Es noticia
La mayor escalada de tensión "desde 2006": cadena de atentados e Israel ataca el sur del Líbano
  1. Mundo
¿Qué está pasando?

La mayor escalada de tensión "desde 2006": cadena de atentados e Israel ataca el sur del Líbano

Atentados en Cisjordania, en Tel Aviv, enfrentamientos en Al-Aqsa, proyectiles desde Gaza y, sorprendentemente, desde el Líbano también, ¿qué está pasando?

Foto: Israel ataca el Líbano y Gaza. (EFE EPA/Atef Safadi)
Israel ataca el Líbano y Gaza. (EFE EPA/Atef Safadi)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El miércoles por la noche, mientras la mayoría de los israelíes celebraban el Pésaj, la pascua judía que conmemora la salida de los judíos de Egipto y la conquista de su libertad, y los musulmanes salen del ayuno diurno, agentes de la Policía irrumpían con balas de goma, porras y granadas aturdidoras de nuevo en la mezquita de Al-Aqsa. Horas después, decenas de proyectiles se lanzaron desde la Franja de Gaza y, en una escalada especialmente peligrosa, 35 misiles disparados desde Líbano, lo que ha marcado una situación no vivida desde la Segunda Guerra del Líbano en 2006.

“Hemos atacado en Líbano y Gaza, hemos reforzado nuestras tropas y llevado a cabo arrestos masivos y otras operaciones sobre las que no puedo dar detalles en este momento. Nuestros enemigos nos ponen nuevamente a prueba y descubren, nuevamente, que también esta vez estamos juntos”, ha declarado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su visita este viernes en el cruce de Hamra, en el corazón de Cisjordania, donde dos hermanas israelíes de 16 y 21 años han fallecido cuando su coche fue disparado por atacantes palestinos. La misma noche del viernes, un último atentado ha sacudido Tel Aviv, con un italiano entre las víctimas y otros cinco turistas han resultado heridos.

Foto: Una pancarta, con Netanyahu en el centro, durante una protesta contra la reforma judicial del Gobierno, en Jerusalén. (Getty/Amir Levy)

Para que la violencia estalle entre israelíes y palestinos no es necesario que se alineen los planetas; suele ser suficiente que sea Ramadán, el mes sagrado del islam, que se caldeen las cosas en la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén oriental, y que los defensores del simbolismo del lugar sagrado para judíos y musulmanes sean pirómanos también. Que Netanyahu señale esa necesidad de unidad israelí solo enfatiza cuánto eso está puesto en duda en uno de los momentos más delicados del país, tras las masivas protestas contra el Gobierno y su reforma judicial que han sacudido el corazón mismo el proyecto del estado de Israel.

“Nosotros dijimos que el régimen sionista no vería otros 25 años, pero tienen prisa y quieren irse antes”, ha declarado hace apenas unos días el ayatolá iraní Ali Jamenei, cuando Israel, además de todo, se prepara para celebrar por todo lo alto su 75 aniversario en mayo. Un comunicado interno de Hezbolá señalaba que los israelíes “se atropellan entre ellos (refiriéndose a un partidario de Netanyahu que atropelló a algunos manifestantes opuestos a las reformas que pretende el gobierno), dentro de poco alguno disparará la primera bala”, según informó el periodista especializado en asuntos árabes Avi Issacharoff.

Una cabra más que política

La escalada de tensión ha ido como una pieza de dominó tras otra en un momento tan delicado como el que está viviendo Israel en su política interna. Testigos de la última violenta redada en la mezquita de Al-Aqsa aseguraron a este diario que el detonante fue la llegada de un pequeño grupo de judíos que pretendían sacrificar una cabra para la Pascua, reviviendo un rito ancestral. El lugar en el que está la mezquita, el tercer lugar más sagrado para el islam después de las ciudades Meca y Medina, los judíos lo llaman Monte del Templo y es su primer lugar más sagrado. El statu quo es que solo los musulmanes pueden rezar y los judíos tienen la entrada regulada a ciertas horas del día y sin permiso para rezar. Sin embargo, los judíos que exigen rezar en el recinto son un elemento clave de la coalición de Gobierno de Netanyahu. Es más, uno de los abanderados del derecho a sacrificar animales en el lugar santo es ahora el encargado de la seguridad del mismo: el ministro de Seguridad Interior, Itamar Ben-Gvir.

Pero aunque la escalada consiguiente, especialmente por los disparos desde Líbano, así como la respuesta Israelí, ha alcanzado un momento de tensión no visto desde hace casi 20 años, ninguna de las partes quiere seguir avanzando por ese camino. “La fuerza aérea no liquidó a Sinwar (líder de Hamás) sino que destruyó dos túneles en Gaza. Eso demuestra que Israel no quiere una guerra. A pesar de la dura retórica de Netanyahu, como suele hablar él, las acciones militares han sido muy contenidas, como en otras ocasiones. Es más de lo mismo”, explica Amos Harel, analista militar y de defensa del diario Haaretz, a El Confidencial.

