El truco viral de una 'tiktoker' para llevar equipaje extra sin tener que facturar

Las compañías aéreas de bajo coste permiten realizar viajes a un precio mucho más accesible en comparación a los precios de las aerolíneas convencionales. Están pensadas para viajar de forma más económica, pero sin algunas comodidades o servicios que ofrecen el resto de las aerolíneas. Entre ellos, por ejemplo, no existe la posibilidad de elegir asiento, no se ofrece comida abordo o el equipaje facturado se cobra a precio de oro.

Por este motivo, son muchas las personas que, como medida de ahorro extra cuando viajan en vuelos de bajo coste, deciden no facturar la maleta y viajar solo con el equipaje de mano. Esto ha provocado que los pasajeros tengan que ingeniárselas como sea para llevar la mayor cantidad de ropa en el menor espacio posible.

Es el caso de Ivanova, una usuaria de TikTok que cuenta con casi 33.000 seguidores y que ha compartido en su perfil personal un vídeo en el que ella y su novio se burlan de una manera muy ingeniosa de los sistemas de seguridad del aeropuerto cuando se disponían a viajar juntos a Croacia.

Un truco de lo más ingenioso

El vídeo, que se se ha hecho viral en la citada red social y cuenta con más de 43.000 millones de visualizaciones y 4,7 'me gusta', se ve a la pareja esperando la cola del control de equipajes antes de dirigirse a la puerta de embarque. Eso sí, llevan en la mano una especie de cojín para hacer más cómodo su viaje y poder echarse una pequeña cabezadita antes de llegar a su destino.

El truco es completamente legal, ya que se puede observar como el cojín pasa la cinta de rayos X sin ningún tipo de pega por parte de los agentes que observan las pantallas en las que se muestra todo lo que hay en el interior de cada maleta. Tras este primer escollo, pasaron con total tranquilidad hasta el interior del avión.

Ivanova y su novio se burlan con ingenio de los sistemas de seguridad del aeropuerto

El truco se desvela cuando llegan al hotel y la joven 'tiktoker' vacía el interior del cojín y deja caer sobre la cama muchísimas prendas de ropa, tantas como cabrían en una maleta de equipaje de mano. Sin duda, las restricciones hacen aflorar el ingenio de los pasajeros para no facturar maletas de más y ahorrarse un buen dinero.