'Rastreadores de covid' | Pasaporte de vacunación: todo lo que está en juego

Pocos países dependen tanto del turismo como el nuestro. El golpe de 2020 ha sido terrible. Va a costar años volver al volumen de 2019. Y el apoyo no puede ser infinito. Durante este año, las llegadas internacionales serán determinantes para el empleo y la supervivencia de muchos negocios. Visto así, parece clara la necesidad de hacer todo lo posible para reactivar al sector. Parece. Hay consideraciones éticas. Hay dudas sanitarias. Hay problemas legales. Hay cuestiones técnicas. Y, por todo ello, hay división en Europa.

El peso del sector

“Es probable que el 'blues' del turismo provocado por el covid esté aquí para quedarse”. 'Wall Street Journal'. “Después de declarar que 2020 fue el peor año para el turismo nunca registrado, con 1.000 millones de llegadas internacionales menos, la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas afirma que las perspectivas para una recuperación en 2021 han empeorado. En octubre, el 79% de los expertos encuestados por esta agencia creía que era posible un repunte en 2021. Solo el 50% respondió lo mismo en enero. Y alrededor del 41% no creía que los viajes volverían a niveles prepandémicos hasta 2024 o más allá (...) En España, donde los viajes y el turismo representaban alrededor del 14% del PIB, entre los porcentajes más altos del mundo desarrollado, la economía se contrajo un 11% el año pasado, la mayor caída en la eurozona. En 2020, las llegadas internacionales cayeron un 75%. El Gobierno ha inyectado miles de millones de euros y ha protegido los empleos, pero esos esfuerzos podrían tener que terminar pronto. El Banco de España pronostica un crecimiento del 6,8% para este año. No espera que la economía alcance el nivel prepandémico hasta mediados de 2023, aproximadamente un año más tarde que la eurozona en general. España se recuperará más lentamente, en parte, porque el turismo tardará en recuperarse, señaló un funcionario del Banco de España”.

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¿Esto puede funcionar?

“Antes de abordar los problemas éticos, despejen si los pasaportes de vacunación podrán funcionar”. Columna de opinión en el 'Financial Times'. “Si la idea no funciona en la práctica, cualquier angustia filosófica y cualquier dilema ético se vuelven irrelevantes, al igual que las preocupaciones sobre los riesgos y las cuestiones legales”.

En la primera parte del texto, se señalan las cuestiones que pueden hacer incierta la eficacia de la idea: la vacuna no es una prueba de seguridad para los demás y tampoco garantiza la inmunidad del vacunado. Se apuntan las cuestiones básicas de implementación: la eficacia de la medida dependerá de la calidad de los datos.

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En la segunda parte, se abordan las consideraciones morales y legales: toda certificación es discriminatoria. El pasaporte tendrá consecuencias directas e indirectas sobre la sociedad y la economía: pueden generarse injusticias y desigualdades. Ejemplos: libertad de movimientos, mercado laboral y prestación de servicios.

Finalmente, un énfasis en preguntas fundamentales para el individuo como son la privacidad médica y la autonomía física. El derecho a controlar que información se conoce sobre nosotros. También el de "vivir libres de coerción directa o indirecta".

17 de marzo

“La propuesta de pasaporte de vacunación obtiene una respuesta mixta de los Estados de la Unión Europea”. 'The Guardian'. “Se espera que la Comisión publique un proyecto de ley el 17 de marzo sobre un formato de certificado común de vacunación en la UE, cuyo uso sería objeto de debate por parte de los líderes en una cumbre ocho días después. Von der Leyen: 'El objetivo es proporcionar: una prueba de que la persona ha sido vacunada, los resultados de los test para quienes no han podido recibir la vacuna, e información sobre la recuperación de covid. Se respetarán la protección de datos, la seguridad y la privacidad' (...) España, Grecia y Portugal apoyan la iniciativa de la Comisión, mientras Bélgica considera que el plan es confuso (...) Para Bélgica, no se trata de vincular la vacunación a la libertad de movimientos en Europa. El respeto al principio de no discriminación es más fundamental que nunca porque la vacunación no es obligatoria y el acceso a la vacuna no se ha generalizado”.

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Norte y sur

Profundicemos un poco en la división que parece haber en Europa. “Pasaporte de vacunación, en tres meses como mínimo”. 'Frankfurter Allgemeine'. “El presidente del Consejo Europeo habla de 'creciente acercamiento'. La presidenta de la Comisión dice que 'se necesitarán al menos tres meses para desarrollar una solución técnica'. Se han formado dos campos. Por un lado están griegos, chipriotas, españoles y portugueses. Quieren que los vacunados puedan volver a viajar libremente, preferiblemente en Semana Santa. Cuentan con el apoyo de Dinamarca y Suecia, que tienen certificados nacionales de vacunación. El canciller austriaco también está a favor. Del otro lado están Alemania, Francia, Bélgica y los Países Bajos, que desaconsejan (o han prohibido, como los belgas) los viajes turísticos. Merkel sostiene que, en primer lugar, 'hay que dejar claro si las personas vacunadas ya no contagian'. En segundo lugar, 'solo se puede dar el paso cuando hemos hecho una oferta suficiente de vacunación y algunas han preferido no vacunarse'. Se trata de tratar a todos los ciudadanos por igual”.

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21 de junio

“España considerará acuerdos bilaterales y corredores turísticos”. Bloomberg. Lo hará “si no se puede llegar a una solución sobre los pasaportes de vacunación a escala de la Unión Europea, según el secretario de Turismo, Fernando Valdés. La manera de viajar por Europa debe decidirse en el ámbito de la UE, pero si esas decisiones no se pueden llegar a tomar, 'pensaremos en otras soluciones, como corredores con terceros países que puedan ayudarnos a reiniciar los flujos turísticos'. Estos comentarios de Valdés se producen en medio del optimismo de la industria del turismo europeo provocado tras el anuncio del Plan Británico para levantar todas las restricciones a partir del 21 de junio”.

(Casi uno de cada cinco visitantes internacionales a nuestro país proviene del Reino Unido. Foco absolutamente estratégico).