencia municipal y Madrid, tres cuartas partes. Un lío para nosotros y ellos, tan privilegiados como siempre".