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Portugal, el vecino aventajado: cómo está superando a España en indicadores clave
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Un crecimiento económico acelerado

Portugal, el vecino aventajado: cómo está superando a España en indicadores clave

Portugal ha logrado un rápido crecimiento económico en la última década. Las reformas acometidas, la estabilidad política y el compromiso con la sostenibilidad impulsan su convergencia con España

Foto: Un hombre con la bandera de Portugal en la Avenida da Liberdade de Lisboa. (EFE/EPA/Jose Sena Goulao)
Un hombre con la bandera de Portugal en la Avenida da Liberdade de Lisboa. (EFE/EPA/Jose Sena Goulao)
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La brecha del PIB per cápita de España con Portugal se situó en 2022 en su punto más bajo de toda la serie histórica reciente. El diferencial favorable a España se contrajo por debajo del 20%, dejando muy atrás ya los años en los que la producción por habitante de España era casi un 45% superior a la portuguesa. Su espectacular recuperación en la última década es objeto de análisis por parte de los expertos. Por el contrario, España ha tenido más problemas para conseguir un crecimiento robusto, en especial tras la gran recesión que provocó la pandemia. El resultado es que Portugal está convergiendo a pasos agigantados con España, tanto que en muchos indicadores ya ha producido el sorpaso.

Portugal, como España, aprendió de los errores que provocaron la burbuja financiera y realizó un importante ajuste interno para contener salarios que elevaran su competitividad. Pero mientras se apretaba el cinturón, también aprobaba importantes reformas para mejorar su crecimiento potencial, desde cambios en la regulación laboral, mejoras en la eficiencia del gasto público o el estímulo de la inversión privada. Parte de estas reformas vinieron impulsadas por la troika en el marco del rescate que recibió en el año 2011 y, en contra de lo que ocurrió con Grecia, las medidas fueron eficaces para sacar al país del pozo.

Desde el año 2013, la economía portuguesa ha crecido algo más de un 20%, de los cuales, unos seis puntos se han logrado desde el inicio de la pandemia. El país tenía sentadas las bases para una rápida recuperación posterior al covid gracias a la atracción de inversión internacional, la demanda interna y el tirón del sector exterior. No extraña, por tanto, que sea el país de los grandes del euro que más ha crecido desde el año 2019, con un avance de casi el 6%. Dato que contrasta con el de España, que ha crecido menos de un 1%.

"Portugal es un buen ejemplo de un país que está consolidando su desarrollo", explica Antonio Madera, responsable de Ratings Soberanos de EthiFinance (anteriormente Axesor Rating). Su avance económico llega a los hogares a través de la mejora de salarios, lo que está permitiendo un rápido crecimiento de la demanda interna. Desde el año 2013 el consumo privado ha crecido un 21%, casi el doble que en España. Y desde 2019 el avance ha sido del 4,5%, mientras que España todavía sigue un 0,5% por debajo.

Foto: La vicepresidenta de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño. (EFE/Pablo Garrigos) Opinión

La inversión ha sido el otro gran motor de crecimiento del país. La formación de capital fijo ha crecido nada menos que un 53% en la última década, 20 puntos más que en España. En los dos últimos años la inversión en capital ha superado el 20% del PIB, adelantando a España por primera vez desde principios de siglo. Esta mayor inversión implica una aceleración del crecimiento potencial, lo que probablemente le permita crecer más que España también durante los años venideros.

La captación de inversión internacional es uno de los secretos de su éxito. "Portugal está siendo un gran competidor en la atracción de flujos financieros internacionales, especialmente en los que proceden de Latinoamérica", explica Ricardo Martínez-Rico, presidente ejecutivo de Equipo Económico, empresa de consultoría que asesora en una buena parte de los flujos de inversión con destino a Europa. "Portugal está ofreciendo un marco económico y fiscal creíble y de confianza para los inversores internacionales", explica. El país ha conseguido grandes avances hacia el equilibrio de las cuentas públicas desde el final de la crisis del euro. Tanto que en 2022 cerraron con superávit primario (antes de los intereses de la deuda) y un déficit total de apenas el 0,4% del PIB, frente al 4,8% de España.

