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Los otros contratos opacos de AstraZeneca: monopolio millonario con el rey de Tailandia
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Fabricar 200 millones de dosis

Los otros contratos opacos de AstraZeneca: monopolio millonario con el rey de Tailandia

Mientras la UE se enfrenta a AstraZeneca por las dosis prometidas de vacuna, en Tailandia organiza un monopolio para fabricar 200 millones de dosis... pero también con retraso

Foto: El presidente de AstraZeneca en Tailandia, James Teague. (Reuters)
El presidente de AstraZeneca en Tailandia, James Teague. (Reuters)

La mayoría de los tailandeses ni se ha inmutado con la polémica desatada entre la Unión Europea y AstraZeneca por la falta de claridad de la farmacéutica. Es más, en los medios dicha información ha salido solo de pasada, pese a que la vacuna popularizada como “la de Oxford” es casi la única que recibirá el pueblo de Tailandia. Y es que lo que aquí preocupa es algo que les atañe a los ciudadanos de este país: ¿Quién está detrás de la distribución local de la vacuna y qué intereses ocultos -y millonarios- hay en el acuerdo? La respuesta principal es la monarquía.

El Gobierno tailandés se congratuló durante el pasado año de haber logrado que AstraZeneca eligiera a su país para la fabricación de su vacuna, ya que eso garantizaría que una parte de la producción se destinaría a la población local, sin tener que depender de comprar dosis a China como planificaba el resto de países de la zona. A finales de enero, todo luce de otra forma.

Foto: El primer ministro Viktor Orban. (EFE)

El acuerdo de AstraZeneca para fabricar en Tailandia se ha realizado con Siam Bioscience, una empresa con poco más de diez años y que -según manifiestan muchos activistas en favor de la democracia- tiene nula experiencia en el desarrollo de vacunas. Aun así, el laboratorio ha logrado un “lucrativo” contrato de casi 200 millones de dólares para, precisamente, fabricar vacunas. Unos 200 millones en total cuya mayor parte se desconoce quién las comprará.

¿Cuál es el truco? Siam Bioscience pertenece en su totalidad a la Oficina de Propiedad de la Corona (Crown Property Bureau, en inglés), un conglomerado que pertenece al Rey. Esto se traduce en que, como explica el político Thanatorn Juangroongruangkit y fundador del partido pro-democrático Future Forward, toda decisión estratégica pasa por el monarca Vajiralongkorn. El mismo cuya imagen se ha resquebrajado durante el pasado año por numerosos escándalos y contra el que miles de personas protestan en las calles, pero que frente a la Ley es intocable.

Las leyes tailandesas protegen a toda corporación de la corona y la dotan de total opacidad, por lo que el acuerdo entre AstraZeneca y la compañía del rey no solo es secreto, sino incuestionable.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

El resultado es, según Thanatorn, un “monopolio” por parte del Gobierno y la monarquía que se traducirá en que, durante este año, seguramente solo un 21% de la población podrá ser vacunada. El primer ministro del país, el general golpista Prayuth Chan-ocha, defendió la vacuna de AstraZeneca como opción casi única para el país al criticar las opciones de Moderna o Pfizer. “No permitiré que los tailandeses sean conejillos de indias”, exclamó tras decir que las vacunas de mRNA, según él, estaban causando estragos entre quienes las recibían y esgrimió la tan manida excusa de que su tecnología es desconocida.

Ir a la cárcel por criticar el plan de vacunas

En un movimiento poco sorprendente, el Gobierno anunció que compraría dos millones de dosis de la vacuna china de Sinovac para compensar el retraso de AstraZeneca. Aquí también había letra pequeña: justo antes de aprobarse la adquisición china, el gigante monopolístico Charoen Phokpand (CP) — una mega-corporación alimentaria que aglutina desde la producción de alimentos hasta los supermercados y tiendas 7 Eleven, que además es afín al Gobierno y a la monarquía— se hizo con el 15% de las acciones de Sinovac.

Con proteger “seguridad” de su pueblo como excusa, el ministro de Sanidad, Anutin Charnvirakul, anunció que solo se aprobarían vacunas en las que ellos pudieran confiar, por lo que las dos seleccionadas son AstraZeneca como principal y Sinovac de apoyo.

A los hospitales privados se les permitirá hacerse solo con opciones aprobadas por el Gobierno, lo que repercutirá en los beneficios de la monarquía y del gigante empresarial. La vacuna de Sinovac ya se ha anunciado en un centro médico a cien euros la dosis.

Foto: Tailandia sufre una nueva ola de coronavirus. (EFE)

Si bien desde principios de año muchos tailandeses veían con recelo la estrategia de vacunación de su país, fue el político Thanatorn quien quiso destapar toda la información y poner en tela de juicio el acuerdo de la monarquía con AstraZeneca. “Si vemos que la vacunación no cubrirá a la población y son notablemente lentas en administrarse, hemos de preguntar al Gobierno si lo que está haciendo es ofrecer beneficios a una compañía privada”, opinó.

La crítica de Thanatorn fue seguida masivamente en redes sociales, por lo que el Gobierno contraatacó con la ley de lesa majestad, que permite a las autoridades encerrar en la cárcel hasta 15 años a quienes insulten a la monarquía.

El vice primer ministro anunció que cuestionar la transparencia del acuerdo de las vacunas puede “crear un daño intolerable al país y al trabajo del Gobierno”, y que por eso criticar el plan de vacunación es como insultar al Rey. Y acto seguido se registraron 11 cargos por lesa majestad contra Thanatorn, quien podría acabar en la cárcel.

Vacunar a la población general en 2022

Haciendo cuentas, el ministerio de Sanidad ha comprado los dos millones de dosis de Sinovac, y ha negociado 61 millones de AstraZeneca a través de la empresa propiedad del Rey, que en total fabricará 200 millones para diversos compradores.

Dicha cifra servirá para, según el ministro de Sanidad, inmunizar a un 63% de la población, lo que él considera “el mejor plan para Tailandia”, ya que el contagio por covid es mucho menor.

¿Por qué los críticos dicen que solo será un 21% de la población tailandesa inmunizada este año? Básicamente, porque en marzo se administrarán los dos millones de Sinovac, y en verano empezará la primera fase de AstraZeneca, que será de 26 millones de dosis para los grupos de mayor riesgo y se extenderá durante este año. El público general, en cambio, tendrá que esperar seguramente a 2022. Los menores de edad y las embarazadas no recibirán ninguna vacuna.

La mayoría de los tailandeses ni se ha inmutado con la polémica desatada entre la Unión Europea y AstraZeneca por la falta de claridad de la farmacéutica. Es más, en los medios dicha información ha salido solo de pasada, pese a que la vacuna popularizada como “la de Oxford” es casi la única que recibirá el pueblo de Tailandia. Y es que lo que aquí preocupa es algo que les atañe a los ciudadanos de este país: ¿Quién está detrás de la distribución local de la vacuna y qué intereses ocultos -y millonarios- hay en el acuerdo? La respuesta principal es la monarquía.

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