Venezuela vuelve a la mesa de negociación, pero con reservas: "Necesitamos elecciones"

Venezuela podrá tener acceso a recursos del Estado que han estado congelados durante varios años en el sistema financiero internacional, después de que el sábado el Gobierno de Nicolás Maduro y la Oposición mayoritaria firmaran un segundo "acuerdo de atención al pueblo", en el marco del diálogo que facilita el Reino de Noruega en Ciudad de México.

Han pasado 13 meses desde que Maduro suspendiese las conversaciones, y ahora se ha retomado el proceso con el compromiso de obtener más de 3.000 millones de dólares, así como atender los efectos del sobre cumplimiento de las sanciones internacionales impuestas al país. Los recursos conseguidos se usarán a través de programas de Naciones Unidas en Venezuela, en proyectos para estabilizar el sistema eléctrico, reforzar el sistema de salud, ampliar la acción del Programa Mundial de Alimentos y atender la infraestructura educativa pública.

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Luego de la firma, ambas partes dieron sucesivas declaraciones a la prensa, agradeciendo el rol de facilitador que el Reino de Noruega ha tenido y saludando el reinicio de las conversaciones auspiciadas por México.

El jefe de la delegación oficialista, Jorge Rodríguez, dijo que, aunque los recursos asignados “estarán en un fondo creado por la ONU, van a ser administrados con los procedimientos que tiene el Gobierno a través de sus respectivos ministerios para la relación con las multilaterales”, frente a la noción de que la ejecución a través de Naciones Unidas mantendrá al margen a la administración de Maduro. "Ni un solo dólar va a cuentas del régimen", dijo uno de los delegados opositores, Freddy Guevara, en Twitter.

El convenio firmado el sábado en la capital azteca no incluyó medidas de carácter político o electoral, principal interés de los adversarios de Nicolás Maduro. La delegación opositora en México insistió en que ahora tocará abordar los temas "de fondo". Uno de sus integrantes, Tomás Guanipa, afirmó que la negociación tiene fundamentalmente un carácter político "porque Venezuela necesita un cambio definitivo, y el reinicio de esta negociación tiene que llevarnos a unas elecciones libres". Agregó que "si hay disposición y voluntad, esto puede ser más corto de lo que nosotros quisiéramos".

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Las exigencias de los opositores pasan por el respeto a los derechos políticos, como el levantamiento de las inhabilitaciones que en este momento impiden candidaturas de casi 90% de los aspirantes a enfrentar a Maduro en 2024, los derechos humanos, la liberación de presos políticos, el cese de la persecución política y el diseño de condiciones electorales que permitan unos comicios libres y observables con participación de los migrantes en el exterior, ahora impedidos de participar.

Jorge Rodríguez, por su parte, dijo que unas elecciones libres y democráticas “pasan porque las agresiones de las que han sido objeto líderes de Venezuela deben desaparecer”, refiriéndose a la solicitud de Estados Unidos que pesa sobre Nicolás Maduro por acusaciones de narcotráfico. Y reiteró la condición fundamental del grupo que encabeza. "Todas las sanciones deben ser levantadas de cara a un acuerdo integral".

Coincidiendo con la firma del acuerdo entre el gobierno y la oposición venezolanos, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió una licencia que autoriza a la empresa Chevron a expandir sus operaciones en Venezuela y exportar crudo. "Otras sanciones y restricciones relacionadas con Venezuela impuestas por los Estados Unidos siguen vigentes", detalló la OFAC. El permiso que dependía del reinicio de los diálogos entre el gobierno y la oposición, según había adelantado el gobierno norteamericano.

Occidente pide más

Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Canadá saludaron el acuerdo suscrito por el Gobierno de Maduro y la oposición agrupada en la Plataforma Unitaria, y llamaron a avanzar en materia de democracia.

"Instamos a las partes a comprometerse de buena fe hacia un acuerdo integral que conduzca a elecciones libres y justas en 2024, la restauración de las instituciones democráticas y el fin de la crisis humanitaria en Venezuela", expresaron en un comunicado firmado por el alto representante de la UE, Josep Borrell; el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; la ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly; y el secretario de Asuntos Exteriores británico, James Cleverly.

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"Seguimos exigiendo la liberación incondicional de todas las personas injustamente detenidas por motivos políticos, la independencia del proceso electoral y de las instituciones judiciales, la libertad de expresión, incluso para los miembros de la prensa, y el respeto de los derechos humanos", reclamaron en el escrito.