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Helados, servicios secretos y un plan maestro: cómo el creador de Digi levantó su imperio
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Será la cuarta operadora en España

Helados, servicios secretos y un plan maestro: cómo el creador de Digi levantó su imperio

Detrás de este crecimiento empresarial, hay una persona con un plan. Alguien que, desde hace tres décadas, trabaja para convertir Digi en una de las mayores telecos de Europa. Un individuo con nombre y apellidos: Zoltan Teszari

Foto: Ilustración: M. G. Ortega.
Ilustración: M. G. Ortega.
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Casi con certeza, en los últimos meses usted se ha cruzado con una furgoneta de instalación de Digi trabajando cerca de su casa. Quizás usted mismo se haya convertido en su cliente. La expansión de esta empresa de origen rumano es vertiginosa, hasta el punto de haberse situado en poco tiempo como una de las fichas más relevantes en el tablero nacional de las telecomunicaciones. Con sus agresivas tarifas low cost, el operador de origen rumano robó en 2023 más de un millón de clientes a la competencia, aprovechando las necesidades de precios más baratos en medio de la crisis inflacionaria. Además, tiene asegurados los remedies de la fusión entre Orange y MásMóvil, una operación que pronto recibirá el visto bueno definitivo de la Comisión Europea, convirtiendo así a Digi en la cuarta teleco con más cuota de mercado en España.

La compañía también tiene presencia en Rumanía, Portugal, Italia y Bélgica. Sumando todos los territorios, los ingresos de Digi se incrementaron un 13% interanual durante los nueve primeros meses del año pasado (presenta sus cuentas del ejercicio completo el próximo 29 de febrero), para alcanzar los 1.230 millones de euros. Por poner este dato en perspectiva, en el mismo periodo de 2019, antes de la pandemia, su facturación ascendía a 874,6 millones, por lo que se ha incrementado más de un 40% desde entonces. Es una progresión que se ha visto impulsada por España.

Detrás de este crecimiento, hay una persona con un plan. Alguien que, desde hace tres décadas, trabaja para convertir Digi en una de las mayores empresas de telecomunicaciones de Europa. Un individuo con nombre y apellidos: Zoltan Teszari.

Un millonario recluido en un bosque

A Teszari le llaman "el multimillonario sin rostro", por su aversión a las cámaras. Solo existen un puñado de fotografías públicas de él: un par de sus años de juventud, otra de 2002 tomada durante la recogida de un galardón que le entregaron en una gala de negocios y otra, la más conocida, hecha años después por un paparazi mientras hablaba por teléfono en un parque. En otra ocasión, según reportó hace años el semanario húngaro Magyar Narancs, un fotógrafo húngaro logró tomar una imagen de él en una recepción, pero Teszari se dio cuenta, le acorraló y no le dejó marchar hasta que borró la foto.

A Teszari le llaman "el multimillonario sin rostro", por su aversión a las cámaras. Solo existen un puñado de fotografías públicas de él

Según todos los testimonios, Teszari vive prácticamente recluido en el anexo de un hotel junto al bosque de Băile Felix, en la localidad transilvana de Oradea donde nació, muy cerca de la frontera con Hungría. Su biografía, repleta de detalles misteriosos, es digna de una obra de ficción. "Es un hombre de negocios visionario que se esconde bien, con un pasado extraño y con conexiones extrañas a día de hoy", explica Liviu Alexa, periodista del diario rumano Ziar De Cluj, que ha publicado varios artículos —algunos muy críticos— sobre el empresario. "Ya no es un actor a nivel nacional, sino europeo, teniendo en cuenta el sorprendente apoyo que tiene de la Comisión Europea en relación con el tema español", dice a El Confidencial.

