Un pasajero violento obliga a un avión de la ruta Caracas - Madrid a desviarse a Barbados

No hay muchas personas que adoren viajar en avión. Normalmente, se trata de un proceso tedioso que comienza haciendo una maleta que debe cumplir ciertas reglas y pesos, llegando con mucha antelación al aeropuerto, pasando un riguroso control de seguridad, esperando en la puerta de embarque y subiendo a un avión que es de todo menos cómodo y espacioso.

A partir de ahí, toca compartir durante horas un transporte reducido con personas desconocidas llegadas de todas partes del mundo. Y, en muchas ocasiones, se trata de viajes muy largos de más de diez horas. Hay personas que lo llevan más o menos bien y tienen sus trucos para hacer más llevadero el trayecto. Pero, en otras ocasiones, hay pasajeros que pierden el control y causan molestias al resto de viajeros.

Esto fue lo que ocurrió en el vuelo UX072 de Air Europa, que tenía como origen Caracas y como destino Madrid. Se trata de un vuelo directo de casi nueve horas de duración que requiere ropa cómoda y mucha paciencia. Sin embargo, ocurrió que un pasajero, a menos de la mitad del trayecto, se mostró alterado y perturbó la paz de la aeronave.

Detenido en Barbados

En el vídeo, compartido por la cuenta de Instagram de Tripulantes Aéreos T.A., podemos ver a un hombre de mediana edad, de supuesta nacionalidad danesa, gritando a la tripulación y al resto del pasaje. Según los viajeros, el hombre comenzó a golpear a varias azafatas, perdiendo el control.

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Cuando un altercado así ocurre y un pasajero se pone violento, el protocolo es aterrizar en el aeropuerto más cercano, interrumpir el viaje y que la seguridad aeroportuaria se encargue de la detención del viajero problemático. El problema fue que el vuelo todavía no iba ni por la mitad del trayecto y el aeropuerto más cercano era, o bien Madrid, o bien Barbados, las islas que acababan de sobrevolar.

El piloto decidió, como medida de seguridad, dar media vuelta y aterrizar en las mencionadas islas. Mientras sucedía la detención a bordo del avión, algunos pasajeros grabaron las imágenes y las compartieron en redes sociales, a pesar de la petición de las azafatas de “mantener la calma” y la prohibición de grabar. El pasajero violento se enfrenta a una multa cuantiosa, ya que deberá hacerse cargo de los gastos ocasionados por el desvío del avión y por su detención.