Es noticia
Un avión detenido en Polonia y misiles inexistentes: la misión africana de paz para Ucrania empieza mal
  1. Mundo
"Una vergüenza infernal"

Un avión detenido en Polonia y misiles inexistentes: la misión africana de paz para Ucrania empieza mal

La misión de paz africana tenía algún potencial a mayor largo plazo… Que ha quedado totalmente en entredicho

Foto: Los líderes africanos visitan Ucrania y Rusia como parte de la misión de paz africana. (Gobierno sudafricano)
Los líderes africanos visitan Ucrania y Rusia como parte de la misión de paz africana. (Gobierno sudafricano)

Este domingo, una delegación de líderes africanos concluía su gira por Kiev y Moscú, en una primera fase del intento de negociación de la misión de paz africana para la guerra en Ucrania. El germen de la misión, que nació hace unos meses cuando los avances en el frente de batalla estaban congelados, es una más de las iniciativas de actores neutrales para intentar poner fin al conflicto, como la propuesta de plan de paz chino de 10 puntos o la misión diplomática del papa Francisco. Con la contraofensiva ucraniana en plena acción, eran muy pocos los que confiaban en que Kiev y Moscú se presten en este momento a negociar. Sin embargo, la misión de paz africana tenía algún potencial a mayor largo plazo… Que ha quedado totalmente en entredicho por un viaje inicial que algún periódico local sudafricano ha llegado a catalogar como "una vergüenza infernal".

En apenas 48 horas, el país que más ha llevado la voz cantante en la misión, Sudáfrica, ha logrado a) ofender a Polonia, acusándola de racista; b) acusar a Hungría de interferencias cuando en realidad no había tenido nada que ver; c) alienar a Ucrania, acusándola de inventarse un ataque con misiles sobre la ciudad (entre otras cosas), y d) ser regañados en público por el presidente Vladímir Putin. "Se suponía que sería una visita de mediación seria y esperanzadora por parte de en su mayoría países neutrales: países africanos gravemente afectados por los efectos secundarios de la guerra, en los alimentos y la energía. En cambio, se ha visto ensombrecida por este fiasco. Las otras delegaciones deben estar furiosas con Sudáfrica", resumía Darren Olivier, director del African Defence Review, en un duro análisis.

Foto: El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, junto a su homóloga sudafricana Naledi Pandor. (Reuters/Siphiwe Sibeko)

Pese al difícil inicio de la misión de paz, analistas africanos todavía le veían una motivación a la misión de paz que, después de muchos años siendo ellos objeto de las políticas de países extranjeros, les coloca ahora a ellos en el centro del escenario, con un nuevo protagonismo político. “Muchas partes del mundo y organizaciones están tratando de intervenir para detener la guerra. ¿Por qué los africanos no deberían unirse y ayudar a poner fin al conflicto?”, apunta Lesiba Teffo, profesor de la Universidad de Sudáfrica en una entrevista en Anadolu. En la misma línea apuesta Bruno Tertrais, vicedirector del think tank francés FSR: “Es bueno que los países africanos intenten desempeñar un papel diplomático global, incluso cuando tienen aproximadamente cero posibilidades de éxito. Es una tragedia para su credibilidad cuando un viaje así está tan mal organizado y administrado”.

El primer escollo llegó en Varsovia, cuando la delegación sudafricana, que llegó al país —escala necesaria para acceder a Ucrania, cuyo espacio aéreo está cerrado desde el inicio de la invasión y a la que se accede mayormente por tren desde localidades más cerca de la frontera— en avión. Allí, las autoridades polacas retuvieron los aviones, especialmente uno que transportaba a más de un centenar de miembros del equipo de seguridad del presidente, que, al parecer, no habrían sido preidentificados y sus papeles —en concreto, los de sus armas reglamentarias— eran simples fotocopias, no los originales que requería Varsovia. Más allá, según un comunicado del Ministerio de Exteriores polaco, se encontraron "mercancías peligrosas a bordo del avión, que los representantes sudafricanos no tenían permiso para traer".

Según ha ido publicando la prensa sudafricana, entre las "mercancías peligrosas" había armamento de gran calibre —más propios de batalla que de protección presidencial—, que, justifican, se ha utilizado en anteriores viajes del presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, a otros países africanos, sobre todo cuando las tropas locales son incapaces de hacerse cargo de la seguridad.

El jefe de la Unidad de Protección Presidencial del presidente Cyril Ramaphosa, el general Wally Rhoode, acusó a los funcionarios polacos de ser "racistas" y de "sabotear" abiertamente a Sudáfrica al no permitirles descargar sus equipos y armas. "Dicen que no tenemos permisos, tenemos permisos, la única diferencia es que dicen que no podemos tener copias de los permisos. Nos están retrasando y están poniendo en peligro la vida de nuestro presidente. No sé por qué quieren confiscar nuestras armas", agregó.