En 2019, otra reportera, Anca Andrei, publicó en la revista Capital un extenso perfil de Teszari, que a día de hoy sigue siendo una de las fuentes de información más valiosas sobre este hombre de negocios. No logró entrevistarle a él, pero sí a varias personas de su entorno cercano, e incluso a varios amigos de la infancia y parientes, que aportan detalles sorprendentes. Un ejemplo: Teszari no solo no habla con los medios de comunicación, sino que ni siquiera lo hace con sus subordinados, ni responde a las llamadas de sus amigos íntimos. Si él quiere hablar con ellos, es él quien devuelve la llamada. "Nadie en Digi sabe cómo lidiar con Teszari. Aquellos en los puestos más altos tienen acceso a la dirección de correo [de uno de sus trabajadores más cercanos], donde le enviamos varias informaciones. Pero yo entendía que no habría respuesta. Al menos, no directamente", relata un exempleado de Digi24, la cadena de televisión que la firma tiene en Rumanía, en el perfil de Andrei.

Teszari nació en 1970 en Oradea en una familia trabajadora. Su padre, mecánico de profesión, montó una empresa de servicios de automoción tras la Revolución rumana de 1989, que trajo una modesta prosperidad al hogar. En todo caso, insuficiente para servir de capital inicial para los negocios de su hijo, que tendría que labrarse su propio porvenir. El joven Zoltan Teszari soñaba con hacer carrera en el ejército, pero donde sobresalía realmente era en el deporte, especialmente en el yudo, una disciplina con la que participó en varias competiciones internacionales y donde tuvo un moderado éxito. Allí trabó amistad con Marius Vizer, hoy presidente de la Federación Internacional de Yudo, que ha perdurado hasta la actualidad (Vizer es también cercano a Vladímir Putin, lo que ha desatado algunas especulaciones sobre una posible relación entre Teszari y el presidente ruso, que nadie ha podido demostrar).

Torneos, importación y ¿espionaje?

Pero el elemento clave de aquella época es que, en su calidad de atleta, a su regreso de los torneos internacionales, Teszari podía traer bienes del extranjero que escaseaban en la Rumanía comunista de Nicolae Ceaucescu. "Cuando era yudoca, vendía estos productos: vaqueros, alcohol, esas cosas, porque antes de 1989 en Rumanía no podías encontrar nada. Así que salía al extranjero para una competición y cuando volvía lo hacía con diferentes productos que podía vender. Así es como empezó", explica Andrei a El Confidencial. En el mismo sentido se expresa Alexa: "Tras la Revolución rumana de 1989, los siguientes siete años fueron El Dorado para los pequeños emprendedores. Al país le faltaban mercancías, infraestructura. Si comprabas un par de vaqueros de dos dólares en Turquía podías venderlos en Rumanía por 15 dólares".

Pero, además, Andrei apunta a una posibilidad más inquietante: "Hasta donde sé, antes de 1989, para poder salir del país tenías que firmar un documento comprometiéndote a proporcionar información [a la Securitate, los servicios de inteligencia de Ceaucescu]. Estabas obligado, no es que tuvieses que ser alguien que traicionase a sus amigos, pero de otro modo no te darían permiso", señala esta reportera. "Así que creo que, como uno de los pocos que podían ir al extranjero, como un yudoca que ganaba competiciones, probablemente tenía conexiones con los servicios secretos y con personas alrededor de estos. Probablemente, le ayudaron a desarrollar algún tipo de gestión empresarial. Y por eso él decidió ser bastante invisible, no como otros", indica.

El supuesto papel de los servicios de inteligencia rumanos en el paisaje empresarial del país aparece una y otra vez durante la investigación de este artículo, algo que nos han señalado todas las fuentes consultadas por El Confidencial, tanto las que han aceptado ser citadas abiertamente como las que han hablado off the record. "Los servicios secretos rumanos están bastante implicados en el mercado de los medios rumanos, por ejemplo, en todos los grandes canales de televisión tradicionales y los periódicos", opina Andrei. "Cuando eres tan importante y tienes la información, normalmente tienes a los servicios secretos alrededor", añade.

