La reunión de la extrema derecha que ha sacudido Alemania: "AfD es un partido nazi"
Miles de personas han salido a las calles de Alemania durante toda la semana para condenar la reunión de AfD con neonazis para urdir un plan para expulsar a millones de migrantes
Berlín, Friburgo, Leipzig, Colonia… y este jueves Mainz. Unas 5.000 personas salieron a las calles para manifestarse contra la ultraderecha, capitaneada por el partido Alternativa para Alemania (AfD). Es el séptimo día de protestas en varias ciudades desde que salió a la luz la reunión entre miembros del partido con neonazis y empresarios para llevar a cabo un "plan maestro" para deportar a millones de migrantes.
"Los extremistas de derecha amenazan nuestra democracia. Ya nadie puede decir: 'No lo sabía, no sabía lo que estaban planeando", dijo Malu Dreyer, primera ministra del estado de Renania-Palatinado, durante la manifestación en Mainz. Hendrik Wüst, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, fue incluso más tajante: "Un partido en el que los nazis marcan la pauta y en el que se representa el contenido nazi es un partido nazi".
Las pancartas con frases como "¡Todos juntos para luchar contra el fascismo!" se han repetido por toda Alemania desde el pasado domingo en Berlín, donde el canciller alemán, Olaf Scholz, y la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, se unieron a las marchas para condenar las intenciones de AfD. La más multitudinaria tuvo lugar el miércoles en Colonia y atrajo a cerca de 30.000 personas.
La reunión con neonazis ha impactado de lleno en la sociedad alemana y los políticos han respondido con furia. Olaf Scholz dijo que el encuentro debería ser investigado por el Tribunal Constitucional, así como las medidas propuestas por la extrema derecha para que las deportaciones se basen en criterios racistas y no en la legalidad vigente. "No permitiremos que nadie distinga el nosotros en nuestro país basándose en si alguien tiene antecedentes de inmigración o no", escribió el canciller en la red social X.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, pidió a la CDU que se distancie de la extrema derecha. "No se debe permitir que continúe una progresiva normalización de las políticas inhumanas y antidemocráticas de la extrema derecha", afirmó. La reacción a la reunión con neonazis ha impulsado la creación de una alianza llamada Hand in Hand, responsable de convocar una gran parte de las manifestaciones y que planean una cadena humana alrededor del Reichstag el próximo 3 de febrero.
Además de condenar las actuaciones de AfD, tanto algunos manifestantes como figuras políticas han reclamado la prohibición del partido de extrema derecha, aunque por ahora no se ha avanzado en el complicado proceso legal y político para conseguirlo.
Una reunión y un plan maestro
El panorama político de Alternativa para Alemania, que según algunas encuestas sería el segundo partido más votado si se celebraran elecciones, cambió el pasado 10 de enero. Ese fue el día en el que el medio Correctiv sacó la exclusiva de que, menos de dos meses antes, en noviembre, miembros del partido habían asistido en la ciudad de Potsdam a un encuentro con líderes neonazis y empresarios para discutir la expulsión masiva de migrantes o solicitantes de asilo que consideran que no se han integrado en Alemania. El plan incluía a personas con pasaporte alemán de origen migrante. Es lo que en la reunión calificaron como "reemigración", la piedra angular del "plan maestro".
"Las posibilidades de devolver a nuestro país a un curso normal y saludable son mayores que nunca", reza la invitación a la reunión. El ultraderechista Martin Sellner, considerado un modelo para los jóvenes extremistas en toda Europa, habría sido el encargado de presentar este modelo migratorio. Según Correctiv, el evento fue organizado por un dentista jubilado llamado Gernot Mörig, quien alguna vez dirigió la Asociación de extrema derecha de Jóvenes Fieles a la Patria, y Hans-Christian Limmer, un empresario e inversor.
El partido, formado en 2013, es conocido por sus políticas antimigratorias. Desde la guerra de Ucrania, ha aumentado su popularidad por el creciente descontento social que ha provocado las altas facturas de energía, la inflación y el rechazo a medidas políticas del canciller Olaf Scholz. Las encuestas le dan un 20% de apoyo, mientras que, en algunas partes del este de Alemania, la intención de voto se sitúa en un 36%. La formación de extrema derecha ha conseguido recientemente su primera alcaldía en Sajonia, una de las victorias políticas más importantes desde su fundación.
A pesar de las protestas multitudinarias en varias ciudades del país, todavía no hay señales de que el apoyo a AfD haya disminuido. Algunos analistas afirman incluso que podría fortalecerse, señala The Guardian.
Sin embargo, el partido sigue estando en el centro de polémica. Robert Habeck, vicecanciller y ministro de Economía del país, afirmó que AfD está planeando transformar Alemania en un estado autoritario similar a Rusia. Habeck se mostró a favor de ilegalizar el partido, aunque advirtió de los peligros que puede acarrear el fracaso de este plan. "El daño que causaría un intento fallido sería enorme. Por eso, si se presenta un caso, tendrá que valerse absolutamente al 100% ante los tribunales. Es algo que hay que considerar con mucho cuidado", dijo el político verde a la revista Stern.
Por su parte, Lars Klingbeil, del partido socialdemócrata SPD, dijo en un debate parlamento que la líder de AfD, Alice Weidel, es un "lobo con piel de oveja", después de que la política extremista afirmara que la información sobre la reunión formaba parte de una estrategia para desprestigiar a la formación. "El verdadero rostro de AfD está claramente saliendo a la luz", dijo Klingbeil.
El partido de extrema derecha ha intentado distanciarse en varias ocasiones de la reunión, diciendo que no participó en la organización ni en la financiación del evento, que no fue responsable de lo que se habló en ella, y que los miembros que asistieron lo hicieron a título personal.
El jefe del grupo parlamentario, Bernd Baumann, describió el encuentro con neonazis como una "mesa redonda de empresas y autónomos que se reúnen periódicamente para intercambiar opiniones". Además, subrayó que los planes migratorios debatidos en la reunión no violaban ni la ley ni la Constitución del país.
Baumann sostuvo que "el viento" está cambiando políticamente en Alemania, en referencia a las encuestas que le dan a AfD un índice importante de apoyo entre la población. Y sostiene que una reunión no podrá acabar con el partido. "Alemania va a recibir algo nuevo. AfD viene a por Alemania, le guste o no", advirtió.
Berlín, Friburgo, Leipzig, Colonia… y este jueves Mainz. Unas 5.000 personas salieron a las calles para manifestarse contra la ultraderecha, capitaneada por el partido Alternativa para Alemania (AfD). Es el séptimo día de protestas en varias ciudades desde que salió a la luz la reunión entre miembros del partido con neonazis y empresarios para llevar a cabo un "plan maestro" para deportar a millones de migrantes.