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Detrás del muro de horror del covid cero en China. ¿Abrirá Pekín la mano?
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Encerrados en Disneyland

Detrás del muro de horror del covid cero en China. ¿Abrirá Pekín la mano?

China ha relajado la política de cero covid, pero no se decide a poner fin a las medidas estrictas que han provocado problemas económicos y el hartazgo de la población

Foto: Trabajadores para la prevención del covid en Pekín, China. (Reuters/Thomas Peter)
Trabajadores para la prevención del covid en Pekín, China. (Reuters/Thomas Peter)

China no se decide a poner el broche definitivo a su política de cero covid, pero ha relajado el protocolo por primera vez desde que empezó la pandemia. El Gobierno de Xi Jinping anunció este viernes que reducirá las cuarentenas para contactos de infectados y para viajeros que llegan al país. La medida pretende ser un alivio para una economía afectada desde marzo de 2020 y para una sociedad hastiada por capítulos como el cierre de Disneyland en Shanghái. El llamado "lugar más feliz de la tierra" se convirtió en una pesadilla el pasado 31 de octubre para decenas de familias que disfrutaban de una jornada de diversión en sus instalaciones. De pronto, los responsables del parque anunciaron que nadie podría salir del recinto sin un test negativo de covid tras conocerse que hubo diez contagios en la ciudad de alrededor de 25 millones de habitantes dos días antes.

Las autoridades locales, que mantenían en ese momento la estricta política de covid cero impuesta por el Gobierno de Pekín, decidieron entonces encerrar a miles de personas. Los afectados corrieron en estampida hasta las puertas. Allí, decenas de agentes bloqueaban las salidas. Los enfadados y hartos usuarios comenzaron a subir videos a las redes sociales. Las autoridades, para suavizar la ira de los visitantes de un parque que un año antes ya fue también precintado por covid con 30.000 personas dentro, decidieron mantener abiertas las atracciones y que Mickey Mouse y Winnie the Pooh suavizaran el motín ciudadano.

Foto: XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh) con Xi Jinping en el centro. (EFE/Xinhua Li Xueren)

Este es un ejemplo simbólico del duro plan de tolerancia cero frente al covid que mantienen el presidente Xi Jinping en China. El "lugar más feliz de la tierra" convertido en prisión de la que escapar, como sucedió también en la misma ciudad, Shanghái, en una tienda de Ikea dos meses antes. Entonces, las imágenes de decenas de personas peleando con guardias para huir de otra de esas "prisiones" covid dieron la vuelta al mundo.

Hay decenas de imágenes similares por toda China en vídeos que aparecen y desaparecen en redes sociales. Muchos de ellos no se pueden verificar porque son borrados velozmente por las autoridades. Personas llorando y gritando desde los balcones. Una mujer que se lanza al vacío desde la planta 12 desesperada por la cuarentena y su hija que llora su cadáver con una mascarilla aún en la boca. Decenas de personas alineadas en camastros en una cuarentena al aire libre bajo el frío.

Foto: El edificio que alberga la bolsa China en Hong Kong. (EFE/Jerome Favre)

Ciudadanos durmiendo tirados por el suelo junto a los urinarios de un baño público de hombres. Un padre que intenta revivir a su hijo de tres años al que no pudo llevar al hospital por las restricciones de movimiento. Coches de policía rodeados de protestantes. Asaltos a supermercados. Trabajadores en una planta de Zhengzhou, donde se fabrican productos de Apple, tratando de escalar muros para huir de un repentino confinamiento y caminando por carreteras con sus bolsas y maletas. Miles de universitarios en la norteña región de Mongolia Interior encerrados en sus campus. Citas a ciegas de unas horas que se convierten en convivencias de días porque el covid aparece por algún lugar cercano y todos deben sin previo aviso encerrarse… Una distopía hecha realidad que dura ya tres años. Se calcula que 300 millones de personas fueron encerradas en septiembre pasado en China por la pandemia.

Pero nada de todo eso ha cambiado la idea de Xi y su renovado Gobierno en su política contra el covid. Muchos analistas apostaban a que en el reciente Congreso del Partido Comunista se iba a anunciar un cambio de dirección y una relajación en las medidas. No es que no se ha tomado esa medida, es que sencillamente no hubo apenas alusiones de Xi durante su largo discurso al politburó sobre la pandemia.

Castigar a los que se relajen

El hartazgo de la población es evidente. Justo antes de que comenzara el Congreso del PC, de hecho, sucedió un hecho insólito en la controlada China. Un manifestante decidió colgar en un puente de Pekín dos pancartas. En la primera decía: "No a las pruebas de covid-19, queremos comer. No a las restricciones, queremos libertad. No a las mentiras, queremos dignidad. No a la Revolución Cultural, queremos reformas. Nada de líderes, queremos votos. No somos esclavos, somos ciudadanos". En la segunda se leía: "Ir a la huelga en la escuela y el trabajo, destituir al dictador y traidor nacional Xi Jinping". Las imágenes de ambas pancartas corrieron como la pólvora por redes sociales.

