Un piloto de Thomas Cook rompe a llorar en mitad de su último vuelo

La quiebra de Thomas Cook ha dejado cientos de miles de personas afectadas: algunas de ellas en destinos lejanos y sin poder regresar, otras con sus vacaciones pagadas y sin poder disfrutarlas… pero también dejará en el paro a decenas de personas, tanto pilotos como miembros de la tripulación, personal de tierra, etc.

La situación entre los trabajadores es de nerviosismo ante el futuro, una sensación que en algunos casos ha provocado que algunos de ellos no pudieran contener las lágrimas. Es lo que ha sucedido en un vuelo entre la localidad mexicana de Cancún y Manchester, uno de los últimos de la compañía tras declararse en bancarrota.

Tal y como se puede ver en las imágenes grabadas por una pasajera, el capitán comienza un mensaje en el que pide perdón a los pasajeros por el retraso que habían sufrido en el embarque. Sin embargo, poco después rompe a llorar cuando intentaba continuar con su discurso, presa de una emoción incontenible.

Momentos de incertidumbre

Los pasajeros aplaudieron las palabras interrumpidas del capitán, que se sobrepuso a la situación y consiguió hablar durante algunos segundos para dar las gracias: “Me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer a toda la tripulación a bordo por trabajar de una manera tan profesional durante todo el camino de regreso al Reino Unido y llevarlos a todos de vuelta sanos y salvos”.

El piloto se derrumbó cuando trató de dar las gracias a la tripulación y a los pasajeros

Además, el capitán quiso acordarse de muchas otras personas en un día tan difícil para él: “Hoy tenemos muchos amigos y colegas en este negocio y estoy seguro de que entenderán que nos gustaría dar las gracias a aquellos clientes que han volado con nosotros durante muchos años y también a aquellos que lo han hecho por primera vez. Esperamos que disfruten de su vuelo con Thomas Cook. Son las últimas personas que volarán en este avión. Por favor, tengan un buen viaje de regreso a casa”.

Andrew, uno de los pasajeros que iba en el avión, ha reconocido a Unilad que “fue muy emotivo, muy conmovedor. Realmente, lo sentí por ellos. Hay muchas personas que han perdido sus trabajos y sus medios de vida hoy. Habíamos estado dos semanas en Cancún y afortunadamente el viaje no se vio interrumpido. Volamos a tiempo. Anoche no estábamos seguros de lo que estaba sucediendo, por lo que había incertidumbre. Sabíamos que si subíamos al avión antes de las 12 en punto, volaríamos. Se podía sentir la atmósfera de incertidumbre entre la tripulación”.