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Avatares, robots, Inteligencia artificial... Lo que sea menos inmigrantes en Japón
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El país que más rápido envejece

Avatares, robots, Inteligencia artificial... Lo que sea menos inmigrantes en Japón

Japón está apostando por una estrategia laboral centrada en la tecnología, no en la mano de obra que, en cuestión de años, habrá envejecido

Foto: Un miembro del personal habla con ÄòTalking-Bones'Äô, robots comunicadores que pueden fomentar el diálogo expresando interés y empatía. (EFE/Archivo/Franck Robichon)
Un miembro del personal habla con ÄòTalking-Bones'Äô, robots comunicadores que pueden fomentar el diálogo expresando interés y empatía. (EFE/Archivo/Franck Robichon)
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Ni la galopante escasez de mano de obra en el país que envejece más rápidamente en el mundo consiguen cambiar el chip a muchas empresas, que prefieren apostar por las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial antes que contratar personal extranjero.

Un informe sobre perspectivas publicado por el Recruit Works Institute en 2023, asegura que Japón se enfrentará una escasez de 11 millones de trabajadores en 2040. Pero eso no es todo, menos personas estarán trabajando en estos años previos, mientras que la población de personas de 85 años o más alcanzará los 10 millones, en comparación con los 6,1 millones en 2020, y se estima que los ciudadanos mayores de 65 años representarán un tercio de la población japonesa en ese momento. Una perspectiva no muy halagüeña para la estable economía nipona.

Saber como responderá una de las economías avanzada más grandes de Asia a esta crisis laboral, será vigilado muy de cerca por muchos países de la zona, especialmente por su vecino China, cuya población también ha comenzado a disminuir. Una de las formas en que Japón está abordando el desafío demográfico es mediante la introducción de avatares, robots e inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral en sectores clave, como puede ser el sector servicios.

Foto: Casas en el distrito de Sennari, en Sakura. (Reuters/Kim Kyung-Hoon)

Tomoki Nasukawa, pequeño empresario tokiota cuya empresa brinda servicios a grandes compañías nacionales, explica a El Confidencial su apuesta por la IA antes que contratar a más personal. "Como empresa que ha implementado la IA en nuestras operaciones, entendemos las preocupaciones que pueden surgir en torno a la pérdida de empleos, pero me gustaría aclarar que nuestra decisión de invertir en IA no se tomó a la ligera", asegura este emprendedor nipón de mediana edad.

Aumento de productividad

"La implementación de la IA en nuestras operaciones no tiene como objetivo reemplazar a nuestros valiosos empleados, sino para mejorar la eficiencia y la productividad de nuestras operaciones: creemos que la IA puede liberar a nuestros empleados de tareas repetitivas y permitirles centrarse en aspectos más estratégicos y creativos de su trabajo así como mejorar notablemente la productividad", asegura Nasukawa. "Además, brindamos formación y desarrollo de nuestros empleados para que puedan adaptarse a este nuevo entorno tecnológico, ofreciendo programas de capacitación y oportunidades de reciclaje para ayudar a nuestros empleados a adquirir nuevas habilidades y competencias".

Nasukawa apuesta por un incremento de la productividad de sus empleados, uno de los datos en qué Japón está muy detrás de la mayoría de sus socios de la OCDE, con la ayuda de las nuevas tecnologías. "Reconocemos que este es un período de cambio y adaptación, y estamos comprometidos a hacer todo lo posible para apoyar a nuestros empleados durante este tiempo", subraya el empresario japonés.

Foto: Reapertura de Japón a los turistas extranjeros. (EFE/Franck Robichon)

Aunque reconoce con la boca pequeña que su inversión en IA le ahorrará problemas burocráticos para contratar empleados —más si son extranjeros—, justifica todo ello en la mejora del servicio. "La decisión de implementar la IA se tomó con el objetivo de mejorar nuestros servicios y ofrecer un valor añadido a nuestros clientes: creemos firmemente que la IA nos permitirá ofrecer soluciones más innovadoras y efectivas, lo que a su vez beneficiará a nuestras empresas clientes", asegura Nasukawa.

