La UE amplía las sanciones contra Bielorrusia por su 'ataque híbrido' en la frontera polaca
El Consejo asegura que podrá sancionar a "individuos y entidades que organizan o contribuyen a actividades del régimen de Lukashenko que facilitan el cruce ilegal de las fronteras"
Reunión importante de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea para analizar la crisis en la frontera de Polonia con Bielorrusia, donde el régimen de Alexsandr Lukashenko está trasladando a miles de inmigrantes que han aterrizado en Minsk desde este verano con la promesa de ser llevados hasta la frontera con la Unión. Por lo pronto, la Comisión Europea se ha encargado en los últimos días de que las aerolíneas que llevaban a inmigrantes desde Turquía, Líbano o Emiratos hacia Bielorrusia empiecen a dejar de aterrizar en la capital bielorrusa ante la amenaza de acciones por parte del bloque comunitario.
Este lunes los ministros han aprobado el marco legal para el que es ya el quinto paquete de sanciones contra el régimen de Lukashenko por la “instrumentalización” de personas para lo que los jefes de Estado y de Gobierno ya bautizaron como un “ataque híbrido” en una cumbre celebrada a finales de octubre. La lista detallada de personas y entidades que se verán afectadas se tendrá que negociar durante las próximas semanas y la Unión quiere hacerlo en coordinación con Canadá, Reino Unido y Estados Unidos.
Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, habló este fin de semana por teléfono con Vladimir Makei, ministro de Exteriores bielorruso, al que transmitió que “la situación actual es inaceptable y debe detenerse. Las personas no deben ser utilizadas como armas”. Las comunicaciones con el Gobierno en Minsk son delicadas, ya que se apoya en unas elecciones fraudulentas celebradas en 2020 y tras las que hubo una amplia represión contra la oposición democrática, lo que fue el origen de las primeras sanciones contra el régimen de Bielorrusia y del que derivan las actuales tensiones.
A su llegada este lunes al Consejo de Asuntos Exteriores, Borrell ha destacado el trabajo que se ha hecho en los últimos días por parte de la Comisión Europea para evitar al menos que sigan llegando inmigrantes al aeropuerto de Minsk. “Durante estos días hemos estado hablando con países de origen y tránsito. Mi colega Schinas [vicepresidente de la Comisión Europea] está en Bagdad. Y creo que, desde mi punto de vista, la afluencia de personas se está controlando”, ha explicado ante los medios. El Gobierno iraquí ha anunciado que comenzará a repatriar a nacionales desde Minsk de vuelta a Bagdad.
Mirada hacia el este
Los ministros también se han reunido este lunes con sus homólogos del partenariado oriental de la Unión Europea, es decir, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Moldavia y Ucrania. El Gobierno moldavo se ha visto muy presionado por Moscú en las últimas semanas aprovechando la dependencia energética del país, y por ahora la Unión Europea solamente ha podido dar una respuesta muy limitada a las peticiones de ayuda de un Ejecutivo moldavo que destaca precisamente por sus posiciones proeuropeas. De hecho, el nuevo contrato firmado con Gazprom tras la amenaza rusa de dejarle sin gas todo el invierno incluye el compromiso por parte de Chisináu de retrasar algunos compromisos que había alcanzado con la UE.
En Kiev la situación es incluso peor. Según Bloomberg y 'Financial Times', los servicios de inteligencia americanos están avisando a los países europeos sobre el riesgo de una nueva invasión rusa del este de Ucrania. El propio Gobierno ucraniano ha alertado sobre la movilización de unos 90.000 soldados rusos en la frontera. En primavera de este mismo año, Moscú acumuló a miles de activos y tanques en la frontera con el país vecino. Se calculó que había unos 100.000 efectivos rusos en la zona, que comenzaron a retirarse en abril de 2021. Ahora la amenaza vuelve a ser creíble tanto para Washington como para Kiev.
Reunión importante de los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea para analizar la crisis en la frontera de Polonia con Bielorrusia, donde el régimen de Alexsandr Lukashenko está trasladando a miles de inmigrantes que han aterrizado en Minsk desde este verano con la promesa de ser llevados hasta la frontera con la Unión. Por lo pronto, la Comisión Europea se ha encargado en los últimos días de que las aerolíneas que llevaban a inmigrantes desde Turquía, Líbano o Emiratos hacia Bielorrusia empiecen a dejar de aterrizar en la capital bielorrusa ante la amenaza de acciones por parte del bloque comunitario.