Foto: El presidente brasileño, Lula da Silva, durante una visita a China la semana pasada. (Getty/Pool/Ken Ishii)

Tras una primera reacción de indignación ante el trato denunciado por la presidencia sudafricana, la prensa local recogió, sin embargo, otros testimonios: según News24, la Fuerza Aérea sudafricana había advertido a la organización del viaje de que serían necesarios esos permisos, solo para ser ignorada. El avión —que incluía también a la delegación de prensa sudafricana para cubrir el viaje— tuvo que quedarse en Varsovia mientras finalmente, tras un retraso de horas, el presidente pudo volar hacia la frontera y, desde allí, tomar un tren hasta Kiev.

Allí, tampoco empezaron las cosas bien. La visita de los líderes africanos coincide cuando Ucrania acaba de lanzar su contraofensiva, apoyada por el armamento occidental y nuevos soldados entrenados, con la intención de romper las líneas rusas. Así, la petición africana de "desescalar la contraofensiva" no llega en el mejor momento y se aseguraba ya, desde el primer minuto, la negativa de Kiev. Una segunda petición africana, la de retirar la orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra Putin, impuesta por los secuestros masivos de niños ucranianos en las zonas ocupadas, tampoco ha ayudado. "Lo que más les interesaba era suspender la orden de arresto", lamentó uno de los asesores principales, Mykhailo Podolyak, del presidente ucraniano en una entrevista con la prensa local.

Foto: Fotografía de archivo de Vladímir Putin. (Reuters)

Pero, de cara al público, lo que más soliviantó los ánimos fueron las declaraciones del portavoz de Ramaphosa, Vincent Magwenya. En el momento de la llegada de los líderes africanos a Kiev, Rusia lanzó un ataque con misiles —varios de ellos, balísticos Kinzhal— contra la capital ucraniana. Las alarmas sonaron por toda la ciudad. Se grabaron incluso imágenes de las explosiones de los misiles rusos interceptados por la defensa antiaérea ucraniana. "Extrañamente, nosotros no oímos sirenas o explosiones. La misión de paz africana continuó como estaba planeado", tuiteó Magwenya. El diario ucraniano Kyiv Post tituló: "El mayor mentiroso del mundo".

No acabó ahí la cosa. De vuelta a Polonia y antes de llegar a San Petersburgo, donde se produciría el encuentro con Vladímir Putin, la diplomacia sudafricana volvió a tener problemas, acusando a Hungría de haber negado el paso al avión presidencial por su espacio aéreo. Hungría, que no está en ruta hacia Rusia (el espacio aéreo ucraniano está cerrado y, de hecho, el avión sudafricano sobrevoló los países bálticos en su camino a San Petersburgo).

En Rusia, la etapa del viaje donde más éxitos podría haber cosechado la misión de países africanos, muchos de los cuales han sido cortejados en los últimos meses de ofensiva diplomática del Kremlin, también hubo momentos de tensión. Durante los discursos de presentación de los líderes presentes, desde Ramaphosa al senegalés y líder de la Unión Africana, Macky Sall, o el zambiano Hakainde Hichilema, pasando por representantes de Egipto, Uganda, Comoras y República del Congo, Vladímir Putin los interrumpió para "explicarles una lista de razones por las que creía que muchas de sus propuestas estaban equivocadas". La transmisión en directo se cortó en ese momento.

Foto: El embajador keniano ante la ONU, Martin Kimani. (Naciones Unidas/Loey Felipe)

Según un borrador del plan de paz africano obtenido por Reuters, además de otras “medidas de construcción de confianza” como la de la orden de arresto de la Corte Penal Internacional, se incluía una referencia a la “soberanía de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas” que, de hecho, sería una crítica a la invasión rusa de Ucrania. “Esta frase, sobre la soberanía y la Carta de la ONU, esencialmente significa que Cyril Ramaphosa le está diciendo a Putin que Rusia no tenía derecho a invadir Ucrania. Pero sería mucho mejor si lo dijera directa y específicamente, en lugar de usar frases abstractas sobre la soberanía en general”, apuntaba Geoffrey York, corresponsal del The Globe and Mail con base en Johanesburgo.

"’Nos escucharon’ [en referencia a las declaraciones finales de Ramaphosa, terminando la visita] puede sonar tonto, pero al menos esta misión puede haber dejado que los líderes africanos vean qué lado está realmente escuchando”, concluye Joseph Cotterill, corresponsal para Sudáfrica del Financial Times.

Este domingo, una delegación de líderes africanos concluía su gira por Kiev y Moscú, en una primera fase del intento de negociación de la misión de paz africana para la guerra en Ucrania. El germen de la misión, que nació hace unos meses cuando los avances en el frente de batalla estaban congelados, es una más de las iniciativas de actores neutrales para intentar poner fin al conflicto, como la propuesta de plan de paz chino de 10 puntos o la misión diplomática del papa Francisco. Con la contraofensiva ucraniana en plena acción, eran muy pocos los que confiaban en que Kiev y Moscú se presten en este momento a negociar. Sin embargo, la misión de paz africana tenía algún potencial a mayor largo plazo… Que ha quedado totalmente en entredicho por un viaje inicial que algún periódico local sudafricano ha llegado a catalogar como "una vergüenza infernal".

Ucrania Conflicto de Ucrania
El redactor recomienda