Muchos ciudadanos siguen sin entender por qué las vacunas no han traído un cambio en la estricta legislación del Gobierno de Xi con la pandemia. El periódico de Hong Kong, South China Morning Post, pedía en su editorial del 10 de noviembre giros en la política covid cero. "Si China va a continuar con su estrategia actual de bloqueos, pruebas masivas, cuarentena y controles fronterizos estrictos, las autoridades deben esforzarse por lograr una mayor transparencia para combatir el miedo, la incomprensión y la resistencia. Hay una necesidad de lograr un equilibrio".

Foto: EC.

El medio, además, habla de los altos costes que están teniendo en China estas políticas. "Los rumores recientes sobre el fin de la política de covid cero fueron suficientes para mover los mercados… hasta que resultaron infundados. Eso dice algo sobre las percepciones del creciente costo económico y social de esta política. Contrariamente a las expectativas, los rumores llevaron a las autoridades sanitarias a reafirmar la tolerancia cero a pesar de la presión del público y del Gobierno local para adoptar una mayor flexibilidad", afirma el medio.

Sin embargo, el Diario del Pueblo, periódico oficial del Partido Comunista de China, mantiene la línea del Gobierno. El medio, que publica semanalmente un reguero de artículos sobre las muertes y afecciones que el covid causa en EEUU, advierte en un texto del pasado 7 de noviembre: "Se ha observado que algunas autoridades regionales han adoptado medidas simplistas para contener el virus, como implementar políticas de cuarentena indiferenciadas y relajar las restricciones de viaje. Tal comportamiento va en contra de los requisitos del control epidémico científico y de la coordinación de la respuesta al covid con el desarrollo económico y social (…) Las autoridades pertinentes se asegurarán de que los departamentos responsables rectifiquen tal comportamiento a tiempo y se castigue a los responsables".

Sin embargo, hasta Zhou Xiaoping, un bloguero muy cercano a Xi, antiestadounidense y antioccidental reconocido, cuestionó en la red social Weibo la propaganda China del covid y la exageración sobre sus efectos en otros países. "¿Qué sentido tiene hacer esto? El costo de la prevención de epidemias no es solo el económico, también hay costos para nuestro sustento y vidas. Ya que prometieron velar por la gente primero, tienen que buscar la verdad de los hechos", dijo en un post que luego borró.

'El invierno traerá una nueva ola de covid'

El Gobierno de Pekín mantiene que salvar vidas es su primera obligación y preocupación. "Debemos adherirnos al principio de poner a las personas y las vidas en primer lugar y tener la más amplia estrategia de prevenir las importaciones de contagios desde el exterior y los rebrotes internos", dijo el 5 de noviembre Hu Xiang, responsable de la Comisión Nacional de Salud, que calificó las medidas como "correctas y efectivas económicamente". "El invierno va a traer una nueva ola de infecciones en el mundo", han advertido las autoridades sanitarias chinas.

China se ha quedado casi aislada, al menos entre las grandes naciones, en esta política sanitaria. El país en el que empezó la pandemia mantiene la misma política que hace casi tres años, pese a sus costes económicos y sociales, cuando el resto del mundo tras la vacunación masiva ha regresado a una casi total normalidad.

Foto: El presidente china, Xi Jinping. (Reuters/Thomas Peter)

El PIB chino crecerá en torno al 3% este año. El tercer trimestre dejó, según los datos oficiales, una cifra superior a la prevista con un crecimiento del 3,9%. Está aún por conocerse los datos del último trimestre, pero en todo caso no se alcanzará la cifra proyectada en abril de un crecimiento en 2022 del 5%.

En principio, eso coloca a la superpotencia con un crecimiento previsto este año inferior a economías de su entorno como India, Filipinas, Vietnam, Malasia o Indonesia. Todos los analistas ven esa política covid cero como el origen de esa rebaja de crecimiento que afecta a su manufactura, empleo y consumo. Al otro lado, según los datos de la Organización Mundial de la Salud del 9 de noviembre de 2022, China ha tenido durante la pandemia 28.958 muertes, frente a las 1.062.721 que ha tenido Estados Unidos y las 530.511 de India.

China no se decide a poner el broche definitivo a su política de cero covid, pero ha relajado el protocolo por primera vez desde que empezó la pandemia. El Gobierno de Xi Jinping anunció este viernes que reducirá las cuarentenas para contactos de infectados y para viajeros que llegan al país. La medida pretende ser un alivio para una economía afectada desde marzo de 2020 y para una sociedad hastiada por capítulos como el cierre de Disneyland en Shanghái. El llamado "lugar más feliz de la tierra" se convirtió en una pesadilla el pasado 31 de octubre para decenas de familias que disfrutaban de una jornada de diversión en sus instalaciones. De pronto, los responsables del parque anunciaron que nadie podría salir del recinto sin un test negativo de covid tras conocerse que hubo diez contagios en la ciudad de alrededor de 25 millones de habitantes dos días antes.

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