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Decoré mi casa con la realidad aumentada de Ikea y casi acabo con un sofá en la terraza
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LA 'RA' NO ESTABA MUERTA y ahora, de parranda

Decoré mi casa con la realidad aumentada de Ikea y casi acabo con un sofá en la terraza

Aunque la entrada de Apple es una gran noticia, esta tecnología sufre el mismo mal que con las Google Glass: hay que mejorar la precisión y darle más utilidad que lo meramente lúdico

Foto: La realidad aumentada ha vuelto. Una vez más. (E. V.)
La realidad aumentada ha vuelto. Una vez más. (E. V.)

Que la realidad aumentada no estaba muerta lo sabíamos. Lo vimos con la fiebre de Pokémon Go! hace apenas un año y tres meses. Pero ahora está, como quien diría, de parranda. Olvidado el fiasco de las Google Glass, que Apple haya apostado por esta tecnología ha disparado la euforia de muchos una vez más. El ARKit -que reúne herramientas para desarrolladores- fue liberado en junio, pero no ha sido hasta la puesta en juego de iOS 11 y la presentación del iPhone 8 y el iPhone X cuando la fiesta ha comenzado.

Uno de los primeros en subirse a esta ola fue IKEA. El gigante escandinavo se sacaba de la manga una app bajo el nombre ‘Place’ que te permitía probar sus productos en casa solo con la cámara de tu móvil. ¿Me está diciendo que los muebles que me ponen los dientes largos en su idílico catálogo los puedo ver en mi salón? ¿Dónde hay que firmar? Tengo en mente cambiar mi sofá, así que era una oportunidad única para probarla.

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¿En qué lugar usarlo?

placeholder A mi el sofá sólo me entraba en la terraza (M. MC.)
A mi el sofá sólo me entraba en la terraza (M. MC.)

Para que nos hagamos una idea. Hay casi 2.000 productos para que escojas los que más te gusten. Cuando abres la aplicación, además de los correspondientes ajustes de idioma, debes calibrar el espacio a amueblar. Basta con apuntar con la cámara al suelo y que reconozca la zona de actuación tras mover ligeramente el dispositivo.

Lo he probado en la oficina, en mi casa y en el piso de varios conocidos. Sufre cuando el espacio es pequeño. Cuando hay un gran espacio no hay problemas y la experiencia es bastante buena.

Si tienes metros de sobra te lanzarás rápidamente a combinar y añadir ítems fácilmente. Sin embargo, si el lugar no es muy ancho y no puedes obtener un plano a una distancia considerable, te costará manejarte.

La de IKEA Places es una alternativa buena para hacerte idea preeliminar de cómo combinará esa lámpara tan cuca con ese imponente sofá. Pero simplemente para hacerse una idea. Probé tres modelos de sofá (Norsborg, Vimle de cuatro plazas y Vimle de tres). Todos lucían perfectos. Me apunté los nombres. Consulté las medidas del primero y comprobé. Agua. Turno del segundo, agua. ¿Y el tercero? Pues nada, solo me entraba en la terraza. Vaya panorama.

Hace falta más precisión

placeholder Uno se siente como decorando un juego de los SIMS. (M. MC.)
Uno se siente como decorando un juego de los SIMS. (M. MC.)

Adolece del mismo problema que, en general, todas las plataformas que tiran de la realidad aumentada. Le falta precisión a la hora de relacionarse con los objetos físicos. Eso sí, el efecto de las sombras y las texturas en algunos casos es francamente realista.

Si uno se mueve del punto original, gira y apunta para otro lado es probable que acabe perdiendo el foco y acumulando muebles por todos lados. El manejo de los elementos no es tan natural a la hora de girarlos y dejarlos justo como y donde uno quiere. Esto se nota, por ejemplo, a la hora de alinearse con las paredes. No hay profundidad. Es una imagen 2D.

Para medir los espacios decidí probar el mismo sistema. Encontré, entre otras apps, ‘Easy Measure’. Calibrado, el posible margen de error,... tras dos o tres pruebas acabé tirando de un metro tradicional. Sin embargo, me llamó la atención lo de poder medir objetos y seguí echando un vistazo. Me encontré con 'MeasureKit', ideal para medir cosas pequeñas. Yo lo hice con el Pixel 2 XL de Google. 157.9 milímetros de alto por 76.7 de ancho. La aplicación me daba 15 por 7. Acertado nuevamente, pero no preciso.

placeholder Con la Realidad Aumentada de Apple, uno puede medir objetos. (M.MC)
Con la Realidad Aumentada de Apple, uno puede medir objetos. (M.MC)

Juegos y filtros, lo más habitual

placeholder Echando uno hoyos esperando al bus. (M.MC)
Echando uno hoyos esperando al bus. (M.MC)

En general, la realidad aumentada a día de hoy es algo más lúdico que útil. Llama la atención. El llamado efecto ‘Wow’. Como ocurre con un buen número de apps de RA. Juegos y programas llenos de máscaras y filtros tipo 'Instagram & Snapchat' pueblan la categoría de la App Store.