En la última década, Portugal ha conseguido mayor inversión extranjera directa (IED) que España

El compromiso con la estabilidad fiscal es una garantía para los inversores extranjeros, ya que se reduce el riesgo de subidas de impuestos o recortes de ayudas en el futuro inmediato. Pero no todo es control presupuestario. Portugal también ha adelantado a España en varios de los indicadores de gobernanza que elabora el Banco Mundial a nivel internacional. Por ejemplo, Portugal se sitúa en mejor posición en control de la corrupción o eficacia del sector público y casi ha igualado a España en calidad de la regulación.

En la última década, Portugal ha conseguido mayor inversión extranjera directa (IED) que España. Esta es la inversión productiva, ya sea para la instalación de negocios en España como para la compra de empresas con el objetivo de gestionarlas. En los últimos cinco años, Portugal ha recibido una inversión extranjera del 3,2% del PIB, mientras que España ha sido del 3%.

El mejor ejemplo de la confianza de los inversores foráneos en Portugal está en su prima de riesgo, que acumula casi tres años siendo inferior a la de España. Esto significa que los mercados le prestan el dinero más barato. Esta semana el diferencial volvió a situarse cerca de los mínimos desde 2006 con 34 puntos básicos a favor de Portugal. "Lo que esto significa es que, para los inversores, Portugal refleja una mayor credibilidad sobre su futuro", resume Martínez-Rico.

La captación de inversión privada se refleja en un mayor dinamismo económico, creación de empleo y bajada del paro. Portugal tiene una tasa de desempleo del 6%, muy por debajo de lo que en España el Gobierno considera que es pleno empleo. Por el contrario, el desempleo en España es más del doble, alcanzando el 12%.

Los problemas del mercado laboral en España provocan que los niveles de riesgo de pobreza superen a los portugueses. En el año 2022 la tasa de riesgo de pobreza en Portugal era del 20% y en España del 26%. La diferencia es especialmente preocupante en el caso de la pobreza infantil, que en Portugal se mantiene en el 20% y en España supera el 30%. La pobreza infantil es consecuencia de la difícil situación que viven las familias, con pocas ayudas públicas y un elevado desempleo juvenil, lo que fuerza a retrasar la natalidad en los hogares y termina reduciendo la tasa de fertilidad. Así se explica que España tenga una de las tasas de natalidad más bajas de Europa.

Portugal todavía tiene deberes importantes por delante de cara a los próximos años. El precio de la vivienda ha subido más que en España y el esfuerzo que tienen que hacer las familias para el pago de la hipoteca o el alquiler supera al de España, generando una gran pérdida de renta para las clases populares. Además, su sistema financiero tiene tasas de morosidad algo más elevadas que las de España, lo que supone un punto de preocupación en medio de la subida de los tipos de interés.

España tiene muchos ejemplos que puede aprender de sus socios portugueses, que van desde la persistencia en las reformas estructurales hasta la responsabilidad fiscal o la estabilidad política. Medidas que serían capaces de dar un impulso de productividad al país después de años perdiendo puestos en el ranking europeo de PIB per cápita. En Portugal la productividad por hora trabajada ha aumentado más de un 9% desde el año 2013, mientras que en España el avance apenas llega al 3%. Conseguir un crecimiento más robusto no es una utopía, pero sí lo es conseguirlo sin hacer los deberes.

La brecha del PIB per cápita de España con Portugal se situó en 2022 en su punto más bajo de toda la serie histórica reciente. El diferencial favorable a España se contrajo por debajo del 20%, dejando muy atrás ya los años en los que la producción por habitante de España era casi un 45% superior a la portuguesa. Su espectacular recuperación en la última década es objeto de análisis por parte de los expertos. Por el contrario, España ha tenido más problemas para conseguir un crecimiento robusto, en especial tras la gran recesión que provocó la pandemia. El resultado es que Portugal está convergiendo a pasos agigantados con España, tanto que en muchos indicadores ya ha producido el sorpaso.

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