La gran sorpresa electoral ha sido en el país que parecía (casi) una 'dictadura perfecta'
Move Forward (MF) ha ganado las elecciones celebradas el pasado domingo. Su formación ha obtenido 152 escaños, por los 141 del otro partido no progubernamental
La sociedad tailandesa, especialmente los más jóvenes, han hablado claro: quieren un profundo cambio en su país. Move Forward (MF), un partido creado en 2014, pero cuyo protagonismo creció a la sombra de otro levantamiento social en 2020, ha ganado inesperadamente las elecciones celebradas el pasado domingo. Su formación ha obtenido 152 escaños, por los 141 del otro partido considerado no pro gubernamental, Pheu Thai. MF ha obtenido casi uno de cada tres votos. Esto supone un inesperado tsunami en el país que puede o provocar cambios nunca vistos, o desenmascarar del todo la realidad de una dictadura disfrazada de democracia.
PREGUNTA. ¿Quién es Move Forward (MF) y cuál es su ideología?
RESPUESTA. El partido, que lidera Pita Limjaroenrat, un emprendedor de 42 años, es considerado para los estándares tailandeses una opción radical de izquierdas. Para los estándares europeos, sería un centro-izquierda, sin más. Su ideario pretende acabar con los privilegios de las altas clases sociales, afianzar las libertades y terminar con la farsa democrática que hasta ahora rige un país que sigue gobernado por los militares. Además, quieren acabar con el delito de lesa majestad y algunos privilegios de la poderosa casa real.
P. ¿Por qué es una falsa democracia Tailandia?
R. Por poner un símil que ejemplifique lo que ocurre, es como si en una carrera de 100 metros unos participantes salen 50 metros delante de los otros. En 2016, tras el golpe de estado de 2014, el militar y primer ministro, Prayut Chan-o-cha, propone una nueva Constitución que el rey, Maha Vajiralongkorn, sancionó en 2017. En ella se estipula que 250 senadores son nombrados a dedo por el Ejército. Luego, en las elecciones libres, quedan otros 500 escaños en juego. Eso supone que un partido como el MF necesita tener el respaldo de 376 de los 500 parlamentarios elegidos en las urnas para alcanzar el poder. Es decir, un 75%. Mientras que a un partido que tenga el apoyo de esos 250 “intocables” le vale con 125 escaños, es decir, el 25% de los votos.
P. ¿La formación vencedora ataca la sagrada monarquía?
R. La parte más mediáticamente polémica del programa de MF es la que atañe a la monarquía. El partido quiere suprimir el delito de lesa majestad por el que muchos de sus seguidores entraron en prisión tras las protestas de hace tres años. Las revueltas se desencadenaron cuando en 2019 la Corte Constitucional disolvió la formación entonces llamada Future Forward, que se oponía a las reformas del anterior primer ministro, y que cambió su nombre al actual Move Forward para seguir funcionando. Eso se mezcló después con el estado de excepción por el covid en el que se difundieron imágenes del rey viviendo una vida de lujo y excesos bizarros en Europa que provocaron que muchos jóvenes perdieran por primera vez el miedo y atacaran públicamente la sagrada institución. El enorme revuelo hizo que el monarca regresara al país y tenga desde entonces un perfil más discreto. Hay ciudadanos encarcelados por esas protestas.
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P. ¿Por qué ha vencido MF?
R. Nadie lo esperaba, ni siquiera los propios cabecillas del MF esperaban este resultado. Ha sido un movimiento desde la base, especialmente los jóvenes, que por primera vez en años no le han dado la victoria al que ha quedado en segundo lugar, el Pheu Thai. Muchos jóvenes han votado por MF cuando entendieron que el Pheu Thai, los famosos camisas rojas, podrían pactar con una parte de los militares y volver a dejar todo igual.