Foto: Humo y llamas durante los ataques aéreos israelíes en el sur de la Franja de Gaza. (Reuters/Ashraf Amra)

Pese al lanzamiento de los misiles del sur del Líbano, territorio de la milicia chiita proiraní Hezbolá, organización fuertemente armada que opone una seria amenaza al Ejército israelí, las autoridades israelíes descartaron rápidamente que fuera ésta la culpable y señalaron en su lugar a operativos de Hamás en el sur del Líbano. Harel sugiere que puede ser que el Ejército de verdad no tenga pruebas de que Hezbolá está involucrado en el incidente, pero dijo que, en general, es menos cómodo meterse con Hezbolá que con Hamás: “Que si nos metemos con Hezbolá arriesgamos una tercera guerra del Líbano, con Hamás nos podemos meter”.

La respuesta israelí en Gaza fue sobre objetivos limitados de Hamás y en el sur del Líbano fueron simbólicos. La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés) que supervisa la frontera libanesa israelí, aseguraba que ambas partes han dicho que no quieren una guerra. “Yo creo que los que mandan, de nuestro lado y también del otro, no quieren guerra, pero creo que los que están debajo de ellos no siguen instrucciones y hacen lo que les da la gana”, dice Galia Sopher, habitante del kibutz Mefalism, a 9 kilómetros de la Franja de Gaza, quien vivó otra noche más de explosiones, a este diario. "Lo triste es que es tan fácil encender la mecha".

¿Qué pasa con los pilotos?

Enfrentando desafíos en múltiples frentes, el jefe del Ejército, Hezi Halevi, llamó a filas a un número no especificado de reservistas de la Fuerza Aérea (FAI), incluidos pilotos de combate. Muchos de esos reservistas habían estado advirtiendo que no se presentarían para los entrenamientos regulares si el gobierno de Netanyahu seguía adelante con su reforma judicial. La postura de los pilotos ha sido muy criticada por el Gobierno y un ministro del Likud, partido que lidera Netanyahu, reaccionó con un “¡que se vayan al infierno!”.

Sin embargo, este jueves los que fueron llamados para participar en los ataques en Gaza y el Líbano atendieron el pedido. Aunque, según Harel y otros, la capacidad de disuasión israelí se ha visto dañada en los últimos tiempos. “A nuestro alrededor ven que el primer ministro no se lleva con el de Defensa, que en el Ejército dicen que no irán a entrenar, pasan cosas que no pasaban antes…”, recordó el analista.

Foto: Protestas tras el cese del ministro de Defensa en Tel Aviv. (Reuters/Nir Elias)

La semana próxima será particularmente sensible porque miles de judíos irán a rezar al Muro de las Lamentaciones en las festividades del Pésaj.

Incendiar la tensión, de nuevo, no es difícil. Tras el atentado contra dos hermanas israelíes en Cisjordania, el comisionado de policía, Kobi Shabtai, dijo lo siguiente: "Hago un llamamiento a todos los ciudadanos que posean un arma con licencia y estén capacitados para operarla legalmente para que la porten en estos días". Y el ministro de Agricultura, Avi Dichter, ha asegurado que cree que "será difícil garantizar la calma" para los judíos que recen en el Muro.

Mientras, a pesar de la escalada violenta, las manifestaciones antigubernamentales continuarán y lo que el exministro de Defensa, Yoav Gallant, señaló como el problemático punto que rompió, según varios militares, su contrato con el Estado (y provocó su cese) sigue sin repararse. El proyecto de ley en particular, que le daría a la coalición del gobierno un control casi completo de los nombramientos judiciales, politizando y neutralizando el sistema judicial, ha sido presentado al parlamento para su segunda y tercera lectura, que es la última. Gallant en realidad es un ministro de Defensa en el limbo, porque si bien fue cesado verbalmente, no ha recibido aún su carta de despido. Una posición bastante imposible, sobre todo en una situación de escalada.

El miércoles por la noche, mientras la mayoría de los israelíes celebraban el Pésaj, la pascua judía que conmemora la salida de los judíos de Egipto y la conquista de su libertad, y los musulmanes salen del ayuno diurno, agentes de la Policía irrumpían con balas de goma, porras y granadas aturdidoras de nuevo en la mezquita de Al-Aqsa. Horas después, decenas de proyectiles se lanzaron desde la Franja de Gaza y, en una escalada especialmente peligrosa, 35 misiles disparados desde Líbano, lo que ha marcado una situación no vivida desde la Segunda Guerra del Líbano en 2006.

Ucrania Conflicto de Ucrania
El redactor recomienda