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¿Amas tanto a tu país cómo para sacrificar un día festivo? Dinamarca ya tiene su respuesta
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¿Amas tanto a tu país cómo para sacrificar un día festivo? Dinamarca ya tiene su respuesta

Socialdemócratas, liberales y moderados logran una coalición que prevé bajar impuestos, además de ser más ambiciosos en políticas climáticas, alejadas de la paridad

Foto: El Gobierno de coalición de Dinamarca, en el castillo de Amalienborg. (EFE/Mads Claus Rasmussen)
El Gobierno de coalición de Dinamarca, en el castillo de Amalienborg. (EFE/Mads Claus Rasmussen)

Dinamarca pide a los trabajadores perder un día festivo al año para que el país escandinavo pueda cumplir con la obligación de aumentar el presupuesto en defensa. El anuncio se hizo por parte de la primera ministra en funciones, la socialdemócrata Mette Frederiksen, durante la rueda de prensa en la que se presentaron las líneas políticas del nuevo Gobierno de coalición: "Hay una guerra en Europa y tenemos que reforzar nuestras defensas, es por esto que estamos optando por avanzar el compromiso de Dinamarca con la OTAN en relación con el objetivo de destinar el 2% del PIB hasta 2030, y esto requiere que todo el mundo contribuya un poco más", señaló Frederiksen. "Personalmente, creo que es un precio relativamente barato para un país con una guerra en su propio continente", zanjó la líder socialista.

La medida resulta tan inédita e inusual como la coalición que la ha llevado a cabo. Por primera vez en 40 años, Dinamarca tendrá un Gobierno amplio, con un Ejecutivo formado por los mayores rivales políticos del centro izquierda y el centro derecha, incluyendo el Partido Socialdemócrata, el Partido Liberal y el Partido Moderado. A este acuerdo, que solo se ha producido otra vez más en la historia del país, se ha llegado tras seis semanas de intensas negociaciones que han sido necesarias para resolver el complicado escenario político que dejaron las elecciones generales del pasado 1 de noviembre.

Foto: El príncipe Joaquín, junto a su hermano, el príncipe Federico. (EFE/Mads Claus Rasmussen)

Tras el anuncio, en seguida se han levantado las quejas de los principales sindicatos, la Iglesia y hasta del gremio de panaderos, que se mostraron entre sorprendidos e indignados por la propuesta. Las organizaciones critican que la medida se haya tomado sin ser acordada en los convenios colectivos y aseguran que chocarán con el nuevo Gobierno para evitar que se apruebe en el Folketing (Parlamento danés). El obispo de Aarhus, Kjeld Holm, se lamentaba de que se quiera eliminar el Día de la Plegaría, celebrado el cuarto viernes después de Pascua, un día en que típicamente se festejaban muchas confirmaciones en las iglesias, y donde se venden miles de bollos de trigo caliente en las panaderías. Según el programa presentado, con la supresión de un festivo se aumentará el nivel de productividad de las empresas y se requerirá un aumento de la mano de obra. De esta forma, se prevé sacar los fondos para poder avanzar la inversión prevista en defensa de 18.000 millones de coronas (2.400 millones de euros).

Romper con los bloques izquierda-derecha

Tras las elecciones en que ganaron los socialdemócratas, el partido de Mette Frederiksen decidió desestimar una mayoría parlamentaria con los partidos progresistas. En cambio, su partido ambicionaba un acuerdo que rompe con la lógica tradicional de bloques entre izquierda y derecha. En el nuevo Gobierno, el líder de los liberales, Jakob Ellemann-Jensen, ocupará el Ministerio de Defensa, mientras que el ex primer ministro liberal que hace pocos meses fundó el Partido Moderado, Lars Løkke Rasmussen, ha sido nominado como ministro de Asuntos Exteriores.

Foto: Un paciente en el Hospital Bispebjerg de Copenhague. (Reuters/Ritzau Scanpix)

Las líneas políticas de la coalición, recogidas en un documento de 60 páginas titulado Responsabilidad para Dinamarca, son un reflejo de la disparidad ideológica de la nueva formación, que prevé medidas típicamente liberales, como la bajada de impuestos o el recorte en las ayudas para estudiantes universitarios, junto a una ambiciosa política climática más propia de las formaciones progresistas. "Se trata de una formación de gobierno completamente fuera de lo normal: en el plano de las reformas, el programa es más ambicioso que nunca", escribía el analista político del periódico Berlingske Bent Winter. La periodista de DR Christine Cordsen coincidía en que el nuevo Ejecutivo muestra una "clara ambición de reforma del estado de bienestar", con una Mette Frederiksen que está llevando a los socialdemócratas "a la derecha en políticas económicas". En este sentido, Winter añadía: "Se ha acusado a Jakob Ellemann [liberales] de incumplir la promesa de campaña de no convertir a Mette Frederiksen en primera ministra, pero las críticas han durado poco tras ver la importante huella liberal en las bases del nuevo Gobierno", escribí.