La candidata del Pheu Thai era Paetongtarn Shinawatra, hija del ex primer ministro y empresario tailandés Thaksin Shinawatra, que huyó del país tras el golpe de estado de 2006 y ser condenado dos años después por corrupción. Los rumores eran que el padre podría regresar del exilio a cambio de favorecer un gobierno de coalición en el que se rumoreaba que podría ser elegido como primer ministro el hasta ahora ministro de Sanidad, Anutin Charvirakul, líder de uno de los partidos conservadores, Bhumjaithai. Ese rumor, que sonó con fuerza, le ha costado el triunfo al Pheu Thai y un trasvase de votos al MF.
P. ¿Tiene opciones de gobernar el MF?
R. Se abre ahora un escenario de 60 días para poder obtener los apoyos para formar gobierno. Es pronto para asegurar nada, pero hay opciones. El Pheu Thai dice que apoyará al MF junto a algunas muy pequeñas formaciones con uno o dos escaños. Eso los sitúa en este momento en el entorno de los 300 apoyos. Le faltan unos 70 votos que podrían venir de un pacto con el propio Bhumjaithai que parece abierto a negociar, y el monárquico Partido Democrático. Todos ellos, en todo caso, aseguraron antes de los comicios que no apoyarían al MF por ser un partido contrario a la monarquía.
Sin embargo, el Partido Democrático, el más viejo de los partidos tailandeses y brazo político de la monarquía, se ha abierto a apoyar al MF si reitera que de ninguna manera atacará la institución real. Posición similar tiene Bhumjaithai. Eso abre una vía al MF de gobernar si suaviza su mensaje antimonárquico. Un cambio radical en el país y una prueba para sus militares que deben aceptar su pérdida de poder o volver a protagonizar un golpe militar.
P. ¿Hay amenaza de una gran revuelta?
R. La inesperada victoria del MF hace imposible pensar que sus votantes vayan a aceptar una solución que los deje fuera del gobierno. Este es un escenario que nadie contemplaba, pero Tailandia se enfrenta a permitir un gobierno que puede acabar con esta falsa democracia controlada por los militares, o fabricar un pasticho de votos entre senadores nombrados a dedo y el resto de fuerzas militares y monárquicas. Esa segunda opción dejaría fuera a los dos claros vencedores en las urnas, MF y Pheu Thai, que suman juntos 293 de los 500 escaños en juego. Eso, sin duda, volvería a generar fuertes protestas en la calle.
P. ¿Qué va a hacer la monarquía?
R. La monarquía sabe que está en un momento de debilidad. La popularidad del actual monarca tras sus escándalos es baja y no parece que puede permitirse tener una posición pública que le enfrente más con su pueblo. Por otro lado, esta es una monarquía intocable y abrir una brecha ahí no es fácil de asimilar para el monarca. El rey se ha blindado en los últimos años, haciéndose nombrar jefe de las Fuerzas Armadas en Bangkok, la capital, donde se han trasladado las unidades de élite del Ejército. La Casa Real tailandesa es un fuerte poder en la sombra y, aunque su respuesta ante esta situación no es clara en este momento, parece que si el MF le asegura que no tocará sus cimientos no se opondrá a su Gobierno.
P. ¿Hay presión internacional?
R. No la hay ni se espera. Tailandia es uno de los países que mejor sabe manejar la neutralidad entre EEUU y China. Ninguna de las dos superpotencias, salvo que vieran un ganador evidente en la lucha por el poder, querrá enemistarse con un país clave desde un punto de vista estratégico en la zona. Tailandia, que presume de ser el único país de la zona que nunca ha sido colonizado, va a volver a decidir su futuro, parece, sin interferencia externa.
La sociedad tailandesa, especialmente los más jóvenes, han hablado claro: quieren un profundo cambio en su país. Move Forward (MF), un partido creado en 2014, pero cuyo protagonismo creció a la sombra de otro levantamiento social en 2020, ha ganado inesperadamente las elecciones celebradas el pasado domingo. Su formación ha obtenido 152 escaños, por los 141 del otro partido considerado no pro gubernamental, Pheu Thai. MF ha obtenido casi uno de cada tres votos. Esto supone un inesperado tsunami en el país que puede o provocar cambios nunca vistos, o desenmascarar del todo la realidad de una dictadura disfrazada de democracia.