"Probablemente, le ayudaron a desarrollar algún tipo de gestión empresarial. Y por eso él decidió ser bastante invisible, no como otros"

"La inteligencia rumana tiene lazos importantes con cada operador de telecomunicaciones que actúa en el país", coincide Liviu. "Teszari era más interesante, porque se cree que actúa como agente encubierto para el SRI", añade, utilizando las siglas del Serviciul Român de Informații, la agencia de inteligencia nacional del país. El vínculo con los servicios de inteligencia "es una posibilidad, porque no se sabe exactamente cómo Teszari, un modesto yudoca, ha llegado tan lejos. Se hizo amigo de Ioan Bendei, y juntos construyeron un imperio, y uno se pregunta cómo lo lograron; [Teszari] no era alguien versado en tecnologías de la información. Su primer negocio fue vender helados", subraya Andrei.

La persona que menciona la reportera, Bendei, se convertiría en socio clave de Teszari y terminaría como accionista y administrador de RCS & RDS, la compañía matriz de Digi. Pero nadie sabe cómo ambos se conocieron. En todo caso, eso vendría después.

Una estrategia calculada

Tras la Revolución rumana, Teszari regresó a Oradea, donde se asoció con un amigo de la infancia, Ludescher Csaba, para montar un pequeño negocio de venta de helados. "Zoli lo pensó todo de forma muy inteligente. Eligió a Csaba como socio porque era el nieto del obispo Tempfli Jozsef, y así se les permitió asentarse en el patio de la Iglesia católica romana, un área muy buena para este tipo de negocios", dice un íntimo amigo de Teszari en el artículo de Andrei. La heladería, llamada Rubin & King, no tardó en tener un éxito enorme, y poco tiempo después los dos amigos controlaban el mayor distribuidor de productos para producción de helados en Transilvania.

Poco tiempo después, los dos amigos controlaban el mayor distribuidor de productos para producción de helados en Transilvania

Mientras tanto, Teszari empezó a invertir en otra empresa dedicada a la importación de componentes electrónicos, y en una compañía de televisión por cable. En 1995, fundó la firma RCS y empezó a absorber pequeñas cadenas locales de televisión. "Teszari se dio cuenta de que en la industria del cable había un potencial increíble de adquisiciones entre los pequeños jugadores que se habían desarrollado inmediatamente después de la revolución, empresas de cable diminutas, por así decirlo, aprovechando la terrible hambre de una gente que no había visto nada en televisión en 30 años. Mientras Orange y Vodafone estaban ocupados invirtiendo en redes y operando con palabras con las que los rumanos no estaban familiarizados, como due diligence, y tenían pomposos contratos de 150 páginas, Teszari se dirigió a cada patrón de cada barrio de los escaños municipales del condado y los compró con un montón de dinero sobre la mesa, a menudo en negro, y sobre la base de contratos de máximo dos páginas, simples", escribe Alexa en uno de sus largos artículos.

"Las adquisiciones orgánicas, hechas de forma paciente pero también extremadamente rápida, pusieron a Teszari en la posición de un actor inesperado e importante en la industria de las telecomunicaciones", añade Alexa. Además, en el artículo de Andrei, el periodista Adrian Cris explica cómo Teszari buscaba "el punto débil en las empresas que quería comprar, por ejemplo, empleados en posiciones clave a quienes, a cambio de información interna, les prometía ventajas y mejores puestos en la compañía. Así, armado con los datos obtenidos de esta forma, inicia negociaciones desde la posición de alguien que lo sabe todo".

En 1998, Teszari creó una empresa dedicada a suministrar servicios de internet, RDS, que pronto absorbió a otros competidores o los dejó sin mercado. Ese mismo año, la firma entró en Hungría, y al año siguiente en Eslovaquia. "Quiero transformar RCS en el grupo de comunicaciones más importante de Rumanía", declaró el empresario en 2002 durante un evento de presentación del primer ranking de hombres más ricos del país, lo que da una idea de sus ambiciosos planes. En esa época, con apenas 34 años, Teszari ya tenía un patrimonio personal superior al millón de euros, y para entonces Digi ya era el primer proveedor de internet en Rumanía.