Pero, ¿qué aporta la realidad aumentada a los juegos? Pues depende. Uno de los más llamativos con los que me he topado es 'DA! Minigolf', que permite echarse unos hoyos en cualquier lado. Lo descubrí en la parada del bus junto a un amigo. Quedaban 18 minutos así que convertimos parte de la acera en nuestro ‘green’ particular. Apretando un botón e imitando el movimiento del palo golpeábamos la bola. Se integraba bastante bien y es entretenido. Aunque he de reconocer que no lo he utilizado en exceso, en este juego se hace un buen uso de la realidad aumentada.

‘Gladiator Heros', del estudio español Genera Games, os permite poner el escenario de las batallas de gladiadores sobre vuestro sofá, una mesa o el suelo del metro.

placeholder Mi sofá acogió una cruenta batalla de 'Gladiator Heroes'. (M. MC.)
Mi sofá acogió una cruenta batalla de 'Gladiator Heroes'. (M. MC.)

Es curioso. Te llama la atención. Echas un par de batallas así pero finalmente acabas por volver a la dinámica del juego tradicional por evitar, entre otras cosas, que te chupe más batería de lo debido. Ocurre el mismo problema que con los muebles: si por algún casual dejas la app en segundo plano porque llaman al timbre y retomas la partida en otra posición o lugar, tendrás que reencontrar a tus guerreros.

El reto: utilidad real

placeholder Aquí, echando un ojo a las constelaciones desde la terraza. (M. MC.)
Aquí, echando un ojo a las constelaciones desde la terraza. (M. MC.)

“Más allá de juegos, que ya era algo conocido, estamos viendo un repunte de ‘apps’ en salud, turismo o la formación”, aclara Óscar Hormigos, CEO de The App Date, un evento dedicado ahora a lo que llaman realidad extendida, que en su última edición contó con los responsables de Genera Games. “Que Apple enseñe la patita es bueno, porque, te guste o no, va arrastrar a público y empresas a una nueva era de esta tecnología”.

Tras probar varias opciones, me quedo con la sensación de que la realidad aumentada tiene un gran reto por delante. Demostrar utilidad en el día a día, más allá de ser un elemento puramente anecdótico. Se han mejorado los aspectos gráficos y la representación pero hace falta más. No hay que olvidar que tiene una ventaja notable frente a la realidad virtual. No necesita ni un visor especial ni casco ni gafas. Basta con el móvil.

La realidad aumentada está en el mismo lugar que hace dos años. Necesita demostrar utilidad más allá de lo anecdótico

La mayor parte de apps que encontré y probé iban en esa línea. Metí un buen puñado de dinosaurios en medio de una cena con amigos y con ‘Night Sky’ me enteré, a media mañana, que la constelación de Perseo quedaba a la altura de mi terraza. Y yo sin tener a nadie al que contárselo en ese momento.

Herramientas como las de IKEA y otras de las apps ya mencionadas van en este sentido. Pero si al usuario la experiencia no le resulta del todo fina se corre el riesgo de tener una aplicación simplemente muy colorida, llamativa en un primer momento, pero que no se utilice más veces. La realidad aumentada, en el fondo, está donde la dejó Google tras el fracaso de Glass y el ostracismo del proyecto Tango. Más refinada se puede decir. Eso sí, ahora tiene un poderoso aliado: Apple. Hasta que veamos los efectos de esta apuesta podemos entretenernos poniendo un montón de filtros para poner en 'selfies'.

Que la realidad aumentada no estaba muerta lo sabíamos. Lo vimos con la fiebre de Pokémon Go! hace apenas un año y tres meses. Pero ahora está, como quien diría, de parranda. Olvidado el fiasco de las Google Glass, que Apple haya apostado por esta tecnología ha disparado la euforia de muchos una vez más. El ARKit -que reúne herramientas para desarrolladores- fue liberado en junio, pero no ha sido hasta la puesta en juego de iOS 11 y la presentación del iPhone 8 y el iPhone X cuando la fiesta ha comenzado.

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