Seguridad para la IA

En un esfuerzo por abordar los crecientes riesgos asociados con el uso indebido de la inteligencia artificial, Japón ha anunciado la creación de una nueva agencia dedicada a establecer estándares de seguridad para la IA. El anuncio fue hecho por el primer ministro, Fumio Kishida, durante la reunión del Consejo de Estrategia de IA celebrada en Tokio el 21 de diciembre.

La nueva entidad, Instituto de Seguridad de IA (AISI, en sus siglas en inglés), se estableció el pasado 1 de enero bajo la autoridad de la Agencia de Promoción de Tecnología de la Información (IPA) del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón. El AISI estará compuesto por expertos en IA y ciberseguridad, y su principal responsabilidad será establecer estándares de evaluación de seguridad para las empresas que desarrollan IA y evaluar el riesgo de uso indebido de la IA.

Foto: Andrew Selee. (Jason Koerner/Getty)
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Además, durante la reunión, el consejo de IA discutió las directrices de IA, que incluyen 10 principios centrados en las personas para el desarrollo y uso de la IA. Se espera que estas directrices sean aprobadas oficialmente el 3 de marzo y se apliquen a desarrolladores, proveedores de servicios de IA y usuarios.

Estas directrices se basan en el Proceso de IA de Hiroshima del G7 para desarrollar reglas internacionales. De acuerdo con sus principios centrados en las personas, la guía insta a las empresas a respetar los derechos humanos y la diversidad, tomar medidas contra la desinformación y abstenerse de participar en el desarrollo o suministro de servicios de inteligencia artificial que puedan manipular negativamente la toma de decisiones y las emociones humanas. Además, las directrices también contienen otros principios como proteger la privacidad, garantizar la equidad, la seguridad y la transparencia.

Necesidad de mano de obra

En un esfuerzo por aliviar las dificultades de los residentes afectados por el devastador terremoto que sacudió la península de Noto el 1 de enero de 2024, las autoridades de inmigración japonesas introdujeron una serie de exenciones y flexibilizaciones en los procedimientos de inmigración a partir del 17 de enero de 2024. Además, han publicado un sitio web multilingüe para proporcionar actualizaciones pertinentes a los afectados por el desastre. Se espera que estas medidas temporales permitan a los empresarios minimizar las interrupciones comerciales causadas por el terremoto y están instados a asegurarse de cumplir con los requisitos actualizados.

Japón podría ser, sin duda alguna, una potencia en acoger ciudadanos extranjeros, como lo es Canadá u otros países similares que necesitan urgentemente mano de obra. Antes de la pandemia, el país apenas lograba aceptar alrededor de 150.000 nuevos empleados no japoneses por año, la mayoría trabajadores poco cualificados, principalmente en el ámbito sanitario y de cuidado de gente mayor y trabajadores en fábricas.

Foto: Peatones caminan por un paso de peatones en Shibuya, Tokio. ( EFE / Kimimasa Mayama)

Sin embargo, esta cifra se ha más que duplicado, alcanzando casi 350.000 en la primera mitad de 2023. Actualmente, Japón alberga a unos 3,2 millones de residentes no japoneses, un aumento significativo desde el escaso medio millón de hace 30 años. La principal razón de ello es que los requisitos para obtener visas y residencia permanente han ido disminuyendo, y no solo debido a desastres naturales. Lo más notable es que el mayor obstáculo para emplear talentos no japoneses, la remuneración basada en la antigüedad en lugar del mérito, está comenzando a cambiar.

La mano de obra total alcanzó su punto máximo con 87 millones de personas en 1995, pero disminuyó continuamente a menos de 80 millones en 2013. Esta tendencia, en parte relacionada con la recuperación económica del país, ha llevado a que la proporción de ofertas de empleo con respecto a los solicitantes de empleo se mantenga por encima de 1.0 de manera continua desde 2014.

Con estos cambios, algunos expertos auguran que es razonable esperar que para 2030, alrededor del 10% de los empleados en Japón sean no japoneses, más del doble de la tasa actual de poco menos del 4%. Este cambio podría marcar un hito importante en la evolución de la mano de obra de Japón y su apertura a la diversidad y la inclusión.

Ni la galopante escasez de mano de obra en el país que envejece más rápidamente en el mundo consiguen cambiar el chip a muchas empresas, que prefieren apostar por las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial antes que contratar personal extranjero.

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