Expansión europea complicada por escándalos

En 2003 se lanzó Digi TV, el canal de televisión estrella de la empresa. En 2005, RCS y RDS se fusionaron para ofrecer un paquete combinado de telefonía, internet y televisión, que demostró tener mucho atractivo para los usuarios, en gran medida gracias a su estrategia de precios hasta un 20% más bajos que la competencia.

La empresa empezó a llevar esos mismos servicios a los países vecinos: Hungría, Eslovaquia, República Checa, Croacia, Serbia… Hasta que en 2008 aterrizó en España. Al principio solo ofrecía bonos de minutos de llamadas móviles a Rumanía, aprovechando la gran comunidad de inmigrantes de esa nacionalidad en nuestro país, pero pronto pasó a expandirse a otras actividades. En paralelo, se extendía a nuevos mercados europeos, como Bélgica, Italia o Portugal, al tiempo que abandonaba los países del este cerrando lucrativos acuerdos con operadores locales para la venta de sus activos en esos lugares.

Pero no todo ha sido un camino de rosas. RCS & RDS se ha visto envuelta en algunas polémicas y escándalos de cierto calado. En 2017, Ioan Bendei, el socio histórico de Teszari y entonces consejero delegado de la firma, fue acusado de haber realizado sobornos por valor de 3,5 millones de euros a Mitica Dragomir, en aquella época el presidente de la liga profesional de fútbol de Rumanía, a cambio de la concesión de los derechos de emisión de los partidos. Ambos individuos fueron condenados a cuatro años de prisión en 2019, pero fueron absueltos en apelación dos años después.

Empezó a llevar esos mismos servicios a los países vecinos: Hungría, Eslovaquía, República Checa… Hasta que en 2008 llegó a España

A su vez, Bendei fue chantajeado por un ejecutivo rival, Sorin Alexandrescu, del grupo de televisión Antena, para que RCS firmara un contrato de cinco años por valor de 6,5 millones de euros anuales para retransmitir todos los canales de dicha cadena, o de lo contrario desataría una campaña de desprestigio contra la empresa de Teszari. Alexandrescu fue condenado por estos hechos. Bendei, en todo caso, fue obligado a renunciar a su cargo en la empresa por esta acumulación de escándalos.

Estos problemas tuvieron su reflejo en el informe financiero de 2021 auditado por KPMG, que menciona "varios procesos judiciales y regulatorios" entre las complicaciones que afronta la empresa. Pero el principal punto de inquietud para esta consultoría es la falta de "documentación de respaldo adecuada para estos saldos, tales como contratos de arrendamiento", en relación con la venta de los activos de Digi en Hungría a la empresa húngara 4iG, por valor de 625 millones de euros. "En consecuencia, no hemos podido determinar si algunos ajustes a estas cantidades, o las cantidades relacionadas en las declaraciones consolidadas de beneficios o pérdidas y otros ingresos completos o flujos de caja, eran necesarios", indica la valoración de KPMG. Una formulación que se repite casi literalmente en el informe de 2022, el último publicado.

Aterrizaje suave en España

En España, ha tenido una travesía más tranquila. Llegó en plena crisis financiera, con un modelo basado en ofertas de prepago para telefonía móvil que estaba pensado principalmente para clientes inmigrantes. Desde entonces, han pasado 16 años en los que ha ido dando forma a un negocio que intenta sacar el máximo partido a las agresivas tarifas low cost.