Bajada de impuestos

En la campaña electoral, la bajada de impuestos a las rentas más altas, denominada top skat, fue uno de los debates más encendidos y recibió una oposición frontal por parte del Partido Socialdemócrata. Sin embargo, tras el acuerdo presentado, a los daneses que tengan una renta anual entre 618.000 y 750.000 coronas (entre 83.000 y 100.000 euros) se les rebajará el impuesto adicional que pagaban hasta el momento. Las rebajas de impuestos no se quedan aquí, ya que también se ha acordado aliviar la deducción por ocupación, una reducción fiscal que se aplicará a todas las personas que trabajen. Por lo contrario, también se anunció un nuevo impuesto dirigido a aproximadamente 10.000 daneses que ganan más de 2,5 millones de coronas al año. Actualmente, estas rentas se graban con el 55%, pero con el nuevo impuesto estos salarios se grabarán al 60,5%.

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Neutrales en emisiones de CO₂ en 2045

Durante las negociaciones, el Partido Popular Socialista (centro-izquierda) o los Liberales Radicales (considerados del bloque progresista) abandonaron la mesa por sus dudas de que el nuevo Gobierno fuera suficientemente ambicioso en combatir el cambio climático. En la presentación del plan, la misma Mette Frederiksen calificó las nuevas políticas en este ámbito como una "acción climática ambiciosa" con el objetivo de convertir Dinamarca en un país neutral en emisiones de CO₂ en 2045, cinco años antes de lo que preveía el anterior Gobierno.

Foto: Imagen: PLL.

Esto supone una reducción de las emisiones del 110% en comparación al año 1990. Este objetivo lo pretende alcanzar con medidas como un nuevo impuesto sobre las emisiones de CO₂ en el sector agrícola y ganadero, o una tasa de 100 coronas a todos los pasajeros de vuelos nacionales e internacionales que lleguen o salgan del país. Sin embargo, los expertos critican que para reducir los gases de afecto invernadero producidos por la agricultura, se debería reducir la producción y, por lo tanto, los puestos de trabajo, unas medidas que no contempla el nuevo plan del Gobierno.

Lejos de la paridad

En la fotografía de presentación de los nuevos ministros delante del Palacio Real de Amalienborg, lo que también ha levantado las críticas al Ejecutivo es la poca presencia de mujeres. De los 23 puestos del ministerio, tan solo ocho los ocupan mujeres, siendo los moderados los que han tenido más en cuenta el equilibrio de género. Tras las elecciones generales, el 44% de los miembros elegidos en la Cámara son mujeres, "por lo que es un poco decepcionante que haya tan pocas mujeres como ministras", decía Henriette Laursen, directora del Centro Danés de Investigación sobre las Mujeres y el Género. Con esto, Dinamarca se aleja de los niveles en igualdad de género de los países vecinos, liderados por Finlandia (58% de mujeres), Noruega (47%) y Suecia (46%). "No estoy del todo satisfecha", aclaró Mette Frederiksen, "yo también he sido responsable de esto, así que por suerte no ha empeorado respecto al anterior Gobierno", concluyó.

Dinamarca pide a los trabajadores perder un día festivo al año para que el país escandinavo pueda cumplir con la obligación de aumentar el presupuesto en defensa. El anuncio se hizo por parte de la primera ministra en funciones, la socialdemócrata Mette Frederiksen, durante la rueda de prensa en la que se presentaron las líneas políticas del nuevo Gobierno de coalición: "Hay una guerra en Europa y tenemos que reforzar nuestras defensas, es por esto que estamos optando por avanzar el compromiso de Dinamarca con la OTAN en relación con el objetivo de destinar el 2% del PIB hasta 2030, y esto requiere que todo el mundo contribuya un poco más", señaló Frederiksen. "Personalmente, creo que es un precio relativamente barato para un país con una guerra en su propio continente", zanjó la líder socialista.

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