Participación a la baja y melones: un día normal de elecciones en Italia

La candidata de 'Fratelli d'Italia', Giorgia Meloni, se ha expresado esta mañana en sus redes sociales llamando al voto y mostrando dos melones a la altura del pecho. Matteo Salvini ha acudido temprano a votar. A Berlusconi lo han grabado denostando a sus aliados mientras charlaba con varios simpatizantes ("Salvini no ha trabajado nunca. Tenemos una amistad fructuosa (...) pero necesita que alguien lo guíe. (...) Intentaré ser yo quien maneje el gobierno"). Sgarbi aparece en las páginas de 'La Stampa' con la camiseta de Supermán. Y de la izquierda a estas horas apenas se sabe nada. Son los únicos que cumplen con el mandato de silencio electoral. Cada uno en su papel, como siempre, dentro de la normalidad italiana.

El dato de participación a las 19:00 horas, cuando había acudido a votar el 51% del censo, se situaba siete puntos por debajo respecto a los anteriores comicios celebrados en 2018. Hace cuatro años, acabó participando el 73%, cifra difícil de alcanzar en esta ocasión si se mantiene la tónica de las primeras 12 horas de votación. No obstante, la distancia se recortó en el último balance con un 64,13% de participación frente al 69,36% de 2018. La maratón electoral, que ha comenzado a las 7:00 de la mañana, se prolongará hasta las 23:00 de la noche. No será hasta la madrugada cuando empiecen a llegar datos que permitan hacerse una idea de cómo quedarán los equilibrios de gobierno.

Los sondeos, en los que la victoria de la coalición de centro-derecha (y especialmente de Meloni) era aplastante, dejaban fuera a cuatro de cada diez electores, sumando abstención e indecisión. La expertos demoscópicos, sin embargo, aventuran que una mayor participación podría beneficiar aún más a la coalición de derechas, sobre todo bajando al detalle: el voto crece en el norte y disminuye en el sur, donde se esperaba una mayor movilización en torno al 'Movimiento 5 Estrellas' gracias a su defensa de la renta mínima de inserción. La lluvia, torrencial en ciudades como Nápoles, podría haber sido un factor. A media tarde, la sensación entre los analistas es que la sorpresa más probable respecto a lo proyectado por las encuestas es un resultado mucho mejor de lo esperado por parte de Giuseppe Conte (M5S), acariciando incluso el 20%.

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Incluso aunque se cumplan los pronósticos y el centroderecha gane con cierto margen, habrá cosas que aclarar hasta bien entrada la madrugada. Tras las últimas reformas, el sistema electoral premia a los partidos más votados y no es impensable que puedan lograr hacerse con dos tercios de las Cámaras. Si lo consiguen, tendrán abierto el camino para cualquier tipo de reforma, incluso las constitucionales, que ni siquiera estarán obligados a someter a referéndum.