El retorno del gran populista: Berlusconi se recupera y hará campaña para las europeas

Con 82 años y recién operado de emergencia, Silvio Berlusconi asegura que está preparado para hacer campaña en las europeas del 26 de mayo a pesar de que sus médicos y su familia le pidieron al tres veces primer ministro italiano que se retire de la contienda electoral.

El incombustible ‘excavaliere’ fue dado de alta el lunes después de seis días ingresado para someterse a una cirugía por una obstrucción intestinal que puso en vilo a sus menguados seguidores en Italia.

"Estoy bien. Fue un buen susto. Muchas cosas pasaron que me hicieron temer que estaba al final de mi camino, pero después tuve una recuperación formidable”, dijo Berlusconi a los medios a su salida del hospital San Raffaelle de Milán.

Aunque ha prometido a los médicos que guardará unos días de reposo, el empresario y magnate de los medios liderará su partido Forza Italia para los comicios al Parlamento Europeo porque considera que es “un deber inevitable”, según dijo en una reciente entrevista concedida al diario Corriere della Sera.

"Estaré en las próximas elecciones para salvar el país que amo", dijo en un acto en enero para anunciar su candidatura europea, pese a que su partido pasa por horas bajas.

Una nueva obsesión: China

Berlusconi, quien renunció como primer ministro en 2011 en plena crisis de la Eurozona, puede presentarse gracias a que un tribunal de Milán canceló el año pasado la inhabilitación para ejercer cargos públicos que pesaba sobre él después de ser condenado por fraude fiscal en 2013.

Sin embargo, la inhabilitación sí le impidió presentarse a las elecciones generales en marzo de 2018 y se limitó a liderar su partido Forza Italia como parte de una amplia coalición de derechas que ganó, pero sin mayoría absoluta. Esto provocó que la alianza conservadora se rompiera para permitir a la ultraderechista Liga de Matteo Salvini pactar un Gobierno con los antisistema del Movimiento Cinco Estrellas, muy criticados por Berlusconi.

El veterano político italiano reconoció que tendrá que minimizar su participación en mítines y actos públicos y se limitará a hacer campaña a través de los medios, donde tratará de explicar a los italianos su última obsesión: China.

"He sufrido enormes injusticias, pero no debo redimirme de nada: conmigo la vida ha sido generosa. Quiero comprometerme a enfrentar el gran peligro de estos tiempos y que preocupa a muchos observadores internacionales: el diseño hegemónico de China ", dijo al Corriere della Sera. "Es un país comunista que, después de haber colonizado África económicamente, se mueve hacia nosotros”, avisó.