Llegó en plena crisis financiera con un modelo basado en ofertas de prepago para telefonía móvil pensado para clientes inmigrantes

Durante su primera década en el país, recorrió el camino sin hacer mucho ruido. No fue hasta 2017 cuando finalmente se decidió definitivamente a lanzar ofertas agresivas, una estrategia que le permitió alcanzar el millón de clientes de telefonía móvil. Un año después, amplió su punto de mira al incluir internet en su catálogo, un paso que pudo dar tras alcanzar un acuerdo con Telefónica para utilizar su red de fibra óptica.

Tras una inversión de 1.000 millones de euros, ya tiene desplegada en España su propia red de fibra óptica. Ahora, su intención es hacer lo propio con la telefonía móvil, un objetivo que tiene encarrilado tras firmar con Orange y MásMóvil unos remedies que le permitirán tener en propiedad tres licencias de espectro, previo pago de 120 millones. Además, pactó una opción a futuro que le permitirá, si así lo decide en función de sus intereses, utilizar la red móvil de Orange en condiciones preferentes. Es un trato que le permite negociar su actual contrato con Telefónica desde una posición de poder.

Y a diferencia de otras multinacionales que ofrecen servicios a bajo coste en todo tipo de áreas, su rentabilidad no se basa en la explotación laboral. Fuentes sindicales aseguran que las condiciones de trabajo son de las mejores del sector. "Es el empleo en el que mejor he estado, y eso que he pasado por varias telecos", nos dice uno de sus instaladores.

A diferencia de otras multinacionales que ofrecen servicios a bajo coste, su rentabilidad no se basa en la explotación laboral

Si, como todo parece, finalmente consigue todas esas cesiones, su intención es invertir en España un total de 2.000 millones de euros durante los próximos siete años para seguir incrementando su clientela, según anunció en una entrevista en El Mundo. Actualmente, cuenta con 6,1 millones de clientes, de acuerdo con los últimos datos actualizados en su página web. No obstante, es una cifra que se incrementará cuando el próximo 29 de febrero informe sobre sus resultados del ejercicio completo.

Hasta el momento, las últimas cuentas que se conocen se corresponden con los nueve primeros meses del año pasado. Durante ese periodo, sus ingresos en España se incrementaron un 30,5% interanual, hasta alcanzar los 465,7 millones, convirtiéndose en el único territorio en el que creció de forma significativa. En concreto, nuestro país supuso el 33,5% de la facturación total del grupo, frente al 19% que representaba en 2019, justo el año anterior a que el coronavirus iniciase una crisis inflacionaria que posteriormente se desató con la guerra de Ucrania. Rumanía, su mercado de origen, supone el 64,6% de los ingresos, mientras que entre Portugal, Italia y Bélgica apenas suman el 2%.

En Rumanía y otros países, no faltan quienes critican los riesgos de que la empresa matriz de Digi acabe convertida en un cuasi-monopolio, pero de momento, para bien o para mal, eso no ha supuesto ningún obstáculo para que la firma siga conquistando mercados. Como le dijo un pariente de Teszari a Andrei, la reportera rumana, en 2019: "Hoy quiere que RCS & RDS se conviertan en el grupo más importante de comunicaciones de Europ y mañana querrá el mundo. Porque así es Zoly". Hoy por hoy, los sueños de expansión de Zoltan Teszari son más reales que nunca.

Casi con certeza, en los últimos meses usted se ha cruzado con una furgoneta de instalación de Digi trabajando cerca de su casa. Quizás usted mismo se haya convertido en su cliente. La expansión de esta empresa de origen rumano es vertiginosa, hasta el punto de haberse situado en poco tiempo como una de las fichas más relevantes en el tablero nacional de las telecomunicaciones. Con sus agresivas tarifas low cost, el operador de origen rumano robó en 2023 más de un millón de clientes a la competencia, aprovechando las necesidades de precios más baratos en medio de la crisis inflacionaria. Además, tiene asegurados los remedies de la fusión entre Orange y MásMóvil, una operación que pronto recibirá el visto bueno definitivo de la Comisión Europea, convirtiendo así a Digi en la cuarta teleco con más cuota de mercado en España.

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